Bond || MinRon (Nu'est)

15

Tal vez no tenían las mejores voces, tal vez no eran el mejor equipo, pero nada de eso importaba en ese momento. El club de canto estaba recibiendo una impresionante ovación de parte de todo el internado. Cada uno de los integrantes se sentía como si estuvieran donde debían estar. Minhyun había alcanzado el clímax de su felicidad. A pesar de que siempre había estado rodeado de amigos, ahora tenía a esa persona que toda su vida había necesitado, de vuelta. Miraba al público, estaba agradecido por la cantidad de gritos y aplausos, pero, así como Mingi siempre estaba viendo a Jonghyun, y Jonghyun siempre centraba toda su atención en Mingi, él ahora podía hacerlo con aquella persona que consideraba su alma gemela. Porque si no era su alma gemela ¿entonces quien más iba a serlo? Aron nunca había creído en esas cosas. Almas gemelas, o esa típica historia cliché del hilo rojo del destino. No eran más que mentiras. El universo no podía ser tan bueno con todos, pero Minhyun... él tal vez, sólo tal vez, lo había hecho cambiar de opinión. Puede que el universo no sea tan benevolente como para ser bueno con todos por igual, pero, por alguna razón, quizá había decidido serlo con ellos dos.

Los integrantes del club de canto bajaron uno por uno por ambos lados del escenario. Los aplausos no cesaban, y eso hacía que todos se sintieran orgullosos de todo su trabajo. Habían valido la pena todas esas tardes de práctica sin fin. Minhyun corrió hacia los brazos de Aron, y en cuento sintió su abrazo, supo que todo iba a estar bien. Supo que ese chico que había llegado a su vida sin previo aviso, quien le había puesto todo su mundo de cabeza, quien sabía cómo dominar sus sentimientos como nadie más podía, por fin estaba con él para siempre.

—Fuiste el mejor allá arriba— Dijo Aron luego de haberlo envuelto en sus brazos. El menor se acurrucó en su cuello. Se sentía como un lugar seguro, y olía a limón, como siempre lo había hecho. Aquella sensación de extrañeza que había sentido por dos años, parecía haberse esfumado de la nada, y no podía sentir más paz dentro de su corazón, parecía estar flotando en las nubes, su alegría era palpable desde cualquier parte del universo.

(...)

—Si vuelves a acercarte a mí, te rompo la cara— Soltó audiblemente, captando la atención de todos a su alrededor

—Pero-

—Espera a que no estén todos, Cheolie— Susurró Jeonghan en el oído de Seungcheol, quien no sabía cómo tomar las acciones del menor. Tenía una expresión confundida, y eso divertía al resto del grupo

—Por lo que veo, todos aquí están un poco melosos— Habló Baekho sonriéndole a cómplice a Jihoon

—Creo que es mejor que nos vayamos, aquí nos va a dar diabetes, Dongho— Añadió Woozi, quien se levantó del pasto en el que se había recostado, y junto a su amigo, se retiró del lugar.

Estaban todos juntos. Después del show de talentos, salieron a pasar un rato en una de las zonas verdes del internado. Había sido fácil iniciar una conversación, después de todo, a pesar de que algunas personas jamás habían cruzado palabra entre ellas, tenían mucho en común. Aquel grupo chico de amigos, había crecido mucho más, y eso ponía a Aron y Minhyun increíblemente felices. Aron se había disculpado con todos sus amigos, por irse y por ocultarles cosas tan importantes para él como su lazo con Minhyun, y aquellos amigos que habían estado para él durante su infancia y el inicio de su adolescencia. Había cometido muchos errores y se arrepentía de todos ellos.

—Terminamos echando a los solteros, te dije que no te me acercaras— Jeonghan seguía molestando a quien le gustaba llamar su novio, pero que, en verdad, aun no tenía idea de lo que estaba pasando entre ellos

—Tal vez encuentren a alguien en el camino— dijo Jonghyun, haciendo a todos reír.

Minhyun miraba a Aron, quien se reía nuevamente como lo hacía antes. Ya no se veía vacío, incompleto, diferente. Había vuelto a ser aquella persona a quien le confiaría su vida entera. Se había perdido en la conversación. En el momento en que sus dos amigos se fueron, ni siquiera tuvo reacción alguna, los ojos de Aron eran todo en lo que podía pensar, y el hecho de poder estar recostado en sus piernas cruzadas, era algo que solo había soñado durante el tiempo en el que estuvieron separados. Sí, todo había vuelto a ser igual. Aunque no exactamente igual. Aron notó a Minhyun distante, y al verlo, no pudo evitar sentir curiosidad por lo que estaba pasando en la cabeza de su mejor amigo.

—Oye, Minnie— Le dijo bajito, pero fue suficiente para sacar al más alto de sus pensamientos— ¿Estás bien? Te veo algo distraído— Minhyun lo miró a los ojos y asintió.

—Estoy bien, pero, ¿crees que podamos hablar solo los dos?— Aron le sonrió levemente, haciéndolo saber que le parecía la idea. El resto del grupo seguía inmerso en la conversación. Todos menos Jun, y Minghao, quien fue el único que pareció notar la pequeña conversación que sucedía entre Aron y Minhyun. Aron lo miró y este le guiñó un ojo, y eso fue gesto suficiente para hacer que ambos chicos se levantaran del pasto y se alejaran con las manos entrelazadas. Minghao intentó volverse a incluir en la conversación que tenían sus amigos, pero se vio a si mismo perdido viendo el rostro de su novio. Jun yacía dormido en su regazo, y su belleza lo dejaba sin aire como siempre. Comenzó a acariciar el cabello que cubría su frente, de una manera suave y repleta de amor.

—Hey— Habló Jeonghan, señalando a la pareja de chinos— Quiero eso también, Cheol— Luego de sus palabras, Seungcheol recibió un sonoro manotazo en su pierna, gesto que lo tomó desprevenido

—Oye precioso, ¿quién te entiende?— Intentó darle una mirada de enojo, pero se derritió al ver sus ojos— dame la mano, idiota— Jeonghan rio divertido, pero hizo lo que el mayor le dijo.

—Jamás pensé que Seungcheol tendría novio tan pronto— Habló Ren

—¿De qué hablas? Nos conocemos hace años, he tardado mucho para tener a alguien

—Me refiero, Jonghyun y yo tardamos casi cuatro años en por fin admitir que queríamos estar juntos como algo más que mejores amigos— Jonghyun sonrió al escuchar sus palabras— ahora resulta que andas dándole la mano a un chico lindo, y ni siquiera nos habías hablado de ello

—A veces lo mejor sucede en secreto, chicos

(...)

Clase de música, otra vez. Tal vez se había convertido también en uno de sus tantos lugares. Si estaban ahí, su conversación definitivamente iba a salir bien, o al menos ese fue el pensamiento de Aron, por eso eligió ese lugar para charlar lejos de los demás. A diferencia de sus otros momentos solos, esa vez había un aire más liviano, y fue fácil iniciar la conversación entre ambos.

—Quería saber— Minhyun se plantó con seguridad frente a Aron— Si tal vez...

—Tal vez...— Aron se acercó más a aquel chico que cada vez lo volvía más loco, acto que hizo que Minhyun comenzara a sentir mariposas en el estómago

—Bueno, sabes... y-o— Había comenzado a temblar y no sabía en qué momento— Yo te quiero mucho desde que somos niños. Una vez, cuando éramos pequeños, me dijiste qué harías lo que fuera para hacerme feliz— El mayor sonrió, recordando aquel momento

—Siempre, Minnie— Tomó la mano del más alto y la posó sobre su pecho

—A pesar de todo, siempre supe que volveríamos a estar juntos. Fue difícil estar lejos de ti, pero siempre sentí que estábamos conectados, como si estuviéramos...

—¿Cómo si estuviéramos atados el uno con el otro?— Minhyun asintió— Nunca dejé de pensar en ti, Minnie— Minhyun sonrió de lado, su corazón había sido reparado con sólo con esas palabras

—No sé si algún día pueda lograr estar lejos de ti— Minhyun bajó la cabeza.

—No tendrás que estar lejos de mí— El más bajó levantó su barbilla, haciéndolo verlo directo a sus ojos— Ya te dije que eres mi vida entera ¿verdad?— Minhyun asintió

—Y yo te dije que tú la mía

—¿Te gustaría ser mi vida entera, y además de eso, ser mi novio?— Minhyun lo abrazó de inmediato, nunca espero escuchar esas palabras salir de la boca de su amigo, y menos se esperó que lo hicieran hacer sentir de esa manera tan única. Por años su lazo fue únicamente de amistad. Una amistad que atesoraba más que nada en el mundo, pero ahora... Ahora estaba seguro de que lo amaba de otra manera. Estaba completamente enamorado de aquel bajo chico extranjero que en algún momento lo hizo sufrir como nunca antes nadie lo había hecho, pero que, a lo largo de su vida, le había regalado los sentimientos más sinceros. Minhyun acercó sus labios al oído de Aron, y susurró:

—Claro que sí.

Era momento de comenzar otro tipo de lazo.