The Walking Dead - Gif Series / Imaginas cortos

46. Negan

Continuación del capítulo anterior
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Negan no podía apartar la vista de los ojos de ___________. En parte porque esperaba que en cualquier momento los abriese pero también porque sabía que si veía alguno de los moratones que se le estaban formando por el cuerpo no podría aguantar su ira e iría a por los que la habían atacado la noche anterior.

Siddiq terminó de apuntar un par de cosas en su libreta y se giró hacia el hombre.

- Se pondrá bien, ¿verdad? - le preguntó este.

- Sí, las heridas han sido superficiales. Ninguno de los dos corre peligro.

- ¿Cómo? - pensó que había escuchado mal.

- ¿No lo sabes?

Por la cara que tenía, el médico supo que no.

- No sé si debería ser yo el que te lo dijera.

- ¿¡Qué está pasando!?

- ____________ está embarazada.

Por primera vez en su vida Negan se quedó sin palabras. Pasó su mirada del hombre a la chica que descansaba inconsciente en la camilla.

- Le han hecho esto por mí - dijo en un susurro.

Dos horas más tarde.

Negan, que había estado durmiendo en una silla al lado de la camilla, se despertó al sentir cómo la mano de la chica se movía debajo de la suya.

Poco a poco __________ fue abriendo los ojos.

- ¿Te encuentras bien? - le preguntó él.

Ella asintió levemente. Abrió los ojos de golpe al acordarse de algo y se llevó la mano al estómago instintivamente. Cuando se dió cuenta de lo que había hecho miró a Negan.

- ¿Cuándo me lo ibas a contar?

- Estaba buscando el mejor momento para hacerlo.

- Lo siento - dijo el hombre rompiendo el silencio que había caído sobre ellos.

- ¿Por qué te disculpas? - quiso saber __________.

- Porque estás así por llevar a mi bebé dentro.

- Ni se te ocurra pedir perdón por eso.

Negan tomó aire.

- Me da miedo lo que pueda pasaros cuando nazca - se notaba que había estado pensando en eso desde que se había enterado. Que habían pasado por su mente muchos finales y seguramente casi todos con un mal desenlace.

- Entonces tal vez deberíamos irnos.

- Sé que esta es tu casa.

- No, mi casa es donde estés tú.

Tomaron una decisión silenciosa: se irían. Se escaparían y tendrían la vida que se merecen, la vida que su hijo se merecía.