Amor no correspondido (Omegaverse)

Algo no está bien

Ben miraba a través de una ventana a la sala de entretenimientos, los dos hermanos estaban en una práctica física. El castaño estaba sorprendido pues, en los niveles de aprendizaje, esos dos estarían en los más altos, en la siguiente semana ellos entrarían al nivel donde él entrenaba. Todos estaban conmovidos de ver que el escurridizo omega por fin empezaba a madurar y hasta se desempeñaba bien como maestro, él alegraría que no tenía nada que ver, los dos hermanos eran guerreros natos y su rápido entrenamiento no era por otra cosa que una necesidad a la que tienen que responder en un mes.

El omega solo los supervisaba, ya que no podia sacarse de la cabeza un extraño sentimiento que tenía, desde la última vez que vio a su prima. Las emociones de Ben se volvían un verdadero huracán, del cual, era él núcleo.

Flashback (Hace una semana)

Dentro de la nave estaba el equipo y la familia viajando de regreso a la tierra. La nave estaba en automático, todos estaban alrededor de la sala de conferencias a la espera de que el pelinegro explicara la situación, este  acunaba a su hijo y S.W le daba una manta para calentarlos.

— Sé que esto debe ser una molestia para ti, pero... — empezó Ben acercándose a la pareja. — necesitamos saber que están planeando esos dos.

La pareja se miró entre sí, B.C entregó a su hijo al padre para acercarse a Ben. El chico por unos minutos miró al rey como si estuviera en busca de alguna aprobación para hablar, el rey entendiendo, se sentó al lado del omega castaño.

— No, deben saberlo por el bien del universo. — exclamó el anodita serio. — sin embargo, creo que debería pedir permiso del rey de Rennovah para dar esta información. — pidió mirando a Rook.

Este miró, por unos minutos, al grupo. Soltó un suspiro, bajando la cabeza, casi como si adoptara una pose de absoluta rendición, habló.

— No veo razón para negarme. — aseguró Rook agarrando la mano de Ben, este bien el actuar anterior del rey, lo dejó pasar.

— Bien, empezaré agradeciéndoles por salvarme a mí y a mi familia. — la voz del chico pasó a una más serena. —  Ahora, el que ambos me hayan secuestrado no fue solo por saber la ubicación, ni tampoco el que quieran atrapar al rey. — dijo mirando al suelo, con sus manos creo una especie de esfera, de la cuál se podía ver Rennovah, tal como se podría mostrar en una cámara de video.

— ¿Qué significa todo eso? — preguntó Shar observando su hogar.

— Hace miles de años atrás, mucho antes de que apareciera el Omnitrix, el universo era un caos lleno de guerras y destrucción. Todos querían poseer a planetas enteros sometiendo a su gente. Un joven Asmuth, viendo todo eso, decide crear un arma que ayudará ha establecer el orden, dicha arma tenía un poder capaz de destruir planetas enteros. Un arma, que si estaba en manos equivocadas sería el fin de la vida como la conocían. — Decía el joven mientras sus ojos brillaban y en la esfera se proyectaban escenas que él iba contando. — El galvan le confió este poder a Rook Raik, hijo del líder de la naciente raza de Rennohaganders, se le entregó Eiserne Seele, una armadura hecha con el material más resistente del universo, con la tecnología más avanzada de la época. La tarea de Raik no fue fácil, tardo 200 años en lograr el cometido, fueron miles de peleas en las cuales poco a poco fue ganando el título de héroe.

— ¿Hubo un otro héroe antes que yo? — preguntó con una pose de indignación total. — ¿Por qué nadie me lo dijo? Creí que era especial.

— Eso no es importante ahora, una vez se establecieron los acuerdos de paz, Raik pudo volver a su hogar natal, sin embargo al poco tiempo después de su retiro, hubo una nueva guerra en busca de la armadura, esta duró 100 años, en las que Raik dio su vida para protegerla. — En dicha esfera se vio como el rennohagander dio su último suspiro una vez terminó la batalla. — Asmuth sabía que, al morir Raik, muchos se alzarían para reclamar a Eiserne Seele. Por eso le pidió a la confiable gente de rennovah  que ocultará esta arma para siempre. Debido a esto solo los reyes pueden saber esto y es su máximo deber mantenerlo así. — La esfera se desvaneció entre sus manos, dando un suspiro, volvió a tomar a su bebé.