Amor no correspondido (Omegaverse)

Intento de escape

Narra: omnisciente

El omega saltaba por los techos del palacio, esquivando a los guardias que no sabe como estos ya estaban informados y se encontraban buscándolo. El héroe bajó hacia el balcón menos poblado para empezar a descender.

— Quiero vomitar. — exclamó el pequeño balanceándose de un lado a otro.

— ¡Pero, ¿Cómo?! — Ben frenó su andar, colocó al niño frente a él. — ¿Por qué me sigues? — interrogó.

— Debo cuidarte. — entre mareos, el pequeño logró responder.

— Voy a huir, ya no es necesario. — El omega dejo en el suelo al pequeño, mas este aferró a su pierna como si su vida dependiera de ello. — ¡Sueltame, obedece! — le exigía apartandolo de él.

— No, si huye, mi hermano se pondrá triste. — explicó el pequeño encajando sus garritas a la piel.

— Mier... — Ben se mordió su labio evitando soltar la palabrota. — Ok, amigo, tú no lo entiendes, yo debo volver a casa,  alguien me está esperando. — Ben se agachó, lentamente, apartó al pequeño.

— ¿Quién? — preguntó el pequeño, confundido.

— mi familia. — contestó acariciando su cabeza.

— ¿Hablas del señor gordo y la joven que te dejaron aquí? — argumentó el niño.

Ben sintió una punzada en su corazón al saber que fue traicionado por su propia familia. Guardo la calma, debió haber una gran idea detrás de todo este embrollo, cuando vuelva  pediría las debidas explicaciones.

— Sí. — replicó dando un suspiro.

— Quédate, podemos ser tu otra nueva familia. —  pidió el pequeño restregando su cabecita en la pierna del joven.

— Este yo... — sabía que solo había una manera de que el pequeño entendiera que debe volver. — Tú... — no conocía su nombre, no sabía de que manera referirse a él. — Tú sabes lo que son omegas y alfas, ¿no?

— Sí. — asintió de manera efusiva. — mi hermano Rook es un gran alfa y tu eres su omega. — decía con inocencia.

— Ese es el problema, verás... — no sabía cómo explicarle al pequeño la complicada situación en la que se encontraba. — Yo estoy destinado a alguien más y...

— Mentira. — soltó con seriedad el niño.

— ¿Qué? — Ben quedó confundido ante la seria mirada del pequeño.

— Si fueras el destinado de alguien más tendrías su nombre en tu cuerpo. — expusó el niño. — Pero, tú no lo tienes.

Sin creerlo, Ben corrió hacia una escultura de plata que había cerca, en ella podía ver su reflejo, rápidamente se quitó una parte de la prenda superior a fin de revelar su pecho.

— No hay nada... — confirmó Ben al ver su pecho sin ninguna marca o rastro de lo que fue el nombre de su destinado.

— Si ves, yo nunca miento... mi hermana Rook Shar me dice que esa es una muy linda cualidad mía por que...

El omega dejó de escuchar al pequeño, se había sumergido en un abismo de dudas, en el cual ninguna podía responderse, aún así, existía una premisa.

"Kevin ya ama a alguien más."

Oyó a su omega interior que, por primera vez, estaba calmado, no era una calma de paz, de esas que te hacen sentir satisfecho y feliz. Esta era como si los sentimientos que tanto le afectaron, ahora ya no existen. Como si...