Capítulo 17: Conocerlos

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Loki mira a la chica dormir plácidamente. Ya son las 7 de la mañana y sabe que despertará en cualquier momento, mientras él no ha podido cerrar los ojos toda la noche.
¿Puede que su hermano tenga razón? ¿Que ella lo ame? Pero si es así, ¿por qué siente verla radiante cuando lo besa a él? ¿Por qué sus ojos brillan cuando está con él? Cuando la conoció, el brillo en sus ojos era distinto, ahora es cálido, amoroso, alegre... Ella no puede amar a Thor y ¿Por qué demonios le importa tanto?

- ¿Loki?

Observa a la chica sentarse en su cama y frotarse los ojos.

- Hola.- Sonríe tímidamente.
- Tus ojos.

La chica se levanta y se acerca a él. Coge su rostro entre sus manos y lo observa muy de cerca. Loki se pone nervioso, sabe que no debería, pero tenerla así de cerca y con todo lo que habló ayer con Thor, lo hace sentirse incómodo.

- No has dormido.- Dice ella sin soltarlo.
- Yo... Quería verte dormir.
- ¿Seguro?

Loki cae en cuenta que el contacto que hace con la chica es suficiente como para que ella pueda sentir sus emociones, se levanta y la aparta con delicadeza.

- Voy arriba.
- Loki, espera...
- Suerte.

La chica se queda confundida al ver que Loki sale corriendo de su habitación. Le parece extraño pero no tiene tiempo. Se arregla y baja sigilosamente a la cocina a coger algo que comer. No desea ver a nadie aún. Está apunto de salir de su casa, pero recuerda que el último trabajo que tenía que entregar lo dejó en la pequeña biblioteca de la casa. Maldice por lo bajo y sube con el mismo silencio que antes.

- Estoy haciendo lo posiblemente, ¿sí?

Escucha a su padre discutiendo con alguien, pero trata de no tomarle importancia. Hoy es el último día de clases y necesita estar todo listo.

- Tienes que dejarlo, las cosas tiene que pasar y...
- ¡No voy a dejar que se acerque a mi hija!

"¿Qué?". Atla sabe que está mal lo que va a hacer, pero se pega un poco a la puerta de la oficina de su padre. La curiosidad a veces es su peor castigo.

- Tony, tienes que entender que hay algo entre ella y él.
- Mira, Strange. Por última vez, te lo repito una última vez, ella y Loki nunca tendrán nada. Primero muerto a que eso suceda.

Siente como los pasos de su padre se acercan a la puerta y se pega rápidamente a la pared. Su padre sale tan molesto que ni si quiera se da cuenta de su presencia. Está a punto de llamarlo, pero piensa en las cosas que tiene que hacer. Se acerca al balcón que hay en ese piso y activando sus poderes, vuela hasta la entrada del cuartel.

La conversación que ha escuchado no ha sido tan larga, pero si lo suficiente como para llamar su atención ¿Quién es Strange? Nunca ha escuchado ese nombre ¿Por qué la relacionada con Loki? ¿Sabrá algo de lo que pasa entre ambos? Y ante todo esto ¿Cuál es su verdadera relación con el asgardiano?

Sacude su cabeza y trata de discipar sus ideas. Ya habrá tiempo para eso.

Mientras tanto, Loki se encuentra en su cuarto, muy pensativo. No ha bajado a desayunar, no ha bajado a almorzar y mira el reloj que apunta las 4. Falta poco para que salga de su clases. ¿Va? No, se vería muy estúpido esperando fuera de una universidad ¿Pero si la encuentra con Thor? No, eso no puede pasar.

Se levanta y camina nervioso por la habitación. Recuerda la noche en que tocó a Atla por primera vez, la ropa que usaba, el maquillaje en su rostro, el sabor a cerveza en sus labios. Se jala un poco el cuello del traje y se sienta. Con sus poderes hace aparecer un ilusión de la silueta de la chica, la tiene parada frente a él, con una sonrisa, hace que la ilusión juegue con las tiras de su camiseta, sus ojos azules lo miran con cariño y pasión. Se para y rodea la silueta de la joven, tratando de ver cada parte de su cuerpo, recordando todo lo que ha visto hasta ahora. Vuelve a la cama y comienza a tratar de abrir la parte baja de su traje...

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