Aire, tierra, agua y fuego son los 4 elementos naturales que rigen la Tierra, mis poderes me permitían controlarlos a mi antojo, además de ello, tenía otras habilidades por una variante del suero del súper soldado, eso era lo que creía, tenía total...
Nunca me he definido ni como una chica buena ni mala, solo sigo mis propias reglas e ideales, ello me llevo a encontrar mi camino, un día que estaba por la plaza de Sokovia, oí a hablar a un hombre sobre como los falsos líderes del mundo habían llevado a Sokovia a ser un estado fallido, que era tiempo de reconstruir un mundo mejor por lo que estaban buscando voluntarios para el grupo del cambio, así fue como decidí anotarme para formar parte de aquel grupo, después de ello, empezaron a entrenarnos para ir descartando a los más débiles, afortunadamente pasé todos los filtros, fuimos un pequeño grupo de 6, a los cuales nos aplicaron un derivado del suero del super soldado, usado alguna vez en el famoso Capitán América, mi cuerpo lo aceptó así como otros 3 más, nos pusieron bajo entrenamiento por 6 meses con el Soldado del Invierno, era mi turno de entrenar con él.
- Esto es demasiado aburrido – me quejé mientras golpeaba un saco de boxeo.
- Es parte de su entrenamiento – me respondió el soldado – necesitan pasar por todo esto si quieren ser parte de la Fuerza Élite.
- Como usted diga, Soldado – seguí golpeando el saco con mucha facilidad y agilidad.
- Si le parece muy fácil ¿por qué no lo intentas conmigo? Srta. Wozki – me dijo.
- Es Wozniak – le dije y me acerqué a él – eso me encantaría.
- No hablo polaco – sonrió ligeramente – si se lastima, no quiero quejas.
- No seré yo quien se lastime – dije para empezar a atacarlo, evadía mis golpes así como yo los suyos, me quiso dar un golpe con su brazo de hierro, le di un golpe con mi pie a su brazo hacia abajo para golpearlo en la cara, él sonrió, me detuve, volvió a acercarse a mí para atacarme otra vez, me dio un golpe en el estómago, se acercó nuevamente a mí, lo hice caer entrelazando mis piernas a las suyas, pero él me tomo de la cintura para que cayera encima de él, apreté su brazo y sus piernas con mis muslos, él quiso levantar su brazo de hierro, pero lo tomé con mis dos manos, él dio una vuelta y quedo encima mío, estuvimos un momento así haciendo fuerza, ya estaba por ceder.
- Creo que está lista – dijo Strucker apareciendo en el lugar, nos paramos – que te acompañé a la misión de hoy, la pondremos a prueba – le dijo al soldado – necesitamos unos compuestos químicos de S.H.I.E.L.D. – me dijo – salen en la noche – se retiró.
- Te advierto que, si estorbas, te dejare – me dijo – no me gusta ir acompañado.
- No te estorbaré, si tú no me estorbas, soldado – le sonreí y seguí golpeando el saco.
- ¿sabes que estuviste a punto de perder?
- Si tuviera un brazo de hierro, hubiera sido más fácil – dije mientras seguía golpeando el saco, él se puso delante del saco.
- Lo veremos hoy, te veo a las 22 hrs. en el centro de operaciones – dijo mientras salía.
Me alisté para la misión de hoy, estaba emocionada por salir, por fin de aquí, fui hacia donde había quedado encontrarme con el Soldado. Ahí nos comunicaron que debíamos sacar del laboratorio los compuestos, me alcanzaron una pequeña maleta para guardarlos, subimos al auto, conduje hasta una sucursal pequeña de S.H.I.E.L.D., el soldado se colocó su máscara y bajo con su arma, hice lo mismo, además de tomar el maletín.
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