Capítulo 32

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-Si, mamá, le pedí matrimonio -repetí por quinta vez, escuchando los gritos emocionados seguidos por el llanto descontrolado a través del teléfono-. Mamá, por favor, no llores, Dios para con eso.

-Mi bebé se va a casar. -y ahí iba de nuevo.

-¡Liam! -la voz de Zayn provino desde la sala recorriendo todo el camino hasta la cocina.

Dejando el cuchillo que estaba usando para picar las verduras, limpié mis manos con un paño y salí de la cocina aún con el teléfono pegado a mi oído. El moreno estaba acostado en el sofá, con las piernas sobre el respaldo y la cabeza colgando por el borde del asiento. El suelo debajo de su cabello estaba lleno de revistas de boda, de esas que las mujeres usan para elegir su vestido, cortesía de la estúpida broma de Francis. El idiota habia cubierto casi todo el suelo de la sala con esas cosas, de donde las saco es un real misterio.

Bajando el libro donde tenía la nariz enterrada, el moreno me observó sobre el borde de las páginas con los ojos enormes. Su cabello estaba disparado hacia todos lados, simulando que había tocado un tomacorriente.

-¿Qué sucede, bebé? -pregunté, tapando el auricular.

-Estoy aburrido.

-¿Me hiciste dejar lo que estaba haciendo para decirme eso? -elevé una ceja.

Se encogió de hombros, la piel al lado de sus ojos se arrugó lo que me dijo que el pequeño mañoso estaba sonriendo detrás del libro. Colocando el teléfono entre mi mejilla y hombro, atrapé uno de sus pies y comencé a pasar mis dedos sobre la planta desnuda del mismo. El libro voló de sus manos mientras intentaba apartarse de mí, sus risas eran contagiosas.

-¿Zayn está ahí? -mamá preguntó.

-Si, aquí está. -aprovechando mi distracción, el moreno se zafó de mi agarre y rodó lejos antes de ponerse de pie sobre el sofá dando pequeños saltitos sobre los cojines.

-Pasamelo, quiero hablar con él -y comenzó a llorar de nuevo-. Voy a tener dos hijos, no lo puedo creer.

-Un minuto, mamá, solo debo... -saltando sobre el respaldo del sofá, intenté atrapar a Zayn pero el chico se escurre debajo de mi brazo y salió corriendo de la sala-...atraparlo.

Con el telefono aun en mi mano, rodee el sofá y seguí la pequeña figura de Zayn por el pasillo. Su cabello se perdió dentro de la habitación de Francis y no me detuve a pensarlo antes de ir tras él. Sus pies sobresalen de debajo de la cama cuando entré, atrapandolo de la pierna lo jalé fuera. La alfombra se arrugó con él cuando lo saqué de debajo de la cama, un par de revistas aferradas en sus manos.

-Wow -miró una de las portadas-. ¿Sabías que Francis guarda el porno debajo de la cama?

-Deja eso, ojos brillantes. -pedí-. Francis se enojara.

-Él me trato de novia, ¿porque yo no puedo revisar sus cosas? -eso no tenía ningún sentido, pero allá él.

-¡Liam!

-Estoy aquí, mamá.

-Tu padre quiere hablar contigo, tesoro, estoy tan feliz con todo esto. -su llanto se hizo lejano antes de que la voz de papá traspasara el auricular-. Felicidades, hijo.

-Gracias, papá.

-Estoy muy orgulloso de ti -aseguró-. Sabía que elegirías bien, Zayn es un buen chico.

Miré al moreno aun tirado en el suelo, pasando las hojas de una de las revistas mientras sus ojos se ampliaban con cada página-. Joder, ¿eso es un asta de bandera? En el aeropuerto seguro que lo acusan de contrabando.

-Seh, todo un tesoro. -arrastré las palabras.

-Bien, Liam, te llamo luego, tu mamá salió a contarles a los vecinos y debo detenerla antes de que coloque una pancarta frente a la casa como la vez de la bandera de arcoíris -hice una mueca ante el recuerdo. La mujer había estado tan segura de que era gay que cuando les dije que teníamos que hablar sacó una bandera con los colores del arcoiris y me aseguro que estaba todo bien, la cosa estuvo cerca de un año colgada de la ventana frente a la casa antes de que papá "accidentalmente" la cortara con las tijeras de podar-. Cuida muy bien a ese chico, nos vemos, hijo.

-Nos vemos, papá. -dicho eso, corté.

-¿Que es un "Papi de Cuero", Li? -preguntó Zayn, mirando una de las revistas mientras balanceaba sus pies.

Me encogí de hombros-. Y yo como voy a saberlo.

-Tendrias que informarte, te verias bien en esto. -levantó la revista y me enseñó un tipo con una minúscula tanga negra, dos tiras de cuero con tachas cruzando su pecho y más pelo del necesario en el centro-. Tu te verias mejor que este tipo con esas cosas.

-¿Gracias? -el moreno sonrió antes de arrastrarse nuevamente debajo de la cama y sacar más revistas, ojeandolas-. Hey, este soy yo -apuntó a la revista-. ¿Porque tengo cuernos y una cola de flecha?

Acercándome a él, miré hacia la página donde estaba apuntando para encontrarme con una fotografía de Zayn pero tomada hacia un par de años. Y efectivamente, de su cabello salian dos cuernos rojos, dibujados con lapicera al igual que la cola del mismo color que se extendía de sus pantalones.

-Creo que Francis no te tenía mucho cariño antes.

-Si, porque yo a la gente que no quiero le dibujo cuernos -frunció la nariz-. ¿Quién es el infantil ahora?

Apoyándome en la pared detrás de mí, observé como el moreno pasaba más hojas antes de volver a detenerse, mirar algo y seguir. Sus ojos se posaron en una fotografía donde se podía ver perfectamente a un sonriente Adam. Zayn levantó la revista, enseñandomela.

-¿Como rayos no te diste cuenta de que era gay? -preguntó-. ¿Corazoncitos? ¿En serio? Debería mostrarle esta fotografía a mi tio solo por lo patético que es.

-No harás nada -reí-. Suelta eso y vamos a la cocina, puede que hasta te cocine algo.

-Eres mi esclavo, claro que cocinaras para mi. -sonrió brillantemente.

-Oh claro, su majestad -me burle-. Mueve el culo, que donde Francis llegue y nos vea aquí nos castra a ambos.

-Si, justo después de besar su poster de N'sync. -rió antes de volver a arrastrase baio la cama.

-Cuidado con las arañas, bebé, no se hace cuanto que Francis no limpia este lugar. -tomando uno de sus pies, lo jalé fuera antes de tomarlo en brazos.

-¡Espera, aún quedaban cosas allí! -estiró las manos hacia la habitación mientras salíamos.

-Y te quedarás sin verlas. -aseguré.

-Aguafiestas. -algo brilló en su mano cuando me golpeo en el pecho y mi mirada se dirigió directamente a eso.

Mi ceño se frunció cuando visualicé la pequeña medalla en su mano. El pequeño trozo circular de oro tenía un intrincado dibujo al frente, casi como un escudo aunque en verdad nunca supe exactamente que era. Parecía ser alguna especie de dragón enredado en algo pero no se podía visualizar demasiado bien. La cadena era de pequeños eslabones del mismo material, tan fina que podía pasar por una tela de araña pero jamás se había roto antes.

-¿De donde sacaste eso, bebé? -pregunté, tomándola de su mano.

-Uh -miró su mano-. Quedó enganchada en mi mano cuando me arrastraste, estaba debajo de la cama.

-¿Qué rayos hacía esto debajo de la cama de Francis? -tomé la medalla, pasando mi pulgar sobre el dibujo.

-¿Qué es? -pregunto mirándolo-. Parece un lagarto.

-No lo sé. -negué-. Pero esta cadenita es mía, fue lo único que me quedó de mi madre. Pensé que la había perdido hacía un tiempo, me alegra tenerla de nuevo.

-¿Es tuya? -asentí-. ¿Entonces por qué la tenía Francis?

Me encogí de hombros-. Ni idea pero voy a averiguarlo en cuanto regrese.

Brave |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora