Capitulo 15

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-Okay, okay, tu mi querida prima, estuviste a punto de matarme por una de tus miles tonterías de las cuales ni te tomas la molestia de explicarme como es debido. Me marcho, Lulia.-Dije molesta cuando finalmente había regresado a aquel gran cerro donde había comenzado todo.
-¿Sabes cómo regresar mínimo?- Preguntó aquella chica con la que estaba molesta por su locura.
-Cállate.-Respondí.
-Bueno, suerte con encontrar el camino correcto con tu gran memoria.-Me dijo sarcasticamente

Como ya sabía el resultado si me iba por mi cuenta, decidí mejor quedarme y esperar a que Lulia me dijera lo que debía decirme para que después nos fueramos juntas a casa.

-¿Quieres algo de comer? Yo invito, ya tengo trabajo.
-Mmm una crepa.
-De acuerdo, vamos. Luego de comerla hay un lugar que quiero enseñarte.
-¿Otra cosa? Mientras no me vuelvas a lanzar de un lugar alto todo está bien.
-Creo que alguien nos sigue, mantente alerta, Yadi.
-De acuerdo.

Tratamos de ir por una ruta al centro comercial por la cual pasara mucha gente y que además, que ninguna se separara de la otra, eso nos daría problemas. Cuando finalmente llegamos, algo me comenzaba a dar mala espina. La mirada que sentía se hacía cada vez más y más intensa, la presencia de alguien, cada vez mas y más cercana. ¿Quién será la persona o que será lo que nos sigue? Esa pregunta ahora estaba en mi cabeza y comenzaba a sentir escalofríos. Cuando sentí que lo que nos seguía se encontraba a solo unos cuantos pasos, saque la navaja que siempre cargo conmigo para casos como este e hice un movimiento en diagonal ya con la navaja de forma que pudiera dañar.

-¡Wow! ¡Tranquila Yadi! Soy Bianca, así que no me ataques, soy tu aliada. Así que... ¿Podrías dejarme de apuntar con eso por favor? Ya sabes quien soy...
-Ah, lo siento. Es tu culpa por seguirnos de esa forma. ¿No es así Lulia?
-No culpo a mi prima, yo hubiera hecho lo mismo. Mejor si quieres estar en paz y que mi prima te deje de apuntar con esa navaja, dinos la razón de porqué nos seguías. Después de eso veremos que sucede.-Dijo mi prima con una seriedad que rara vez tiene en un tema.
-Ammm... pues... ¡Tsk! Tenía que aceptar este encargo cuando hay dos asesinas presentes...
-Habla.-Dije acercándole mi objeto de metal con filo.
-O-oye tranquila... bueno Aneo me ha pedido que las observe, no sé la razón pero también están observando a tu amiga Yadire, honestamente no sé lo que esté planeando nuestro lider. Ahora pueden hacer lo que hacían, ya comprobaron que no soy alguien peligroso o con malas intenciones.
-No confío del todo en ti, pues nunca sabes quienes son tus aliados y quienes tus enemigos. Además, no eres la única siguiéndonos. ¿Me equivoco Bianca? ¿Quien te acompaña? ¿Alguien mas del "gremio"?-Pregunté haciendo cada vez más próximo el filo de mi arma a su garganta.
-¿Qué? ¿Alguien más? De eso yo no sé y tampoco me interesa. Sea quien sea, estoy segura que no es de nuestro grupo. Si lo es, yo no estuve nunca informada de ello.-Mencionó Bianca con cierta sorpresa.
-Lu, encárgate de ella, yo iré a ver a Karla. Si actúa sospechosa sabes que eres libre de hacer lo que quieras con ella.
-Entendido, Yadi.-Dijo Lulia mientras lanzaba uno de sus tantos artículos de defensa en una dirección en específico.
-¡Ah!-Se escuchó a lo lejos justo donde mi prima había lanzado su arma.
-Uups, se me resbaló de la mano accidentalmente en esa dirección.-Se burló mi familiar para disimular su acción cuando todos sabíamos que eso era mentira.
-Lulia, yo me iba a encargar de el pero bueno, gracias por quitarme esa molestia. Te encargo a quienes nos seguían. La crepa me la debes, no creas que se me ha olvidado.-Dije mientras me marchaba del centro comercial.

El caso de una asesina desconocidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora