Voyeur² +18 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

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Sisi ya lo sé, me demoré mucho en actualizar... y de remate es un cap re cortito... bueno...de hecho esta solo es la primera parte... la segunda la publicaré x la noche.

Ahora subiré los cap todos los domingos, debido a que tengo poco tiempo x el trabajo :'

no olviden comentar

Tengan un excelente día

🌹

Llega mi cumpleaños.

Veintiséis añazos.

Hablo con mi familia, y todos me felicitan con alegría. Los añoro. Tengo ganas de verlos y abrazarlos, y prometo ir pronto a visitarlos.

Eon jin, la madre de Taehyung, da
una cena en su casa por mi cumpleaños.

Ha invitado a Minho, Woojin y a los
amigos que conoce.

Estoy feliz.

Yong ho me ha regalado un colgante muy bonito de cristal que luzco con orgullo.

Que el pequeño me haya buscado y me haya dado ese regalo ha sido especial.

Muy especial.

Taehyung me regala una preciosa pulsera de oro blanco. En ella
está grabado su nombre y el mío, y me
emociona. Es maravillosa. Pero el
regalo que me pone la piel de gallina
es cuando mi amor me dice que me quite el anillo que me regaló y me obliga a  leer lo que hay en su interior:

«Everything you want, Now and always».

—Pero ¿cuándo has puesto esto? —
pregunto boquiabierto.

Taehyung ríe. Está feliz.

—Una noche mientras dormías. Te lo
quité. Norbert lo llevó a un joyero
amigo y cuando lo trajo en un par de
horas te lo puse. Sabía que no te lo quitarías y que no lo verías.

Lo abrazo.

Ese tipo de sorpresas son las que me gustan, las que no me espero, y más cuando con voz ronca me besa y
murmura sobre mi boca:

—No lo olvides, pequeño, ahora y
siempre.

Una hora después, tras arreglarme,
me miro en el espejo. Me gusta mi
imagen.

La puerta de la habitación se abre y
el dueño de mis deseos aparece.

Está guapísimo con su esmoquin oscuro.

Qué sexy.

—¿Qué te parezco?

Taehyung recorre mi cuerpo con su
mirada y en su escaneo siento el ardor
de lo que le parezco. Finalmente, ladea la boca y, con una peligrosa sonrisa, murmura:

—Sexy. Excitante. Maravilloso.

Por favor…, ¡¡¡que me lo como!!!

Acalorado, dejo que me abrace. Sus
manos tocan mi espalda y yo sonrío cuando su boca encuentra la mía.

Ardor.

Durante unos segundos, nos besamos, nos disfrutamos, nos excitamos, y cuando estoy a punto de arrancarle el esmoquin, se separa de mí.

—Vamos, bebé. Mi madre nos
espera.

Miro el reloj. Las cinco.

—¿Tan pronto vamos a ir a la casa
de tu madre?

—Mejor pronto que tarde, ¿no
crees?

Cuando me suelta, sonrío. ¡Malditas
prisas alemanas!

—Dame cinco minutos y bajo.

Taehyung asiente. Vuelve a darme otro beso en los labios y desaparece de la habitación dejándome solo.

Sin tiempo que perder, me pongo los zapatos, me vuelvo a mirar en el espejo y me retoco los labios. Una vez que termino, sonrío, salgo de la
habitación.

Cuando bajo la bonita escalera, Sarah acude a mi encuentro.

—Está usted bellísimo, joven Jungkook.

Contento, sonrío y le doy un abrazo. Necesito abrazarla.

Susto y Calamar vienen a saludarme.

Una vez que suelto a Sarah, con una candorosa sonrisa, me mira y dice mientras se lleva a los perros:

—El señor y el pequeño Yong ho lo
esperan en el salón.

Encantado de la vida y con una gran
sonrisa en los labios, me dirijo hacia
allí. Cuando abro la puerta, una
corriente eléctrica recorre todo mi
cuerpo y, contrayéndoseme la cara, me llevo la mano a la boca y, emocionado como pocas veces en mi vida, me pongo a llorar.

—¡Tontooooooooooooo! —grita mi
hermana.

Ante mí están mi padre, mi hermana y mi sobrina.

No puedo hablar.

No puedo andar.

Sólo puedo llorar mientras mi padre
corre hacia mí y me abraza.

Calidez.

Eso siento al tenerlo cerca.

Finalmente, sólo puedo decir:

—¡Papá! ¡Papá, qué bien que estés
aquí!

—¡Tioooooooo!

Mi sobrina corre a avrazarme
junto a mi hermana. Todos me abrazan y durante unos minutos un caos de risas, lloros y gritos impera en el salón, en tanto observo el gesto serio de Yong ho y la emoción de Taehyung.

Cuando me repongo de esa estupenda sorpresa, me retiro los lagrimones de las mejillas y pregunto:

—Pero…, pero ¿cuándo han llegado?

Mi padre, más emocionado que yo,
responde:

—Hace una hora. Vaya frío hace
en Alemania.

—¡Aisss, tonto, estás precioso!

Me doy una vueltecita ante mi
hermana y, divertido, respondo:

—Es un regalo de Taehyung. ¿A que es precioso?

—Alucinante.

Al no ver a mi cuñado en el salón,pregunto:

—¿Hoseok no ha venido?

—No, Tonto… Ya sabes, el trabajo.

Asiento y mi hermana sonríe. La
beso. La quiero. Mi sobrina, que está
como loca agarrada a mi cintura, grita:

—¡El avión del tio Tae es muy entretenido! La azafata me ha dado
chocolates y batidos de vainilla.

Taehyung se acerca a nosotros y,
tomándome de la mano, dice tras
besármela:

—Hablé con tu padre y tu hermana
hace un par de días y les pareció
estupendo venir a pasar el cumpleaños contigo. ¿Estás contento?

Me lo como.

¡Yo me lo como a besos!

Y como un niño pequeño, sonrío y
respondo:

—Mucho. Es el mejor regalo.