El caso de una asesina desconocida

Capítulo 2

Durante el camino al salón, me disculpé con Karla por no haberle respondido y después le dije que no se preocupara, que estaba bien, que al parecer, solo fue imaginación mía lo sucedido durante el descanso.
-Entonces... ¿Estás bien? ¿Segura? -Pregunto aquella chica con su preocupación notable y su inseguridad de que si estuviera bien.
-¡Claro! Dime, ¿Por qué te mentiría? ¿Eso no rompería nuestro juramento? Sabes que no haría una rotura del juramento... o... ¿Me crees capaz de ello?-Pregunté con arrepentimiento de decir aquella mentira, pero no podía preocuparla mas de lo que ya se preocupa ella por su madre, Clara que no estaba en buena salud y se encontraba en el hospital, pues tiene cancer de pulmón por fumar y ya comenzaba a sufrir las duras consecuencias de su adicción a fumar tabaco.
Llegamos al salón y ambas tomamos nuestros respectivos lugares ya con las cosas de la materia listas en la banca. Durante la clase iba todo normal, sin problema alguno del suceso ocurrido durante el descanso. Finalizó la primera clase, fui a dejar mis cosas a mi casillero y guarde todo para el cambio de salón y al terminar esperé a Karla para que fuéramos juntas, como el salón se encontraba al lado del que nos encontrábamos, no hubo tiempo para hacer conversación porque incluso nuestros asientos se encontraban cerca de la entrada y ambas fuimos a nuestros respectivos lugares. Estuvo todo muy tranquilo y callado, lo cual me sorprendió, pues acostumbra a haber escándalo durante clases. Ese silencio fue interrumpido a mitad de clase, cuando escuche que alguien me hablaba en susurro.
-Yadireee... me vengare de lo que haz hecho...-Fue aquel susurro que escuché.
Al escucharlo recordé de manera inmediata lo que sucedió en el descanso y mire a mi alrededor haber si podía saber quien era.
-Lo... ¿Lo dices por... Taino? ¿Quien eres? ¿Por qué lo dices? Si eran cercanos, lo lamento no era mi intención, lo juro, al darme cuenta ahí estaba tirado en serio no miento de verdad.-Dije algo asustada
-No... no eramos cercanos, soy yo, Taino y no dejaré que tus manos se desmanchen porque mi existencia... desapareció.-Al escuchar aquel susurro nuevamente, pronunciar esas palabras, lo primero que hice fue entrar en shock.
-¡Si, claro! ¡Como si eso fuese a pasar, de seguro solo eres producto de mi mente y tratas de jugar conmigo!-Exclamé burlona
-Piensa lo que quieras, a mi eso no me importa pero me voy a vengar de lo que me has hecho... para que así pueda divertirme con tu sufrimiento.-El susurro se volvió a escuchar, mientras se escuchaba veía como una forma humana iba apareciendo con una sonrisa maléfica, perturbadora y sobretodo aterradora, me asustó tanto que solté un gran grito al verla y de pronto siento como aquella sensación volvía. Si, aquella sensación de locura que tuve durante el descanso solo que sin la sed de sangre, era locura por la culpabilidad y el terror que sentía y además, me sentía vulnerable. Era tanta la desesperación y locura la que tenía que terminé desmayándome a mitad de la clase.