Capítulo 1

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Siempre he sido buena en el juego.

Desde la secundaria donde a escondidas de los maestros apostaba, descubrí lo buena que era. Empecé mirando a mi padre jugar, él no era consciente de que mis ojos captaban cada jugada que hacía, cada detalle que él era capaz de darme, todo eso para ponerlo en práctica y luego incluir jugadas que yo misma creía correcta. De esa manera me convertí en una buena jugadora.

La pregunta es, ¿juego limpio?

No.

Al principio lo hacía, pero cuando llegaron mejores jugadores me di cuenta de que el póker como otros tantos juegos hacer trampa era la clave, lo divertido está en hacerla y que también tan bien como para que el contrincante no se dé cuenta y eso es justamente lo que sucede ahora. Muestro mis cartas luego de que el jugador muestre las suyas. Ganando yo.

Mi sonrisa es enorme mientras veo la cara de horror del hombre. Doy un sorbo a mi copa mientras espero que alguien más se anime a jugar, mi mirada recorre el lugar deteniéndose en alguien que me mira fijamente.

Koga Togata.

El mismo chico que hace una semana se acercó para hablarme creyendo que soy una buena chica, a veces creo que él realmente no quiere creer que de inocente tengo lo mismo que él de feo; absolutamente nada. Levanto mi copa hacia él causando que sonría de manera encantadora, lo veo acercarse hasta detenerse a mi lado. Me levanto de la mesa luego de avisar que sigo en el juego mientras me acerco. Soy consciente de que sus ojos me recorren lentamente antes de darme una sonrisa, no puedo evitar hacer lo mismo.

—Ayame Higurashi, no pensé encontrarte aquí—termino lo que queda en mi copa parpadeando un poco para él.

—Jugaba—señalo la mesa de póker y su reacción es graciosa.

—¿Eres buena?—cuestiona viendo como entrelazo su brazo con el mío.

—Pruébame—lo reto y él solo me observa con atención—vamos, te mostraré lo buena que soy... en el juego—él se queda quieto causando que mi risa sea más alta—serás mi amuleto de la buena suerte—digo.

—Realmente no esperé que seas de esta manera—comenta dejándose guiar a la mesa.

Sonrío al recordar ese día.

Flash back

No puedo evitar mirar al muchacho que le sonríe de manera coqueta a otra chica. Es realmente guapo. Se supone que debería estar prestando atención al libro de historia universal que tengo en frente, porque en esa materia soy un asco y si sigo como voy estoy segura que reprobar será lo siguiente que haré. Culparé a ese guapo moreno de cabello alborotado y ojos azules. Casi quiero suspirar ante la visión que tengo de ese hombre de cuerpo trabajado, alguien con quien muy bien yo podría tener una linda aventura.

Sin embargo, hay un enorme problema, ¿Cuál? Que tengo un enamoramiento por él.

Sé que su nombre es Koga, este su cuarto semestre mientras es el segundo mío. Que no es un príncipe azul, pero que respeta a las mujeres y le gusta darles cumplidos. Que es un imbécil en cuanto a relaciones serias y que me gusta mucho.

Un suspiro se escapa de mi antes de que mi teléfono suene y yo baje la mirada. No puedo evitar reír antes de abrir el mensaje porque parece ser que Rin nunca cambiará. Veo el gif de sexo que envió al grupo que comparto con mis primas más cercanas, Kikyo, Rin, Sango y Kagome. Mi cuarteto favorito.

Así que me estabas espiando—ante esa voz sensual levanto la mirada y sé que mis ojos no podrían abrirse más por la sorpresa. La sonrisa digna de algún premio va dirigida a mí y yo solo parpadeo para saber si sigo con vida o solo estoy soñando.

Chantajes y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora