Capítulo 19

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-¿Ya llegamos? -murmuró Niall cerca de mi oído por decima octava vez en media hora.

Conté hasta diez mentalmente mientras recordaba las razones por las que no podia ahorcarlo, el problema era que cada vez quedaban menos de ellas. Mirando sobre mi hombro le dirigi una mala mirada antes de volver a la carretera. Sabia bien que el rubio estaba haciendo eso solo para sacarme de mis casillas ya que él sabia perfectamente donde quedaba la casa de mis padres.

Escuché a Niall volver a su asiento y suspiré con alivio, lo que me duró unos cinco minutos antes de que el cartel de "Bienvenidos a la ciudad de Wolverhampton" apareciera en mi linea de visión y la sirena rubia volvio con el parloteo. Zayn se removio en su asiento y mi mirada se disparo hacia él, observando como sus ojitos marrones se abrian y parpadeaba rapidamente para alejar el sueño.

-Buenas, bebé. –sonreí, estirando una de mis manos para frotar su pierna-. ¿Dormiste bien?

Zayn se frotó los ojos un momento antes de pasar su mano por su cabello, alejando algunas hebras perdidas que habian caido sobre su rostro. Sus orbes aun mantenian esa bruma de sueño que me dijo que el chico aun no estaba del todo despierto. Sonreí cuando su mirada se dirigio a mi y sus labios se curvaron levemente.

-¿Cuanto dormi? -preguntó con voz ronca antes de mirar por la ventana con el ceño fruncido- ¿Donde estamos?

-En Wolverhampton. -informé-. Dormiste todo el viaje.

Zayn se sentó erguido en su asiento y miró hacia afuera con los ojos abiertos de par en par. Su labio inferior fue atrapado entre sus dientes en un gesto nervioso que no habia asociado a él, parecia que el niño habia encontrado un nuevo nivel para su ansiedad. Practicamente vibraba sobre su asiento.

Volviendo mi vista a la carretera conduje por varios minutos antes de detenerme a poco más de una cuadra de la casa de mis padres. Zayn seguía temblando por lo que abriendo las puertas, le hice un gesto a Niall para que saliera y nos dejara solos. El rubio entendio la pista al instante y se deslizo de su asiento, saliendo del vehiculo y comenzando a caminar en dirección a mi casa de infancia.

-¿Que te sucede, Zy? -pregunté suavemente, alcanzando su mano para llamar su atención.

El moreno me miró con su labio aun atrapado entre sus dientes pero no dijo nada. Alzando una mano, atrape su barbilla y jalé suavemente su labio hasta que lo soltó. Una pequeña sonrisa se deslizo en su rostro cuando nuestros ojos se encontraron.

-Mira como lo dejaste al pobre. -acaricie su labio suavemente con mi dedo, notando lo rojo e hinchado que estaba-. Parece como si te hubieses ensañado con él.

-No me trates como si fuese un bebé, Liam. –se quejo suavemente pero de igual manera no se alejo de mis caricias.

-No te estoy tratando como un bebé.

-Si lo haces -afirmó, estas intentando distraerme.

-¿Y eso es malo? -sonreí antes de acercarme y dejar un pequeño beso sobre sus labios, alejandome en el momento justo que Zayn intentó profundizarlo-. ¿Estas listo para conocer a mi familia, pastelito?

Zayn inclino la cabeza hacia un lado, mirandome con curiosidad- ¿Pastelito? -pregunto.

Hice una mueca antes de rodar los ojos y soltar un suspiro–. Estoy nervioso, ¿si? Ponerte apodos me tranquiliza.

-Okeey -murmuró, alargando la e y mirándome de forma extraña-. Eso no es raro ni nada.

-Al menos recuerdo traer pantalones. -replique.

-Oh dios, no lo vas a dejar pasar, ¿verdad?

Sonreí-. Jamás, dulce corazón.

Zayn solo rodó los ojos mientras encendia el auto nuevamente y lo conducia por la cuadra hacia la casa de mis padres. Las casas por allí eran bastante parecidas pero la de mis padres se destacaba por el bonito arbol de cerezo que decoraba el jardin delantero. Lo habia comprado para mamá el primer día de las madres luego de que me adoptaran y Karen lo habia plantado orgullosamente al frente, diciendo que todas las madres de la cuadra estarian envidiosas de su regalo.

Brave |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora