El héroe que amó

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Narra:Omnisciente

Los cristales volaban por todos lados, la musica paró en seco y los gritos de terror no se hicieron esperar. Ben tenía los ojos cerrados negándose a ver su horrible destino.

— ¡Ben! ¿Me escuchas? — preguntó el rey, quién había corrido hasta él desesperado. — ¿Estás bien?

— ¿Rook? — Dijo abriendo lo ojos.

Lo primero que vio fue la hermosa sonrisa del rey que le transmitía tranquilidad, empero el terror hizo raíz, al ver que el brazo del rennoviano había una gran mancha de sangre. En menos de un parpadeo, Ben ya estaba incorporado analizando la herida.

— Es un pequeño corte. — Explicó Rook sin darle mayor importancia.

— No, eres un rey y un rey no se puede lastimar por proteger a su guardaespaldas. — Alegó el omega rasgando un pedazo de su vestido para cubrir su herida.

Ben vendó con cuidado la herida, al terminar sonrió hacia al alien de ojos ámbar, quién le tenía dedicada una mirada llena de calidez y orgullo. Una segunda explosición reventó cerca de la pareja, el impacto los separó hasta estrellar en extremos opuestos del patio. Varios escombros calleron encima de los dos, el castaño se levantó de golpe buscando a Rook, este se encontraba tirado semi inconsciente. El omega intentó caminar, pero sus piernas eran aplastadas por una pared de escombro impidiendo le levantarse. Sonidos de cristales rotos lo alertaron, ahora con más desesperación buscaba en su reloj un alien que lo ayudase. Entonces, entre el polvo y el humo apareció un gran alienígena gordo y de grandes tentáculos, su estruendosa sonrisa iba acompañada de la recarga de su arma con la que apuntó a Rook.

— Qué momento tan emotivo. — dijo el ser aún riendo. — lastima que se terminó. — Habló el alien apretando el gatillo.

Ben intentó activar el reloj más este simplemente no obedeció, él maldijo al aparato viendo como el alienígena tomaba por el cuello a Rook.

— No desesperes, en cuanto diga la localización de la armadura, ambos serán tirados al mismo hoyo para que se pudran en la eternidad. — se burlaba el alien observando la desesperación del humano.

Justo cuando el enorme ser iba a presionar el gatillo, un disparo calló en su mano haciendo que soltará el arma y al rey. Ben, como pudo, sé levantó para correr hacia el rennoviano.

— ¡No toques a mi hermano! — gritó Shar corriendo por los tejados del palacio hasta lanzarse y caer encima del alien.

— ¡Maldita mocosa, quítate de encima! — exclamó el alien tratando de agarrar a la joven.

— Dirígete a mí con respeto, escoria. — le dijo la joven disparándole en la cabeza.

El corpulento ser calló de rodillas. Rook ya despierto, junto con  Ben, fueron hacia ella, estaban sorprendidos por la forma de atacar de la "princesa". Shar tenía la respiración agitada y su mirada reflejaba un millón de horribles emociones.

— ¿Shar, estás bien? — cuestionó Rook abrazando a su hermana.

Esta al sentir el abrazo de su hermano regreso en sí. Con la mirada baja, miro sus manos y luego a Ben, quien la veía preocupado. En ese momento, Shar aprendió otra lección del humano, los héroes tienen las manos manchadas.

— Sí, estoy bien. — afirmó la joven separándose de su hermano. — tenemos problemas, Roth ha puesto al ejército en nuestra contra, él ha estado detrás de las invasiones a nuestro planeta, él estaba aliado con Khyber y doctor Psycobos. — informó la omega.

— Tenemos que tener la mano del ejercito, sino solo quedaría esperar a que las tropas de los plomeros hasta manaña. — dijo Ben viendo a Rook.

— No podemos, para eso ya habrán arrasado con la cuidad entera para hacernos hablar. — argumentó Rook apretando los puños.

Amor no correspondido (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora