Capítulo 16: Historias

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- Dice que no va a bajar a comer.
- ¿Qué?
- ¿Otra vez?

Steve baja las escaleras y se sienta en su lugar habitual.

- Yo hablaré con ella.
- No te molestes, Wanda.- Tony se frota los ojos incómodo.- Está enojada con todos nosotros.
- ¿Qué?
- Lo que oíste Sam. Dice que no quiere saber nada de nosotros.
- Estás exagerando, Thor.
- No lo dijo directamente, pero eso me dio a entender.
- Vaya que tiene lo Stark bien notorio.
- Cállate, Bucky.- Tony se levanta y camina en círculos como siempre suele hacer cuando está pensativo.- ¿Y el brujo verde?
- Está en el jardín trasero viendo las estrellas.
- Romanoff, recuerda no perderlo de vista.
- Como usted diga, capitán Stark.
- ¿Alguien me puede explicar el porqué está tan molesta de nuevo?- Pregunta Banner exageradamente.
- Dice que somos unos hipócritas que solo tratan de mentir a los demás.

Todos se quedan callados al escuchar a Thor. Tony mismo se frustra y le duele admitir que su hija tiene razón, pero no puede evitar sentir tanto odio hacia Loki.

- ¿De qué me perdí?

Loki entra al comedor donde se encuentran todos y los mira.

- Come.- ordena Thor.
- No.- Loki se acerca las escaleras.- Tengo sueño, como ustedes suelen decir, y ya son casi las once. Así que adiós.
- Loki, come.
- Hermano, nadie muere por no comer una noche.

Loki sube las escaleras ante la mirada de todos.

- ¿Se ponen de acuerdo o algo así?
- No digas estupideces, Banner. Mi hija ni si quiera habla con él.
- Señor Stark, tengo que avisarle que la señorita Atla está bajando en las noches a comer, así que no debe preocuparse.
- ¿Y me lo dices ahora, Visión?

Stark alza las manos y se dirige al ascensor que lo lleva a su laboratorio.

Loki mira el reloj en su pared impaciente. Atla ha estado evitándolo estos días y no sabe la razón. Desde que tuvo ese enfrentamiento con su hermano lo único que hace es hacerse la dormida cuando va a verla. Y ha estado llegando muy tarde a casa.

Está tan sumergido en sus pensamientos que no se percata que el reloj ya da las 2 de la mañana. Abre la puerta y ve que toda la casa está a oscuras. Sigue los pasos de siempre y entra en el cuarto de la chica. Se le estruja el corazón.

Atla duerme en su mesa, encima de sus libros y con muchos apuntes a su costado. Por lo que le dijo antes, esta semana serían sus exámenes finales o algo así.

Se acerca y le acaricia una mejilla delicadamente, pero a pesar de eso, hace que la chica se despierte de un salto.

- Soy yo, tranquila.

La chica se frota los ojos y aún somnolienta, expresa una pequeña sonrisa. Loki le responde con el mismo gesto y la carga en brazos hasta su cama.

- Deberías dormir un poco. Estos días te veo cansada.
- Tengo que estudiar...
- Atla, sabemos que sin estudiar pasarías cualquier examen.
- Pero eso no debe de notarse.
- Duerme. Te despertaré temprano mañana. Es el último.

La joven sonríe y sintiendo la mano de Loki en su cabeza, cierra lo ojos nuevamente. Este mira el rostro de la chica y le viene la mente lo recuerdos de las primeras veces que pasaba momentos juntos y solo se dedicaba a mirarla.

Se levanta y camina por la habitación curioso. Decide coger los libros de la chica y le da un ojeada. Vaya que es interesante. Cierra el que acaba de terminar y coge otro de color rosa, no se percata que es un libreta hasta que la abre. Tiene apuntado un monton de cosas que hacer: Revisar el apunte tal, enviar el trabajo tal, clase tal... Hasta que algo llama su atención, en la línea que señala las 18:00 horas: está escrita la palabra Robert.

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