Capítulo 2

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Me miro frente al espejo haciendo poses sexys que hacen reír a mi compañera de piso. Rin y Kikyo ríen también, porque justo ahora estamos haciendo una video llamada en la que Kagome se salió hace un rato porque el bombón del novio apareció. Hasta yo quiero un novio que se vea así de bueno como lo está Bankotsu.

El atuendo es una blusa de mangas largas que se ajusta a mi piel y es corta con unas tiras dándole aires de que fuese la parte superior de un traje de baños. La blusa negra hace juego con la falda roja de cuero que llevo y las altas zapatillas negras. Mi pelo rojo va suelto y el maquillaje hace de mi rostro algo precioso de observar.

—¿De quién es la fiesta?—pregunta Kikyo mientras se le puede ver trabajar, porque está estudiando en una universidad en Londres, pero aun así ella trabaja en la sucursal de mi tío.

—Es de un chico que se gradúa, será la fiesta del año, todos en el campus hablan de ella—aseguro retocando mis labios en un rojo intenso.

—¿Le darás tus bragas al chico ese?—pregunta Rin curiosa y mi compañera de piso se ríe.

—Creo que ella quisiera darle más que eso—Rin ríe y yo ruedo los ojos.

—Seguramente él ni recuerda mi nombre, solo fue la causalidad de un hermoso encuentro. Así que saquen falsas ilusiones de su cabeza que hoy solo viviré la noche, ¿lista Ayumi?—pregunto a mi compañera de piso y ella asiente.

—Recuerda, nada de beber algo que no has visto destapar y servir, sabes que siempre hay morbosos por ahí—habla Kikyo mirándome—te ves preciosa, disfruta de la fiesta—les regalo una sonrisa y tras despedirnos cuelgo la llamada tomando mi bolso y adentrando mi teléfono en el mientras hablo con Ayumi.

Cuando llegamos a la fiesta no puedo evitar que un silbido de apreciación se escape de mis labios al mirar todas las personas que prácticamente pelean por entrar a la fiesta. Cuando logramos entran todo es de otro mundo en el interior. El descontrol se puede ver mientras la alta música hace que sea imposible mantener una conversación. Todo en este lugar es alcohol y movimientos de cuerpos en la pista de baile.

Ayumi toma mi mano llevándome a la barra improvisada ordenando nuestras bebidas, ella es la supervisora de las bebidas en esta ronda mientras mi cuerpo se mueve con suavidad escuchando una canción pegajosa sonar. Ella pasa mi cerveza y le doy un largo trago mientras saludamos a algunos de nuestros compañeros.

Alrededor de tred hora pasa para que estemos saltando y riendo sin parar en la pista de baile. Hoy me he besado con dos chicos los cuales luego de un buen besuqueo despaché porque no provocaron nada intenso en mí. Ayumi es quien se ha llevado premio gordo besando a cinco chicas, una chica y un beso de tres. La mujer es un desmadre. Con ese rostro dulce nadie pensaría que la mujer va por la vida haciendo lo que se antoja, creo que ese fue uno de los principales motivos por los cuales ella me cayó bien desde el inicio.

Cuando mi mirada conecta con los ojos azulados de Koga y una sonrisa se extiende por mi rostro, muevo mi cuerpo con sensualidad mientras él a la lejanía disfruta del espectáculo. Mis manos me acarician y él sonríe divertido, me detengo y camino a paso lento hacia él. Lo veo mirarme y caminar en dirección a las escaleras, sin sentir miedo un solo momento lo sigo ahora moviéndome más rápido para alcanzarlo. Lo veo dejar una puerta abierta con una clara invitación que no me permito declinar.

A paso sensual me adentro en el lugar y la puerta se cierra. Miro detrás de mi encontrándome con esa encantadora sonrisa de Koga en los labios. Lamo los míos y me acerco a él que pasa seguro y se aleja de mí.

—¿Qué pasa?—pregunto—¿le metes al éxito?—cuestiono acerándome a él—o... ¿acaso eres virgen?—sigo con mi ronda de preguntas haciendo que a cada momento su sonrisa incremente.

Chantajes y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora