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Si le hubieran dicho hace algunos meses que estaría abrazando a Aron de esa manera otra vez, probablemente se hubiera enojado con quien haya sido aquella persona que se había atrevido a mencionar el nombre de ese individuo que lo había herido más que ningún otro. Probablemente se hubiera puesto a llorar solo con pensar en esos momentos donde había sido tan feliz, y que ya no tenía más, pero ahora, ahora todo era diferente. Estaba envuelto en los brazos de la única persona que lo podía hacer sentir completo, de nuevo. Aron sonreía sin poder contenerse, había recuperado su sonrisa. Minhyun era su sonrisa. Aun no lograba encontrar una razón justificable para el porqué alguna vez pensó que estar lejos de ese ángel, había sido una buena idea, y dudaba que en algún momento de su vida fuera a ser capaz de hacerlo.

Habían bajado del escenario hace ya unos diez minutos. Ya habían pasado dos actos más luego de ellos, los australianos que estaban tras bambalinas, y un grupo de chicas de su mismo año, en el cual se encontraba su amiga de la infancia, Nayoung. Lo cierto era que la pareja de amigos se encontraba bastante lejos del auditorio como para haber presenciado aquellos actos, o si quiera escucharlos. Estaban en el patio, el patio de la zona de preescolar. Aquel tobogán que había sido la causa de la ruptura de un juguete, y la formación de un lazo de amistad único, seguía allí. Minhyun y Aron estaban abrazados, con sus espaldas pegadas a la, ya algo vieja estructura.

—Creo que nunca te dije esto— Aron comenzó una conversación luego de varios minutos de haber estado con Minhyun entre sus brazos sin soltar palabra alguna— En este tobogán fue donde me di cuenta de que ibas a ser mi vida entera — Aquellas palabras tomaron al más alto por sorpresa. Aron siempre había sido su vida entera, pero ¿él ser la suya? No se lo creía.

—Y... ¿acaso soy tu vida entera?— Cuestionó el menor— Eso es algo difícil de creer

—Perdóname ¿sí?— Respondió Aron— No sé porqué dejamos de ser cercanos, no sé porqué me alejé de ti. Fui un idiota por hacerlo, y lo sé. No merezco estar aquí si quiera tomándote de la mano. Sé que destruí todo lo que nos unía, sé que fue mi culpa— El extranjero miraba a Minhyun fija e intensamente, a pesar de que ya no lo abrazaba, no había soltado su mano en ningún momento— Pero enserio créeme cuando te digo que eres lo mejor que me ha pasado, siempre lo has sido. Sí, eres mi vida entera. Creo que siempre lo serás.

—Tú también eres mi vida entera, Aronnie— Minhyun sonrió de lado, intentado esconder su emoción. No le costó perdonar a su amigo, después de todo, lo amaba con todo el corazón. Esas palabras que salieron de su boca las había estado esperando desde el primer día que dejaron de hablar, y aunque había tomado casi tres años, esa cantidad de tiempo no era nada comparada con la que ya habían pasado juntos, y la cantidad de tiempo que tenían aun por delante— Ya fuimos lo suficientemente dulces, quiero que me cuentes esa historia del tobogán ahora mismo.

—No hay manera de que cuente esa historia sin sonar increíblemente cursi, así que te atienes— Minhyun asintió y rio levemente— Pues, fue el día que se rompió tu robot viejo. Aun recuerdo como no lo soltabas ni un segundo y se me hizo tan interesante verte solo jugando en el tobogán mientras hablabas con un juguete de plástico.

—Oye, eso es normal para un niño de 3 años— Interrumpió el coreano, dándole un codazo al más bajo

—No interrumpas Minnie, me quitas la inspiración— Dijo Aron divertido— La cuestión, eras un niño raro jugando solo con un robot despintado y bastante maltratado por la vida. La verdad no sé si es siquiera posible porque tan solo tenía 5 años, pero desde ese instante que te vi deslizarte por este sucio tobogán amarrillo, y luego llorando porque se había roto tu único amigo, creo que estoy enamorado de ti— Aron aprovechó el momento de confusión que generaron sus palabras en el chico que a sus ojos era lo más perfecto, y jaló su mano, haciendo que sus cuerpos quedaran completamente juntos. Sus rostros eras separados por escasos centímetros, y era imposible no pensar en besar a Minhyun.

—Dime algo, Aronnie— Minhyun susurró muy cerca de sus labios— ¿Desde cuándo crees que estoy enamorado de ti?— Aron se vio desconcertado. No era él el único que había tomado al otro por sorpresa. El mayor trató de recuperar su compostura lo mejor posible antes de responder.

—Creo que fue en el momento en el que te di a Optimus

—Error— Minhyun se acercó aun más a Aron, quien ya estaba batallando por respirar bien— Fue desde el momento en el que te vi— Minhyun cortó la mínima distancia que quedaba entre sus labios, y ahí, en aquel tobogán que los vio crecer, juraron jamás volver a dejarse ir.

(...)

Podía jurar que Seungkwan en su vida pasada había pertenecido a un coro de ángeles. Tenía la voz más perfecta que alguna vez había escuchado, y no lo decía solo porque era la persona que más atesoraba, sino porque era verdad. Seungkwan tenía un talento que nadie podía negar. Vernon siempre se lo decía cuando eran amigos, y ahora que habían vuelto a hablarse, podía sentirse orgulloso de verlo adueñarse del escenario como siempre lo hacía. Seungcheol intentaba concentrarse en el solo de Seungkwan, pero simplemente le era imposible, no podía dejar de mirar a Jeonghan desde aquel encuentro. Debía admitir que no había sido su último encuentro y esconder lo mucho que quería tomar la mano del menor, era cada vez más difícil. Jun y Minghao estaban como siempre tomados de la mano, Jun repetía las palabras que Seungkwan cantaba, era una balada hermosa, y no había que ser muy inteligente como para entender que se las estaba dedicando a su novio, quien lo miraba con ternura. Mingi y Jonghyun ni siquiera estaban allí, o al menos eso parecía. Se miraron intensamente durante toda la canción. Parecía que esa presentación había hecho sentir a los enamorados aún más enamorados.

—Creo que es nuestro turno— Anunció Minhyun, se dirigía a los integrantes del club de canto. Seungkwan era el antepenúltimo acto del show, y eso significaba que debían comenzar a prepararse, y estar listos antes de que terminara el siguiente.

—Terminemos con esto— habló Baekho, con emoción notable en su tono de voz.

Bond || MinRon (Nu'est)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora