Capítulo 23: Disculpas

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4 días. Han pasado cuatro días desde que Atla lo descubrió con Sif, 4 días después de que trató de explicarse y ella lo botó de su habitación como un traste roto. La llamó, pero la chica no se dignó a abrirle. Y es que se siente estúpido. Él, Loki Laufeyson, príncipe de Asgard ¿Deprimido por una midgardiana? ¡Maldita sea!

Se pone de pie de un salto y mientras camina a la terraza, convierte su pijama en el traje de siempre. Se detiene un momento en el espejo y acomoda su cabello. Ya se ha acostumbrado a su nuevo corte, pero le desagrada ver sus profundas ojeras. Está apunto de tirar un puñetazo al espejo, pero sabe que eso haría que los sirvientes vengan a verlo y quiere seguir sin salir ni ver a nadie. Steve, Bucky y Sam han venido a buscarlo estos días, pero se cansaban después de unos minutos que lo llamaban y no obtenían respuesta.

Se frota la cara frustrado y mira el cielo. Por la posición del sol sabe que recién serán las 7 de la mañana. Apoya sus manos en el balcón y baja la cabeza. El desayuno debe estar por llegar.

- Te ves algo decaído.

Loki gira y se encuentra a Steve con su bandeja de comida. Este la deja en una pequeña mesa del cuarto y camina hasta él para ponerse a su lado. Ambos se miran unos segundos y casi al mismo tiempo, dirigen su mirada al cielo.

- ¿Qué problema tienen con tocar la puerta?- Loki frunce el ceño y apoya su barbilla en las manos.- Tu gente merece una clase de modales.
- Pues si hablamos de modales, tú no los tienes al dejarnos solos en TU tierra.
- Cállate, Rogers.

Loki lo mira enfadado y camina hacia su cama para después dejarse caer. Le harta que el soldado de otra época tenga la razón en casi todo.

- Tony tiene algo importante que decir...
- Pues será mejor que vayas.- Interrumpe Loki mientras se tapa lo ojos con una mano.
- A todos. Y ese todos te incluye a ti.
- Me interesa una mierda lo que Stark quiera.
- Tiene relación con tu padre y... Atla.
- ¿Tú crees que con solo mencionar a Mini Stark, iré?

Ambos caminan por los pasillos del palacio. Steve sonríe de manera burlona mirando a Loki, mientras él rueda los ojos fastidiado. No puede creer que haya caído con solo escuchar el nombre de la chica.

Las puertas del el comedor se abren y Loki observa como todos se queda mirándolo, incluso Alta, que lleva puesto un traje de las guerreras de Asgard, mantiene su mirada fija en él, pudiendo reconocer su sorpresa y tristeza. Su cola alta hace resaltar lo fino se su rostro y solo tiene ganas de correr y suplicarle perdón, pero su orgullo no se lo permite. Sam y Bucky se levantan y lo saludan con un apretón de manos y una palmada en la espalda para después llevarlo a su asiento.

Peter y Atla hablan alegremente. Nota como el niño araña lleva puesto un traje parecido al de Frandal. Saluda a Wanda y Romanoff y a sus respectivos esposos, tratando de no seguir observando a la chica de cabellera rubia. Está apunto de hablar con Sam cuando ve entrar a su hermano, junto a su padre y a Tony con Pepper.

Thor no se molesta en ocultar su asombro al verlo sentado y lo saluda moviendo su mano derecha con una sonrisa estúpida. Los cuatro caminan hasta el medio de la mesa y Odín es el que toma la palabra:

- Buenos días. Espero que estos días hayan sido de su agrado. El señor Stark y yo queremos aclarar una duda y por eso necesitábamos la presencia de todos.- Loki siente la mirada de su padre en él y se acomoda su camisa fastidiado.- Puede continuar, Señor Stark.
- Muchas gracias, risitos Mayor.- Algunos sueltan una leve carcajada al escuchar al hombre de metal.- Para hacer esta conversación menos... Tonta, vayamos al grano: ¿Le gustaría relajarse un tiempo más en Asgard? No lo sé... ¿Un mes y medio tal vez?

Loki observa como Atla hace un esfuerzo por no atorarse con el sorbo de su té de vallas que está tomando y mira a su padre con los ojos abiertos como plato.

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