009: roto

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¡ tw !
─ autore original: "este capítulo es
un tanto oscuro, por favor regrese
después si no está en un buen espacio
mentalmente en este momento".

¡ tw !─ autore original: "este capítulo esun tanto oscuro, por favor regresedespués si no está en un buen espaciomentalmente en este momento"

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Minho se sentó en el frío y duro piso de su cuarto, recostándose contra el grueso marco de la cama de madera. Sus rodillas estaban dobladas y su cabeza colgaba pesadamente en sus manos, estabilizadas por sus codos encima de sus rodillas, ojos vulnerables y rojos por las lágrimas que se habían liberado durante su largo camino a casa. Las luces estaban apagadas y lo único que se podía escuchar en el oscuro cuarto era el amargo sonido de su fuerte respiración mezclado con un sollozo ahogado ocasional. No podía detener el ataque violento de insultos que su cerebro estaba disparando hacia sí mismo. Débil. Irremediable. Estúpido. Monstruo. Llegaron en rápida sucesión, incrementando el sentimiento de desesperación general que estaba pulsando en sus venas.

Pero, lamentablemente, eso ni siquiera era lo que le estaba partiendo en dos. Los pensamientos denigrantes solo se sumaban a la hostilidad que lo invadía. Había sido humillado y usado. Incluso perdió el control y mostró a todes eso que han estado susurrando a ciegas desde el inicio de la preparatoria. Y como si todo esto no fuera suficiente, había visto cómo Chan se apartaba de él. Retrocedió asustado y herido, como si Minho fuera todo el monstruo del que le habían acusado antes. Pudo ver cómo su par favorito de ojos avellana se volvieron muertos y fríos cuando no pudo contener las palabras hirientes que se derramaron de su encolerizada boca.

Un sonido roto se escapó de su garganta y dejó que otro saliera mientras agarraba su cabello apretadamente, castigándose a sí mismo. Le dio la bienvenida al dolor, esperando que aliviara el sentimiento de profunda tristeza que lo devoraba de adentro hacia afuera. Minho no sabía cuánto tiempo estuvo ahí sentado, volviendo a reproducir cada golpe y palabra en su cabeza, hundiéndose más y más en sí mismo y su despecho. No había escuchado la puerta del garaje, no había escuchado el lento sonido de titubeantes pasos en las escaleras. Ni siquiera había escuchado a su padrastro entrar al cuarto hasta que se estaba sentando a su lado con un suave suspiro.

Aún así, Minho permaneció encerrado en su propia versión de la posición fetal, mientras sentía una gran mano posarse en su espalda y comenzar a frotar con suavidad en pequeños círculos. Sin darse cuenta, con lentitud empezó a arquear su espalda, tratando de escapar de los toques gentiles, porque en realidad se sentían como fragmentos de vidrio siendo empujados en su piel. Él no merecía ser calmado, no quería ser calmado. Afortunadamente, el doctor Bae debió haber notado el sutil movimiento y apartó su mano con gracia.

── Está bien estar enfadado, hombrecito. ──si hubiera sido cualquier otra circunstancia, Minho hubiera sonreído con afecto por el sobrenombre que se le había dado al conocer al doctor Bae por primera vez, pero esa no era unas de esas veces. No estaba bien. Lo que él hizo no estuvo, y nunca estaría bien. Había herido a personas, les hizo sangrar, pero eso no era el verdadero daño que había hecho. El dolor físico es fugaz y puede ser curado con el tiempo, sin embargo, el dolor emocional no. Permanecía contigo como los restos de un mal sueño, constantemente acechando tu consciente y subconsciente, buscando los pequeños agujeros en tu resolución con la esperanza de abrirlos de par en par. La prueba se encontró en la mirada sin vida que cubrió los terrosos ojos usualmente vibrantes de Chan después de haber dicho las imperdonables palabras.

❛ rivals ❜   minchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora