capitulo II

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Luego de unos treinta minutos en auto el uber que había tomado en el hotel se detuvo frente a un portón negro de unos tres metros. Oficialmente estaba en casa. Agradeció al señor del auto y bajo con algo de entusiasmo, no veía a sus padres hace cuatro años, generalmente ellos viajaban a verla a inglaterra gracias a que tenían una muy buena situación económica, pero los últimos años la salud de su padre no había estado de lo mejor y tuvieron que invertir mas dinero en médicos y menos en aviones.

Cuando ya estaba a dos paso de la puerta su madre la abrió con un gran entusiasmo
-mi pequeña! Has vuelto a casa! - dijo su madre mientras la abrazaba
Tras ella salió su padre para unirseles, la imagen era diga de una tarjeta de felices fiestas
- mi venus querida que feliz estoy de verte - dijo su padre mientras la miraba con brillo en los ojos por la emoción

- yo también estoy muy feliz de verlos a ambos, no se imaginan cuanto lo he extrañado

Una vez que terminaron los abrazos entraron a la casa, una ola de recuerdos sobre su infancia y adolescencia la invadieron, miró la chimenea en la sala de estar y las imágenes de Navidades en familia los cuatro juntos riendo y tomando chocolate caliente vinieron a su cabeza. Sintió el nudo subir por su garganta pero rápidamente lo desecho. Esas paredes, esas habitaciones estaban cargadas de los recuerdos mas hermosos y mas tristes de su vida, por eso prefería el hotel

El almuerzo se llevó a cabo en la terraza, era un lugar amplio con un techo de madera que dejaba entrar la luz cada cierto espacio, en un costado tenían un juego de terraza y justo en frente se encontraba la mesa con una asadera a pocos pasos. Una vez que se sentaron comenzaron a traer los platos, salieron distintos temas de conversación como la diferencia de hora, la comida en inglaterra, el presidente electo entre otras, pero venus sabía en donde terminarían

- Recuerdas a Sophie la vecina, ustedes solían corretear por los jardines juntas cuando eran pequeñas, bueno se casó y tiene dos hermosos niños

Y si, ahí estaba, la incomoda conversación del matrimonio y los hijos. Venus mantuvo la mirada en su plato mientras jugueteaba con algunos granosde arroz, creyó que de esta forma evitaría esa conversación con su madre. Nunca logró que ella entendiera sus prioridades y mucho menos aceptara que entre las primeras tres ya no se encontraba el matrimonio ni los hijos, esos eran los planes de la Venus del pasado, pero ella ya no estaba, la había abandonado antes de partir a Inglaterra junto a otros sueños y sentimientos

- Quizá Hanna te contagie con los ánimos de boda
- Mamá no...
- ¿Quiénes asistirán? ¿Los del grupo de siempre? ¿Quiénes serían?

Rodo los ojos antes de responder, sabía que su madre odiaba ese gesto, pero ella había iniciado la incómoda conversación

- Mamá si lo que quieres averiguar es la asistencia de Thomas... - se frenó en seco al mencionar su nombre, no lo había hecho en años, pero aun así salía tan natural de su boca - La respuesta es sí. James es su mejor amigo, Hanna es su amiga y siempre ha sido del grupo asique claro que irá - se podía apreciar una leve irritación en su tono de voz y estaba rogando que el interrogatorio terminara de una vez para cambiar el tema de conversación a algo que no le estremeciera cada rincón de su cuerpo

- Quizá puedan aprovechar de conversar y arreglar las cosas
- Jessica - dijo su esposo en tono de advertencia.

🎧
- Necesito aire - se paró de la mesa y caminó hacía la casa a paso firme, entró directo al pasillo donde estaban los dormitorios y sólo frenó al ver la puerta blanca con un poster de alguna banda de rock alternativo que ella no reconoce. Durante unos minutos estuvo frente a ella hasta que se armó de valor y la abrió. Recorrió la habitación lentamente y fue como si una ola de realidad chocara con ella y la tumbara en el suelo. Todo estaba igual como Emily lo había dejado esa noche, era como si los años jamás hubieran pasado por ahí. En el escritorio pudo ver el collar de plata con pintitas de colores y el recuerdo vino de inmediato

*
- ¿Emily tienes puesto mi collar?
- claro que no - dijo la rubia quitándoselo lo más rápido que podía del cuello
- Te dije que no sacaras mis cosas sin preguntar, no llevaras ese
- ¿Por qué no?
- Porque yo lo digo
Emily hizo un sonido de protesta y lo dejo sobre la mesa *

- No hemos movido nada.

Venus dio un salto al escuchar la voz de su madre, quien la saco de sus recuerdos, se volteó para mirarla y pudo ver el dolor reflejado en sus ojos color miel. Venus era consciente cada día de la pérdida de su hermana, pero a veces olvidaba que esa perdida también la sufrieron sus padres, y ella podía entender el dolor de perder a un hijo

- Así veo. Es como si el tiempo se hubiera detenido.

Jessica dio un paso hacia el escritorio y tomó una fotografía que ahí se encontraba, esbozó una media sonrisa y miró a su hija entregándole el trozo de papel brillante

- Esta es mi favorita - en ella salía Venus y su hermana cuando tenian unos nueve años, en el fondo se veía el mar en un perfecto día soleado - No había forma de hacerlas volver a casa después de un día en la playa, la energía no se les agotaba jamás, aunque las olas las revolcaran mil veces, corrían de un lado hacia otro y cuando el sol comenzaba a esconderse se sentaban a mirar el horizonte hasta que ya no se veía nada en el fondo.

Venus notó la humedad en su rostro y llevo una de sus manos para secar las lágrimas que caían, el dolor invadía una vez más su pecho, como si fuera a estallar, pero jamás lo hacía. La muerte de su hermana no era un tema que tocara con sus padres pues no quería causarles más dolor del que ya tenían, pero no lo hablaba con nadie mas tampoco, la culpa que sentía por lo sucedido y todo lo que desencadenó ese accidente que cambió su vida para siempre

- Lo que ocurrió esa noche no fue tu culpa, tú no solo perdiste a tu hermana...
- Mamá...
- No Venus - Jessica la agarró del brazo para evitar que saliera de la habitación - Yo necesito que tú sepas esto. Tú padre y yo jamás te hemos culpado por lo de esa noche, también fuiste una víctima y nosotros nunca hablamos de eso - hizo una pausa por unos segundos para tragar el nudo que se había formado en su garganta - Entiendo que no quieras desenterrar esa herida, pero necesito que sepas que te amamos mucho y que estamos muy orgullosos de la persona en la que te has convertido - las lágrimas comenzaron a rodar por la mejilla de su madre y Venus se acercó para darle un cálido abrazo y contenerla

- Esta bien mamá, gracias por recordarmelo

Se quedaron así unos minutos y se sorprendió al notar cuanto había extrañado esos abrazos. Por unos segundos se sintió como una niña pequeña a la cual su madre acuna después de una pesadilla. Extrañaba poder escuchar sus consejos y tenerla cerca.

El teléfono de Venus vibró, se separó de su madre y lo tomó para revisar quien era, tenía un mensaje de Hanna en donde le avisaba que estaba por llegar.

- Mamá debo irme prometí a Hanna que la acompañaría a comprar las cosas para la cena de esta noche
- Este bien cariño, nos vemos otro día mándale saludos a Hanna y felicidades por su boda
- Se los daré - le dio un beso en la mejilla a su madre y fue por sus cosas y su padre para despedirse.

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