Tania saltó desde las escaleras del cuarto piso y al caer fue recibida con una lluvia de balas. La joven sonrió, estaba ya bañada en sangre y sus ojos habían adquirido un todo casi rojo, todos la miraban incrédulos al notar que las balas no le afectaban aunque dieran en puntos delicados.
-¿Qué eres?-
Una sonrisa divertida y oscura apareció en el rostro de Nev.
-Una chica, ¿no es obvio?- Respondió ella con sarcasmo.
-Eres un demonio... Las balas... Deberían matarte.- Uno de los guardias habló temblando, "patético" pensó Tania, "los demonios no existen"
-Agua al fuego, tijeras al papel, balas al humano... ¿Crees que así funciona?- La joven sacó su bate y la lluvia de balas se intensificó. -Patéticos...- Preparó su ataque y se lanzó a acabarlos.
Los cráneos y huesos crujían cuando eran impactados por el bate, algunos intentaron escapar pero ella era más rápida y les impedía el paso bloqueándoles las salidas.
Al ver que no había escapatoria los hombres intentaron derrotarla en grupo, algunos la atacaban de lejos con las ametralladoras que, no le hacían nada y otros se acercaban para tener un combate frente a frente. Fue inútil, a todos los acabó igual.
Al final no hubo más que un montón de sangre, huesos, piel y balas regadas por todas partes. Tania se pasó una mano por el cabello tiñéndolo de sangre y al notar lo que había hecho hizo una mueca de asco.
-Terror... Tendré que lavarme el pelo.... Mierda.-
En ese momento su celular sonó y el alma se le fue a Tania.
-¿Bueno?-
"-¿CÓMO QUE FUISTE A ACABAR A LOS CÁRTELES? ¡TANIA NAOMI NEVOR FILANDY!-"
Era Dahana y cuando mencionó el nombre completo de Tania esta supo que estaba en serios problemas.
-Yo.... Eh...-
"-PARA LA OTRA QUE VUELVAS A HACER ESO SIN MÍ TE HAGO COMER MI OMELETTE DE HUEVO CON CHOCOLATE, ¿ENTENDIDO?-"
Todo el miedo que Tania había generado se disipó.
-Entendido idiota... Para la otra vendrás conmigo.-
"-Hecho.-"
La llamada acabó tan rápido como había comenzado y cuando Tania salió del edificio que había sido la base de uno de los cárteles se topó con la pequeña albina que le sonreía desde las sombras.
-¿Te regañó?-
Tania suspiró.
-Así que fuiste tú... Debí imaginarlo.-
-Obviamente que fui yo.- La albina se desprendió de la oscuridad y comenzó a caminar a lado de Tania con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta. -Si no mal recuerdo tu padre me ordenó cuidarte y debía decirle a ella a donde fuiste.-
-Eres mala...-
-No lo creo.-
Tania hizo desaparecer su bate y con un chasquido se limpió la sangre que le empapaba el cuerpo.
-Fue la última...-
La albina miró a Nev y alzó una ceja.
-¿La última qué?-
-De mis cacerías.-
-Ajá, te creeré.- La pequeña rio por lo bajo. -Para una asesina que es llamada por la sangre dejar de matar es imposible.-
Tania se colocó la capucha de su sudadera para cubrir su rostro y se encogió de hombros.
-Dije que es la última, más no dije de qué.-
-Ah, ya lo pillo.- La albina se subió a una banca y caminó sobre el asiento. -¿Es la última de qué? ¿Del mes? ¿De la noche? ¿Del año?-
-De la semana.-
La niña saltó de la banca para caminar de nuevo por la acera.
-No creo que dures tanto... Quizá en tres días ya vuelvas a matar.-
-Bueno, en ese caso será la última que realice en Melien.-
-Eso te lo creo menos... Por cierto, ¿cuándo nos vamos?-
-Esta noche.-
La albina se frenó unos momentos, sacudió la cabeza y reanudó su caminata.
-Es muy pronto, ni siquiera te has despedido.-
-A eso estoy yendo, ¿no lo ves?- Respondió Tania un poco nostálgica, como si el hecho de irse le doliera más de lo que mostraba a simple vista.
-Emma va a estar muy triste, eres casi su hermana.-
-Será lo mejor, además ahora tendrá a Penny etc etc.-
-Bueno... Si tú lo dices, y, ¿a dónde vamos?-
-Lejos.-
La albina hizo una mueca y contestó con tono sarcástico.
-No me digas... Y yo que creí que íbamos a la vuelta de la esquina.-
Tania rio.
-Vamos, vuelve a ser un ave... Ya hemos llegado.-
La niña le hizo un gesto vulgar con los dedos y salió volando para posarse en el techo de la vivienda. Cuando Tania iba entrando la voz escurridiza y filosa de la menor volvió a sonar entre el silencio de la noche.
-Suerte... Espero que la querida Dahana no te mate por lo que hiciste esta noche.-
Tania bufó y entró sin darle respuesta al comentario de Minerva.
-Hasta que llegas...- Dahana apareció frente a ella, como si el sonido de la puerta y la mención de su nombre momentos antes la hubieran invocado.
-Hola...-
-Tania.- Emma apareció detrás de la joven del mechón, su semblante era serio y algo rígido. -¿Podemos hablar?-
Nevor no pudo evitarlo y sonrió.
-Eso sonó como si fuéramos pareja y estuviéramos a punto de tener una seria conversación.-
-¿Quién dice que no será seria?-
-Esto me está dando muy mala espina... Tengo una corazonada que me dice que no va a ser de mi agrado esa charla.-
Dahana le lanzó una mirada de advertencia a Tania y luego le apretó la mano.
-Ve...-
-Pues eso iba a hacer.-
Esta vez Tania se ganó un leve pellizco de su compañera.
-Au...-
-Vamos arriba...- Emma les dio la espalda a ambas chias y comenzó a caminar rumbo a su habitación.
Dahana soltó a Tania y le dio un suave empujoncito con el hombro para animarla a seguir a su amiga, Nev negó con la cabeza y estaba por comenzar a andar tras Emma cuando Dahana habló una vez más.
-Tienes máximo treinta minutos, las demás ya están listas... Ya sabes como llegar, las veré allá, el avión de la UESI pasará a recogerlas en el punto que acordamos.- Dicho esto se puso de puntitas y depositó un suave beso en la mejilla de Tania.
-Ten cuidado.-
Dahana se volvió hacía la puerta de la salida.
-Lo mismo digo.-
Luego ambas chicas caminaron opuestamente a sus respectivos destinos.
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Nevor
RandomEn un mundo casi igual al nuestro la delincuencia está por doquier, los cárteles dominan los nueve continentes y se deleitan con el poder y el caos que generan. Melien es una isla, cede de la delincuencia en el mundo y madre de los dotados, personas...