La tormenta antes de la calma.

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Tania rodó por las escaleras y cayó en un salón de baile, la joven rubia no tardó en llegar y volvió a embestir. Nevor esquivó las cuchillas con facilidad y creó una metralleta para contraatacar.

"-¿Dónde estás? Dahana nos informó que estabas en peligro...-" La voz de Ruby sonó del otro lado del micrófono.

-Estoy peleando con tu querida Penny... Quiere matarme por acabar con su abuela.- Respondió Tania con voz entrecortada.

"-¿Penny?-"

Tania se cubrió detrás de una columna y disparó al candelabro, el adorno cayó sobre la joven Raven de metal dándole algo de tiempo para intentar curarse.

-Sí, Penny... ¿Las demás?- 

Incluso ahora que estaba perdiendo su prioridad eran el resto, no sabía desde cuando era tan buena persona pero por ahora no podía tomarse el tiempo de pensarlo con claridad.

"-Todas bien... Mi hermana se coló con nosotras.-" 

Contestó Ruby de inmediato.

-Entonces no vengas, es peligroso.- 

"-ya estamos a una cuadra del hotel.-"

-Mierda con ustedes...- Protestó Tania mientras intentaba detener el sangrado de sus múltiples heridas.

"-Mierda contigo Tania, me dejaste aquí encerrada... Me estoy perdiendo de la paliza que te están dando.-" Protestó Dahana.

Tania sonrió sin poder evitarlo, su pareja sabía como darle fuerzas cuando menos se lo esperaba.

-No me arrepiento de nada.- Dijo jadeante, el aire comenzaba a faltarle, era difícil respirar con tantas cosas sucediendo a su alrededor.

"-Hija de...-"

Apagó el micrófono y  se centró solo en Penny. No quería lastimar a la chica ya que no lo merecía pero ella atacaba con todo, realmente quería a Tania en el más allá.

-¿Quieres ayuda?- La albina apareció recargada en la pared.

-Mantente a salvo...- Pidió Tania, consciente de que si aquella menor resultaba herida el daño que ella había recibido se multiplicaría.

La niña suspiró.

-A mi no me das...-

Más plumas pasaron volando frente a ellas. Tania alzó una ceja y la albina de mala gana se transformó de nuevo en ave.

Nevor siguió atacando y Penny no se quedaba atrás. Sus plumas eran filosas y creaban heridas que tardaban en cerrarse en el cuerpo de su oponente.

Tania la atacó con energía, Penny quedó aturdida unos segundos y luego volvió a buscar a su presa, Nev le lanzó varias dagas pero todas revotaban contra la armadura de la rubia.

-Eso es maravilloso...- Tania volvió a reunir energía. -Una armadura casi impenetrable.-

-Tus halagos no harán que te perdone.- Dijo Penny en tono neutro y molesto, como si el simple hecho de hablar con Tania fuera una molestia total.

-Debo de estar perdiendo el toque.-

Penny volvió a lanzar más plumas, Tania se apartó y ninguna le dio, pero su rival logró derribarla de una patada y fue a estrellarse contra el mármol manchándolo de rojo con su sangre.

-¿No quieres una tregua?- Propuso Tania en un intento de calmar aquello.

Más plumas.

-Tomaré eso como un no.-

NevorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora