020: terreno familiar

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Minho se alejó de la camioneta, enfocándose en poner un pie en frente del otro para no darse la vuelta y perseguirlo solo para no tener que dejar ir al amigo que acababa de tener de vuelta.

Cuando alcanzó la puerta de su casa, miró de vuelta sobre su hombro para encontrar el lado de la acera vacío. Suspiró. No debería haberlo hecho prometer nada... Minho sabía lo seriamente que se tomaba sus promesas. Y honestamente, nunca había visto a Chan lucir tan asustado por la idea de dormir.

Abrió la puerta con una sacudida, entrando y quitándose sus zapatos por la entrada.

── Hola, bebé. Estaba a punto de ir a verme con tu padre en Hunter's. ¿Quieres unirte? ──su mamá preguntó mientras entraba y salía de la sala y la cocina, recogiendo cosas y echándolas en su bolso. Minho se sentó en las escaleras, viendo a su errática, pero adorable, mamá ser ella misma.

── Acabo de llegar de ahí.

── ¿Oh? ¿Con quién fuiste? ¿Felix y los chicos? ──cuestionó distraídamente mientras continuaba su búsqueda de algo, levantando cobijas y revistas, frunciendo el ceño cada vez que salía con las manos vacías.

── No. ──respondió, una pequeña sensación acalorada empezando a correr a través de él con la anticipación de decirle su nombre a su madre, la mujer que lo molestaba sin parar sobre dónde estaba Chan y por qué habían dejado de pasar tiempo juntos, hasta que un día notó lo triste que realmente lo hacía y dejó de hacerlo.

── ¡Ajá! ──exclamó, localizando su teléfono en la bandeja donde mantenía todos los controles, habiendo sido enterrado bajo unos portavasos.

── Fui con Chan. ──susurró y luego bajó la mirada a sus manos. Escuchó el sonido de su teléfono golpeando el piso y podía decir que había dejado de moverse. Y luego estaba moviéndose de nuevo, él escabulló una mirada hacia ella para encontrarla doblándose para recoger su teléfono y echándolo en su bolso.

Ella fue a sentarse dos escalones bajo él para que tuviera que verla a ella en vez del piso.

── Eso es bueno, ¿cómo está? ──dijo cautelosamente, como si tuviera miedo de abarcar el tema en caso de que lo entristeciera. Minho se encogió de hombros.

A pesar de querer decirle todo; la necesidad de decirle que Chan obviamente no había estado durmiendo, que algo estaba diferente sobre él... Que lo extrañaba tanto; él respondió en la única forma que evitaría que ella cavara demasiado profundo, hacia un lugar que él no estaba muy listo para ir todavía.

── Está bien. ──respondió despreocupadamente── Ten una linda cena con papá. ──dijo mientras se levantaba y terminaba de subir el resto de las escaleras, yendo a la izquierda y entrando a su cuarto para poder tirarse en su cama.

¿Qué diablos había sido ese día? Tantas emociones y cosas que había catalogado para después porque simplemente no estaba listo para pensar en ellas por el momento, y entonces todas estaban avanzando precipitadamente, rogando ser procesadas. Minho se preguntó si así era como Felix se sentía todos los días.

Chan. Él le había hablado a Chan, había sido reconfortado por Chan, casi besado por Chan y había comido tacos con Chan. Hace cuatro años eso hubiera sido algo normal a lo que ni siquiera se hubiera preocupado por mirar ─tal vez excepto casi besarse─, y hace un año se hubiera reído tanto que lloraría si alguien le hubiera dicho que eso les estaba esperando en ese día. Pero hoy... Hoy había sido un sueño.

Minho se inclinó hacia atrás y frotó una mano sobre lo que podía alcanzar de la camiseta que actualmente cubría su cuerpo, sintiendo aquellos fuertes dedos todavía paseándose entre sus hombros, deseando que de hecho pudiera tocarlos o sentirlos sobre su piel.

❛ rivals ❜   minchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora