𝓣𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓻𝓮𝓼

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__Entonces, ¿Vas a seguir ignorando sus llamadas?__ pregunta Jimin después de escuchar el teléfono por tercera vez en el día.

__Si, supongo__ responde Jungkook un tanto indeciso__ De todas formas será una pérdida de tiempo contestarles.

No quiso ahondar más en el tema y se dedicó a terminar de hacer el almuerzo, normalmente pasaban el tiempo en casa del menor, era tan loco que su madre no tuviera idea de que su novio dormía con él, y se quedaba en casa hasta que tuviera que salir a la universidad. Los supuestos días de descanso de SunA, no eran un problema, ya que desaparecía y volvía cuando se le daba la gana.

El pelinegro se había acostumbrado a escuchar los insultos denigrantes de esa mujer a la que Jimin llamaba madre, sentía impotencia al no poder salir y llevárselo de ahí, pero este le había pedido que por nada del mundo salga de la habitación, escuche lo que escuche, pase lo que pase. Quería cuidarlo de alguna manera y por eso aprendió a trepar el árbol, así estaría siempre con él, sin importar que SunA se encuentre gritando en la sala.

Mayoneso parecía estar de viaje constantemente, en casa de Jimin, en casa de Jungkook y en casa de Hoseok, de alguna manera ese gato se acoplaba bien a cada ambiente, el secreto eran los bocadillos y las caricias en la panza que recibía de sus anfitriones.

__Tengo clases en una hora, llevaré a Mayoneso a casa de Hobi y volveré para recogerte, no vive tan lejos de aquí, así que alístate rápido__ dice el mayor tomando las llaves de su auto y a su gato.

__No juegues con Milaneso mientras manejas ¡Te espero!__ respondió viendo a su novio salir de la casa.

Rápidamente subió al segundo piso para darse un baño, cambiarse y alistar sus cosas. No tenía mucho tiempo antes de que volviera.

Abrió su closet buscando algo cómodo para vestirse y una que otra prenda del pelinegro se encontraba entre su ropa. Cuando se cambiaba y salía, Jimin aprovechaba para meterla a la lavadora, así no tendría que cargar con cambios de ropa cada que fuese.

Le dieron ganas de ponerse alguna de las prendas ajenas y tomó una camiseta negra, le quedaba mucho más grande, pero no le importó.

__¿Cómo es que es tan grande?__ se cuestionó__ Bueno cuando me abraza, si es notorio que fácilmente me escondo en sus brazos. Aunque cuando está encima mío ¿Qué mierda estoy pensando?

"Soy un pervertido, debe ser porque hace una semana que no lo hacemos. Dormimos más en mi casa y aquí no se puede hacer nada".

__¿Debería proponer por lo menos ir un par de horas a su casa?__ se acomodaba la ropa para poder salir de su habitación__ Ya ni podemos escondernos en los salones de la universidad, malditas tareas.

Ya completamente listo, arregló sus cosas y bajó las escaleras, se sentó en el sofá y esperó a que Jungkook volviera.

La puerta se abrió, pero no era su novio quien llegaba, sino su madre, ebria otra vez.

__¿No estás en horario de trabajo?__ preguntó observando sus torpes pasos.

__¿Tra..bajo?__una enorme carcajada salió de su boca__ ¿Crees que una mujer como yo, trabajaría para darte algo a ti?¡Jamás!

Estaba diciendo incoherencias o por lo menos eso era lo que Jimin creía.

__Mamá, ve a dormir. La comida está lista, come luego de levantarte. Yo tengo que ir a est-

__Cierra la boca, idiota. ¿Te preocupas por mí? ¡Ja! ¡Tu deberías sentir culpa por todo lo que me hiciste, pero te largaste con ese asqueroso que es igual de inmoral que tú!

ATRACTIVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora