Bond || MinRon (Nu'est)

8

—Profesora Hyerin, quería hablar con usted también— Minhyun había dejado la sala en silencio, y Aron aprovechó para charlar con su profesora. Ella le señaló un pupitre, el más cercano a su escritorio, donde tomó asiento unos segundos después— Hay algo que me ha estado molestando, y no tengo claro qué es.

—Cuéntame Aron— Sonreía, siempre amablemente

—Pues... creo que tiene que ver con Minhyun— Comenzó nervioso— ¿Recuerda que éramos amigos? — Ella asintió— Pues, no había hablado con él hasta hace unos días, y desde entonces, creo que he estado intranquilo, no paro de pensar en él.

—Imagino que dejaron de ser amigos por una razón, y tal vez eso te esté molestando de nuevo— Aron negó seguro. En realidad, nunca supo por qué se había alejado de Minhyun. Jamás había pensado en eso realmente— O tal vez, el problema es ese. ¿Por qué te alejaste de Minhyun?

—No lo sé

—¿Te arrepientes de haberlo hecho? Tal vez estás empezando a extrañarlo. Recuerdo que su amistad parecía ser un lazo irrompible— Aron sonrió, recordando uno de los tantos momentos en los que habían jurado jamás separarse. Quizás lo extrañaba desde el principio.

—Deberías pensar un poco más sobre eso, y tal vez el show de talentos te ayude a aclarar tu mente

(...)

La profesora Raina definitivamente estaba loca, Aron también, ¿Por qué había accedido tan fácil? Siempre fue un chico tímido, no esperaba que aceptara abrir el show de talentos, y mucho menos con él ¡Un dueto! Era algo descabellado, ni siquiera sabía que Aron podía cantar, pero claro, no esperaba seguir sabiendo todo de él, después de su repentino cambio de personalidad. No estaba seguro del porqué él mismo había dicho que sí a la proposición de su maestra, tal vez porque se lo pedía ella, como un favor. Ni siquiera tenía tiempo para practicar, y el show de talentos sería en menos de una semana. A penas le quedaba tiempo para completar sus tareas después de los ensayos en el club de canto, y su tiempo de voluntario en preescolar. No sabía qué estaba pensando, cuando pronunció aquel "sí, está bien".

—¿Estás listo para cantar con Aron?— Woozi lo miraba gracioso, su amigo parecía un loco ahora mismo, estaba temblando como si fuera el fin del mundo— Parece que vas a explotar, Min. Cálmate un poco— El más alto lo miro incrédulo ¿A caso nadie tomaba en cuenta los nervios que tenía cada vez que veía a Aron? Él creía que su tan sola presencia molestaba al mayor, y no sabía cómo iban a ser aquellos ensayos, para los que ni siquiera tenía tiempo

—¡¿Cómo puedo calmarme, Jihoon?!— Habló algo fuerte. El más bajo levantó las manos, dando a entender que no había dicho nada con la intención de molestarlo. Minhyun se relajó un poco, al ver como sus amigos lo miraban pasmados— Es que, no sé si estoy listo para volver a pasar tanto tiempo junto a Aron. Saben que me lastimó en su momento, y aún ni siquiera logro hablar del tema sin sentir un nudo en la garganta— Estaban en su habitación, todos sus amigos estaban ahí, incluso Seungkwan, quien sonreía por lo bajo.

—Es solo una canción, Minhyun, no le tomes tanta importancia a si es con Aron o no— Se escuchó hablar a Jonghyun

—Siempre cantas bien, no importa lo que sea, pero en vez de estarte preocupando por ese ex mejor amigo tuyo, deberías comenzar a planear el acto— Sugirió Baekho— Queda poco tiempo, y si mal no recuerdo, hace unos años, Aron ni siquiera sabía leer las notas musicales, si quiera hablar bien en coreano.

—¿Alguna idea?— Preguntó el más alto, Dongho era el experto cuando de canciones se trataba

—Puede ser, déjame revisar mi libreta— Un celular comenzó a vibrar en el escritorio de Minhyun. Mingi lo tomó, y le echó una ojeada para ver quien llamaba.

—Es Aron— De nuevo los nervios— Contesta, debe de tratarse del show— Y así lo hizo, colocó el altavoz, y dejó que el mayor hablara primero, ya que no sabía cómo iniciar una conversación con él.

—¿Minhyun?— Sonrió, no recordaba la última vez que había hablado con él por teléfono. Ni siquiera esperaba que siguiera conservando su número— Estaba pensando sobre el show de talentos, espero que no te moleste que haya aceptado, no te pregunté antes— El menor negó, no le molestaba, sin embargo, le parecía algo loco.

—No, no, no me molestó. De hecho, hablaba de eso con los chicos— Todos en la habitación saludaron, y se desató un bullicio, Aron rio del otro lado del teléfono. Sus amigos tampoco habían cambiado, siempre tan ruidosos como siempre. A veces extrañaba esos momentos, a veces deseaba no ser siempre el centro de atención— Baekho buscará una canción para nosotros, y podríamos practicar en los recreos, si no te molesta, claro. No sé si tenga tiempo para hacerlo en otro momento, ya sabes que tengo el club de canto, y soy voluntario

—Creí que podría acompañarte a preescolar, te puedo ayudar si quieres, y podríamos practicar ahí, si te parece mejor— Era una gran idea así que claramente aceptó. De pronto se había formado una sonrisa en sus labios, ni siquiera se dio cuenta, pero sus amigos sí. Era imposible no notarlo. Aron estaba igual del otro lado de la línea, con una sonrisa pintada en su boca, podría volver a escuchar esa dulce voz de cerca, pero la realidad es que ahora, la voz de Minhyun era en lo que menos pensaba. Quería volver a pasar tiempo con él.

—Me parece bien así— Respondió, y Aron pudo sentir su sonrisa a través del teléfono

—Entonces nos vemos mañana— Aron ni siquiera tuvo que decirle en que aula encontrarse, Minhyun ya sabía en cuál tendría que aparecerse mañana para encontrarse con el estadounidense.

(...)

Minhyun acababa de ensayar con el club de canto, y todo había salido perfecto, como siempre. Dongho parecía un poco somnoliento, y no le extrañó, al darse cuenta que había avanzado bastante en la canción que cantarían él y Aron en el show. Se llamaba "One, Two, Three", y la letra le parecía linda, aunque aún no estaba terminada, pero lo que Dongho escribía, siempre era bueno. No sabía si era necesario cantar una canción original, pero sus amigos insistieron.

Ahora iba camino al área de preescolar, estaba nervioso, pero no como antes. Ayer antes de cortar, habían tenido una sesión de risas por teléfono, él, Aron, y sus amigos, como antes. Habían ayudado a bajar la tensión entre ellos, aquella que no sabía por qué había nacido, y ahora, deseaba verlo, incluso más que antes. Cuando llegó a la clase, Aron lo esperaba de nuevo en una de esas sillas de colores, cosa que lo hizo sonreír inmediatamente.

—Parece que no aprendes, esas sillas se pegan a tu trasero— El mayor rio, y al verlo, sintió que su corazón se derretía ¿Por qué se sentía así?