Cap. 51: "Día de amigos"

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En la Isla Paradise

Aquella tarde Levi no soportaba el dolor de cabeza y Hange prácticamente lo había metido a patadas a su cuarto.

El Capitán se recostó un rato, creía que se quedaría dormido pero no había caso, así que se levantó y salió hacia su oficina, a la oficina que había compartido con Saya.

Se sentó frente al escritorio y comenzó a revisar los papeles desordenados que tenía, botó algunos a la basura y se llevó una mano a la cabeza, cuando de pronto tocaron la puerta.

—Estoy ocupado.

Hubo silencio unos instantes y luego la puerta se abrió, Levi se giró preparado para gritarle a quien fuera que lo haya interrumpido pero quien apareció frente a él lo hizo congelarse.

—¿Ocupado? Una mierda, también es mi oficina, tonto.

—Sa-... Saya.

—Hola, Levi. Cuánto tiempo sin vernos. —la chica ladeó el rostro y se apoyó en la puerta.

—¿Est-... t-tú...

—¿Qué? ¿Sorprendido? O ¿decepcionado? —gruñó Saya mirándolo con molestia. —Lamento si querías me quedara en Marley, pero aquí vive mi familia, así que-

Levi se paró a toda prisa y se acercó a la chica, poniendo sus manos en las mejillas de ella.

—Estás aquí. Volviste. Por... por fin. —sintió su pecho contraerse y la abrazó, su corazón parecía una bomba de relojería. Pero la chica no le respondió el abrazo.

—¿Qué estás haciendo, Ackerman?

—Saya yo-... —tragó en seco alejándose y tomándola del brazo para que se sentara en la silla y él se agachó frente a ella tomándole las manos. —Yo te puedo explicar todo.

—¿Explicar? ¿Qué cosa? Escucha, solo vengo a buscar-

—Te amo. —soltó Levi con los ojos aguados.

—¿Ah? —Saya lo miraba confundida y sorprendida.

—T-e amo-... Siempre, siempre ha sido así.

El Capitán la miraba con desesperación, después de cuatro meses por fin la tenía frente a él, apretó más sus manos y Saya suspiró.

—¿Tenías que esperar a que me fuera para decírmelo? 

Saya frunció el ceño y quitó sus manos poniéndose de pie.

—Escucha, mocosa-... Saya, escúchame, todo puede-

—¡Solo vine a buscar esto! —gritó la chica metiéndole la mano en el pecho y sacando de ahí una pequeña rosa marchita. —Dime, Levi. ¿Sabes lo que es?

El azabache se llevó una mano al pecho al sentir el dolor que le ocasionó que sacara esa pequeña flor de ahí, la miró unos instantes perturbado y luego la respuesta salió sola de sus labios.

—Es... es tu corazón.

—Si, Levi. Es mi corazón, que te entregué y dejaste que se marchitara.

Él miraba consternado aquella pequeña rosa.

—¿Y-yo? ¿Te hice eso?

—Si, dejaste que me destrozara frente a ti. Y en vez de cuidar mi corazón solo dejaste que se marchitara más. —Saya suspiró y la metió en su pecho. —Ya no te pertenece.

—Déjame-... déjame, arreglar las cosas. Prometo que... —Levi negó rápidamente con la cabeza y se acercó de nuevo a la chica tomándola de los hombros. —Esta vez será distinto, Saya. Ahora si cuidaré tu corazón.

𝐉𝐚𝐮𝐥𝐚 𝐲 𝐋𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝 |𝐂𝐲𝐂²| 𝐋𝐞𝐯𝐢×𝐎.𝐂.×𝐂𝐨𝐥𝐭 𝐆𝐫𝐢𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora