quince. no sonrías así

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EL FUEGO SE PROPAGÓ CON VELOCIDAD, mis oídos chillaban por el sonido y la presión en mi pecho se hacía cada vez más fuerte. Y cuando creí que no podía ser peor...lo ví.

Estaba en medio de todo el fuego con la mirada desorientada, en tan solo un segundo nuestros ojos se conectaron y vi miedo reflejados en ellos, me sentí culpable y caminé hacía él pero las llamas crecieron advirtiendo que no diera un paso más.

-¡Lyn!-excalamó asustado mientras me veía.

-¡Stiles!-grité de igual forma viendo como el fuego lo rodeaba y el aire se iba de mis pulmones por todo el humo.

Un grito desgarrador salió de mi garganta cuando el fuego lo alcanzó y su cuerpo cayó al suelo mientras se incendiada. Gritos de ayuda salían de su garganta pidiendo que lo salvará, pero yo ni siquiera podía moverme.

Solo...lo ví.

Y desperté.

Grité y lloré, la ventana en segundos se abrió dejándome verlo.

Su mirada preocupada y su respiración acelerada.

-¿Estás bien?...-preguntó recuperando el aliento mientras me veía en la orilla de mi cama abrazándome a mi misma.

-Solo fue una pesadilla...-Solté casi ahogándome y él solo asintió para girarse-. ¿S-stiles?

Él enseguida se detuvo y volvió a verme a los ojos.

-¿Sí?

-¿Puedes quedarte?¿Por favor?

Sonrió ligeramente y camino hacía mi para acostarse aún lado mío, suspiré tranquila mientras sentía su calor tocar mi piel. Me atrajo a él y acaricio mi cabello con cuidado, casi con miedo a que hiciera algo.

-Sabes que siempre, Lyn.

Me tranquilice al tenerlo cerca y cerré mis ojos disfrutando el momento.

El silencio era casi extraño, un ruido me trajo a la realidad y abrí los ojos, la luz de la mañana cegó mi vista y mire mi alrededor...

Todo fue un sueño.

Stiles nunca estuvo realmente.

-¿Todo bien niña?.-Willow interrumpió mis pensamientos mientras buscaba algo en mi armario.

-Si, creo...¿Qué buscas?

-Tengo una cita con Mónica-sonrió evitando mirarme-. Y no sé dónde dejé mi chaqueta roja de la suerte.

-Esta en el perchero de la sala.

-Oh...-cerró las puertas-. Gracias.

Alzó la mano despidiéndose y yo solo suspiré dejándome caer nueva mente en mis colchón. Las cálidas mantas abrazaron mi piel casi absorbiendo mi cuerpo para que no me fuera, era algo tentador quedarme ahí todo el día...pero desgraciadamente tenía clases.

ETERNAL | Stiles Stilinski.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora