Capítulo 10

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Estábamos a unos números de la habitación y no podía ignorar aquella sensación de nervios, pues me comenzaban a sudar las manos y me daba comezón en las axilas, como odiaba estar nerviosa o con nervios, pues estas reacciones siempre me han molestado. Cuando finalmente llegamos, queria detener al lider, pues no sabría que nos esperaba a todos por delante, posiblemente atacarían a mi amiga y una catástrofe comenzaría frente a Clara.
-Madre, vine a visitarle.-Dijo Aneo en un tono con algo en mente
-¡Largo!-Exclamó Clara
-¿Oh? ¿pero que tenemos aquí? Así que, finalmente puedo conocerte h-Hey, Jefe, me acordé que hay algo de lo que debemos hablar el grupo a solas.-Fue interrumpido por mi cuando finalmente decidí actuar.
-Esperame. Esto es más importante.-Me dijo viendo hacia donde Karla se encontraba.
-¡No! ¡Esto lo es más!-Dije jalándolo fuera del cuarto y dirigiendolo a la salida del hospital.
-Yadire, deja en paz al jefe.-Dijo Aiko.
-Obligame.-Le dije con mi mirada amenazandola.
Aiko soltó una sonrisa como si hubiera obtenido lo que quería, aunque hice caso omiso porque no me importaba. De pronto había recibido un mensaje, era de Clara diciendo "gracias, me has salvado de un gran conflicto. Por favor, sigue evitando que Aneo y Karla se junten, Karla no debe saber que es familiar de Aneo o ya sabes que sucederá". En ese momento me acordé de algo que había olvidado por completo, fue algo que Clara me había dicho desde que me presentó a Karla. Una advertencia, además de pedirme que siempre la cuidara no importa lo que sucediera y que la alejara de un chico cuyo nombre era extraño, así que no podía recordarlo hasta hoy, hasta que vi aquel mensaje de texto de parte de Clara. Todo había salido con exito, estábamos a unos pasos del hospital, sin conflictos ni nada, incluso gracias a aquél silencio, cualquier cosa podía ser escuchada. Sin embargo, escuchamos todos unos pasos que iban rápido y acercandose cada ves más hacia nosotros.
-¡Yadire! ¡Espera! ¡Me voy a quedar a dormir en tu casa! ¡Mamá ya me dejó!-Era la voz de Karla, estaba 100% segura de que era su voz.
Inmediatamente al escucharla me puse a correr tratando de cargar al líder del grupo.
-¡Oye! ¿¡Que te sucede!? ¿Algún bicho te picó o algo así? ¡Bájame ahora!-Exclamó Aneo
Todo lo que quería evitar y temporalmente tenía exito, ahora poco a poco finalizaba. Cada 10 pasos que daba, era un intento de derribarme de parte de cada integrante para que así soltara al lider, pero gracias a la gimnasia, era ágil y mi fuerza era un poco mayor a la que debería tener una chica de mi edad. Logré que nos alejáramos de Karla y que nada saliera mal. Les invente algo que decirles y finalmente volví por Karla para que nos fuéramos a mi casa. Sin embargo, a ella le daba curiosidad lo que iba a decirle Aneo y no me dejaba de preguntar. Mi única respuesta era "No lo sé"

El caso de una asesina desconocidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora