𝐉𝐚𝐮𝐥𝐚 𝐲 𝐋𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝 |𝐂𝐲𝐂²| 𝐋𝐞𝐯𝐢×𝐎.𝐂.×𝐂𝐨𝐥𝐭 𝐆𝐫𝐢𝐜𝐞

Cap. 69: "La Guerra"

En la Isla Paradise.

—¿Q-Qué fue eso? —preguntó Floch montando a caballo junto a otros Jaegeristas mientras tenían detenida con ellos a la Comandante Hange. —¿Un rayo?

Una lanza relámpago. -pensó Hange, de inmediato.- El lugar donde debían cuidar a Zeke se supone que estaba más lejos. ¿Qué diablos está pasando?

—Vayamos a investigar el sonido. —ordenó Floch.

Avanzaron lentamente con sus caballos y vieron la carreta destrozada, un titán extraño arrastrándose hacia ellos y un cuerpo a un lado del río. Hange abrió mucho los ojos.

—¡Hay alguien ahí! —gritó bajándose del caballo, levantó el cuerpo y lo acunó entre sus brazos. —¡Oye! ¿Sigues vivo? ¿Levi?

—No tengo idea de lo que pasó, pero tuvimos suerte. —habló Floch parándose al lado de Hange, mirando al moribundo Capitán. —Nuestra principal amenaza está aquí todo ensangrentado.

—Disparémosle en la cabeza. —dijo un soldado.

—Está muerto. —mintió Hange aferrando a Levi más hacia sí para protegerlo. —Quedó atrapado en el rango de explosión, los órganos internos pueden estar hechos trizas lo que causa la muerte instantánea.

—Puedo tomarle el pulso, déjeme revisarlo. —murmuró Floch acercándose.

En ese momento el titán extraño comenzó a liberar mucho vapor, y desde él, salió Zeke Jaeger completamente curado. Hange se tensó, sujetó con fuerza a Levi y se lanzó al caudal del río. Esa era la única forma de salvar la vida de su amigo y la propia.

En el centro de la Isla Paradise.

—No puedo dispararte. —dijo Pieck levantando las manos, dejando de apuntarle a Eren bajo la mirada desconcertada de Gabi. —Y sinceramente dudo que pueda devorarte. Además hay otra razón por la cual no disparé... Eren, con el poder del poder del titán fundador, tú podrías destruir Marley.

—¿Señorita... Pieck?

—No hay forma de que hubieses hecho al mundo entero tu enemigo si no tuvieras oportunidad de ganar, pero hablando de oportunidades. ¿Tienes otra cosa aparte del titán fundador?

—Si así fuera, ¿qué es lo que querrías de mí? —preguntó Eren mirándola.

—Libera a los Eldianos que están bajo el control de Marley y del resto del mundo. —contestó Pieck. —Quiero liberar a mi familia de los campos de concentración. Para eso Marley necesita ser aplastado. Si puedes lograrlo ayudaré en lo que sea.

En ese momento Gabi se puso a gritar, apuntó a Pieck con el rifle.

—¡Cuando reconocieran que éramos buenos Eldianos nosotros íbamos a liberar a Eldia! ¿¡No peleábamos para eso!? ¿¡Eres una traidora, como Zeke!?

—Gabi, ¿qué crees que somos? ¿Eldianas? ¿Marleyenses? En realidad solo somos el pueblo de Ymir, una raza capaz de convertirse en titanes. —Pieck le quitó el rifle comenzando a alzar la voz. —Llegará el día en que el poder de los titanes no será suficiente y Marley nos asesinarán a todos. Aunque demostremos que somos Edianos buenos, nunca nos liberarán. Tenemos que ganarnos nuestros propios derechos.

—Demuéstralo. —murmuró Eren tras de ellas alzando su mano con un corte en ella. —Dame pruebas de que quieres colaborar con nosotros.

—Te diré dónde se esconden los demás infiltrados. Puedo señalártelos desde el tejado.