Capítulo XI: De vuelta a Oslo

1.4K 78 77
                                        


- ¿te gustaría ir de compras mañana? – le dije entrando, ella me vio confundida – regalo de Stark.

- ¿De qué me perdí?

- Dejo un pequeño regalo en mi departamento hasta que reciba mi primer sueldo.

- Creí que no te agradaba.

- Solo decidí tomar el consejo de Steve, luego se lo devolveré, soy orgullosa, pero no tonta, además necesito ropa y comida, sé que no sueles prestar tus cosas.

- Está bien, total Tony invita, toca mi puerta a las 8 para ir a S.H.I.E.L.D., luego iremos de compras, ve directo a la cama, no estés escapándote.

- ¿En qué momento te lo dijo Steve?

- En ninguno, yo soy el ojo de Fury – me sonrió – ten – me entregó más ropa – con este serían dos outfits que me debes.

- Anotado – le dije para salir de su departamento, al dirigirme al mío, vi a Steve despidiendo a Sharon en la puerta, se estaban besando, yo entré con tranquilidad a mi departamento, dejé la ropa a un lado y me acosté, como de costumbre me dormí pensando en los Gemelos, ojalá estén bien, pero, sobre todo, pensando en él, él también estaba en mis sueños.

A la mañana siguiente, me di una ducha rápida y me coloqué la ropa que me dio Natasha, tomé una parte del dinero de Tony, me sentía tan sucia por hacer eso, pero como dijo Steve, lo veré como un préstamo, lo guardé en el bolsillo, así como la placa de Bucky, le toqué la puerta a Nat, me saludó, caminábamos hasta el estacionamiento, observamos a Steve subir a su moto junto a Sharon, yo subí con Nat a su auto para ir a S.H.I.E.L.D., me entregaron mi uniforme, pusieron mis datos en el sistema, firmé el dichoso contrato que mencionó Steve, el sueldo era bueno, después fui al laboratorio donde estaba el Dr. Banner, mi cuerpo seguía emanando la misma energía desde adentro, no había variado, después de ello fui de compras con Natasha, regresamos al departamento, Natasha me dijo que tenía que salir, me acompañó hasta a mi puerta para asegurarse que no me escape, Steve estaba con Sharon en su puerta, solo él me saludo, entré y espere que entraran fijándome desde el ojo de la puerta, lo hicieron y, rápidamente salí por la escalera de incendios, otra vez, iba memorizando el número de Pietro mientras caminaba hacia el teléfono público que esté un poco alejado.

 Banner, mi cuerpo seguía emanando la misma energía desde adentro, no había variado, después de ello fui de compras con Natasha, regresamos al departamento, Natasha me dijo que tenía que salir, me acompañó hasta a mi puerta para asegurarse que no ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Hola? – dijo Pietro por el teléfono.

- Pietro – dije feliz – ¿están bien? ¿y Wanda? – empecé a hablarle en sokoviano por seguridad.

- ¿___? Sabía que no estabas muerta como dijo Strocker, estamos bien, pero ¿Dónde estás?

- En los Estados Unidos, historia larga, necesito saber dónde están.

- Estamos en Noruega, Oslo.

- Déjame pensar cómo hago para ir a verlos.

- No hay ni un solo día en el que no deje de pensar en ti.

Solo tú (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora