Pasa el viernes, ¡y el mundo no se acaba! Los mayas no acertaron.
El sábado me despierto muy pronto.
Estoy agotado por mi trabajo de camarero, pero ¡es lo que hay! Miro por la ventana.¡No llueve!
¡Bien!
Saber que Taehyung está a pocos kilómetros de donde me encuentro y que puede haber alguna posibilidad de que lo vea me inquieta en exceso.
No comento nada en casa.
No quiero que esto los altere y, cuando llegan los amigos de papá con
el remolque de la moto y mi padre monta junto a Hoseok, sonrío.—¡Vamos, bebé! —grita mi padre—. Ya está todo preparado.
Mi hermana, mi sobrina y yo salimos de casa con la bolsa de deporte, y al llegar al auto me alegro al ver aparecer a Yugyeom.
—¿Te vienes? —pregunto.
Él, jovial, asiente.
—Dime cuándo he faltado yo a una de tus carreras.
Nos dividimos en dos autos. Mi padre, mi sobrina, y sus amigos van en un auto, y mi hermana, Hoseok, Yugyeom y yo, en otro.
Cuando llegamos nos dirigimos al lugar donde se va a celebrar el evento. Está a rebosar de gente, como todos los años.
Tras hacer la cola para comprobar la inscripción y que le den un número de dorsal, mi padre regresa feliz.
—Eres el número 87, bebé.
Le dedico un gesto de asentimiento y miro a mi alrededor en busca de Min ho.
No lo veo. Demasiada gente.
Compruebo mi móvil. Ni un solo mensaje.
Me encamino con mi hermana hacia los improvisados vestuarios que la organización ha dispuesto para los participantes.
Mi hermana me coloca las protecciones de las rodillas.
—Jungkook, algún año le tendrás que decir a papá que esto ya no lo haces —asevera—. No puedes seguir dando saltos sobre una moto eternamente.
—¿Y por qué no, si me gusta…?
Yang mi sonríe y me da un beso.
—También tienes razón. En el fondo admiro al guerrero que hay en ti.
Por primera vez en varios días, mi sonrisa es abierta y conciliadora.
Hago algo que me gusta, y eso se ve en mi cara. Pasa un hombre vendiendo bebidas y mi padre me compra una coca-cola.Complacido, empiezo a tomármela cuando mi hermana exclama:
—¡Aisss, Jungkook!
—¿Qué?
—Creo que has coqueteado.
La miro, y acercándose a mí con comicidad, susurra:
—El corredor que lleva el dorsal 66, el de tu derecha, no para de mirarte.
Y no es por nada, pero el tipo está bueno.Curioso, me vuelvo y sonrío al reconocerlo. Éste me guiña el ojo, y ambos nos movemos para
saludarnos. Nos conocemos desde hace años. Es de un pueblo de al lado de Busan. A los dos nos apasiona el motocross y solemos coincidir de vez en cuando en algunas carreras.Hablamos durante un rato.
Él, como siempre, es encantador conmigo. Un bomboncito.
Cojo lo que me entrega, me despido de él y regreso junto a mi hermana.
ESTÁS LEYENDO
Voyeur² +18 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ
Fanfiction-Kook, te quiero. -Pues, peor para ti. ... >>Ganador del concurso Jeon's Fanfic Awards<< 🌹 •Th top - Jk bottom •Mpreg