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Los martes no eran días muy especiales, de hecho, para la mayoría de estudiantes en la clase de Aron, eran los peores días. 3 lecciones de matemáticas al inicio del día no eran muy alentadoras. Normalmente, Aron no se levantaría tan energético, pero ahí se encontraba despierto 15 minutos antes de que sonara su alarma. La verdad es que no eran solo 15 minutos, en realidad no había logrado cerrar un ojo en toda la noche. El rostro de Minhyun lo persiguió durante la madrugada, y ahora no veía la hora de que terminaran las clases para ir a su casa a recoger más juguetes para donar.

—¿Ron?— Escuchó la voz de Minghao a su lado izquierdo— ¿Qué haces despierto?— Jun se removió en la que no era su cama. Parecía no querer volver a la suya en su habitación con un chico llamado Seungkwan, desde que había empezado a salir con Minghao oficialmente. No se separaban nunca.

—No lo sé, la verdad— Aron saltó de su cama y se metió a la ducha de una vez, al salir se vistió rápidamente, y corrió a la habitación de Vernon. Su habitación no estaba muy lejos de la suya, pero, aun así, tardó unos 2 minutos en llegar y tocar la puerta. Seungcheol la abrió un poco adormilado. A pesar de que su antiguo amigo compartía habitación con Hansol, tampoco cruzaba palabra con él desde que dejó de juntarse con su grupo. Le sorprendió verlo, y al parecer a él también. Seungcheol dejó la puerta abierta y volvió a entrar a la habitación sin decir palabra. Vernon apareció inmediatamente y lo miró con una ceja arqueada.

—¿Por qué tocaste la puerta? Siempre me esperas afuera— Aron se veía confundido. Es cierto, jamás tocaba la puerta— Llegas temprano, Jeonghan aún no llega, ¿Quieres pasar?— Aron lo pensó, Seungcheol seguía ahí dentro. No creía que Vernon supiera que antes había sido amigo de su compañero de cuarto, y la conversación ahí dentro sería incómoda. Quizá demasiado. Vernon no lo dejó pensar, lo sujetó de la muñeca y lo hizo pasar de un tirón.

—No era necesario, podía esperar afuera— Dirigió su mirada a la cama de Seungcheol, quien se encontraba mirando su celular, sin prestar mucha atención— No quiero molestar a tu compañero— Esta vez se dirigía a Vernon

—No me molestas, Aron— Respondió serio, sin despegar la mirada de la pantalla de su teléfono. Vernon iba a decir algo, pero un grito fuera del cuarto los interrumpió a todos

—ESTOY AQUÍ YA— Era Jeonghan. Seungcheol se levantó a abrir la puerta de un salto— ¿Cómo estás, Cheol?— Jeonghan sí pasaba más tiempo en la habitación de Vernon, por lo que no era extraño saludar a su compañero

—Vámonos ya— Habló Aron, y jaló a Vernon fuera de la habitación, junto a Jeonghan. No quería estar más tiempo ahí dentro.

(...)

—¿Cómo te fue ayer, había mucho desastre en las clases de los niños?— Mingi le preguntó a su primo, quien estaba sentado al lado de Baekho en la misma mesa de siempre en la cafetería. Este negó, pero no dijo nada más. Se encontraba raro. Jonghyun también lo notó desde que ingresó a su habitación anoche. Tenía los ojos hinchados y rojos, y había llegado una hora más tarde de lo que se suponía que iba a llegar después de su tiempo como voluntario. Traía un muñeco en su mano, y lo colocó junto a su preciado Optimus Prime. Nadie le preguntó nada, todos sabían que Minhyun tenía esos días. A veces lo golpeaba la ausencia de Aron, y nunca nadie lo veía venir. Podía ser un cumpleaños, o una fecha importante como San Valentín, incluso podía ser un día cualquiera. Nadie quería admitirlo, pero parecía ser que Minhyun necesitaba a Aron para poder respirar, y el no tenerlo cerca, lo seguía afectando aún después de tanto tiempo. Ayer fue diferente, jamás lo habían visto así, ni siquiera quiso cenar.

—Iré por nuestro desayuno— Se ofreció Woozi— Seungcheol viene para acá, le diré que me ayude a traer las cosas cuando lo vea— Todos asintieron. Todos menos Minhyun, quien ni siquiera había escuchado lo que le decían.

—Tal vez sea bueno que nos cuentes qué tienes, Min. Nadie quería preguntarte, pero pareces tan decaído, como si fueras a llorar en cualquier instante— Claro que quería llorar. Quería llorar en todos los instantes. Todavía tenía ganas de gritar. Ayer se había topado de nuevo aquel mismo sentimiento que tuvo cuando recibió aquel mensaje del que era su mejor amigo. Su corazón se partió en mil pedazos, y sentía que no podía respirar. Fue exactamente lo mismo que sintió ayer "Fue bueno verte, siempre lo es". Esas palabras habían hecho que su corazón latiera en mil revoluciones, pero al mismo tiempo, lo habían lastimado. De nuevo.

Respiró hondo y sacó valor de dónde no sabía que tenía.

—Ayer vi a Aron— Esa no era la novedad. Minhyun siempre veía a Aron. Cada vez que lo veía pasar, no podía despegar su mirada de él. Había crecido con él, y aun cuando no estaba a su lado, lo seguía viendo crecer, de lejos. Caminaba por los pasillos, y claro que él no era el único que plantaba sus ojos sobre él. El nuevo grupito de su amigo era el centro de atención, todos querían ser como ellos. Los dos enamorados, una inspiración para todas las parejas del internado. Siempre de la mano, parecía que flotaban en una nube. El chico más hermoso para todo el mundo, Jeonghan, quien siempre caminaba con un aire de seguridad, en el medio de sus 4 amigos. Hansol Vernon, no había nadie que no estuviera babeando por él, pero nadie jamás lo había visto acercarse a nadie de manera romántica, y Aron, quien para Minhyun ya era casi tan extraño como los demás chicos. Siempre iba más atrás, pero aun así siempre era incluido en las bromas que hacían todos. Se reía mucho, pero Minhyun sabía que no era lo más alto que podía reír. Parecía divertirse, y aunque verlo feliz alegraba a Minhyun, el saber que había sido tan fácil reemplazarlo, se sentía como una lluvia de agujas sobre su cabeza. Porque por más que lo intentara, él jamás pudo reemplazar a Aron.

— Es decir, ayer estuve cerca de él, por primera vez después de lo que pasó.

Bond || MinRon (Nu'est)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora