Capítulo 6

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Año 2107 — Neuroisis

LAUREN'S POV

No obtuve paz después de la conversación con Dinah, mi cabeza ahora parecía un panal resonante e inclemente de inquietudes, rigiendo desde la cúspide, como un perentorio monarca. Ahora estaba siendo acordonada por los miedos, y la amenaza inminente la sentía respirar en mi nuca. ¿Cuánto tiempo tenía? ¿Era reversible este designio? Aunque eludiera el tema con Dinah, no podría escapar de eso en mi cabeza, y es que claro, concierne a no perder mi cabeza, y habló de una manera literal.

— ¿Lauren?

Se coló una voz en el torrente de mis pensamientos, mientras insistía inútilmente en leer los datos recopilados por los nanobots en el cuerpo del contenedor, y consiguió que atrajera mi mirada hacia ella.

— Tienes que ver esto — anunció mi compañera, sentada en la misma mesa en la que yacía el contenedor.

Debía admitir que todo lo que concerniera a ella, me despertaba curiosidad, por lo que fue inmediato mi anticipo para incorporarme y conglomerarme con ellas en la misma mesa. Mesa en la que estaban dispersos más de sus súbitos dibujos a los que se había estado dedicando gran parte de la jornada (la manera más fructífera de tenerla bajo control), sólo que esta vez, con la ayuda del color, el significado de sus bosquejos se había esclarecido un poco.

Repasé mis ojos por la superficie, visualizando ligeramente los trazos, mientras ella había hecho una breve pausa para mírame al arribar.

— Dan un poco de escalofríos, ¿no crees? — inquirió Dinah, tomando una de las hojas en la mesa y extendiéndola en mi dirección.

Con ella en manos, examiné lo que había allí plasmado. Parecía ser un cuerpo humano tendido en una camilla, esta vez había mucho rojo en el dibujo, además de cables, también del mismo color, que salían de su cuerpo y conectaban a tanques.

— Si me lo preguntas a mí, yo entiendo que le están drenando la sangre.

Era un tema de percepción, podría tratarse de algún suero que les inyectará durante su desarrollo, pero la verdad estaba siendo muy sutil, pues bastaba con repasar los demás dibujos, para interpretar a los personajes horrorizados en estos, siendo reprimidos por sujetos de uniforme oscuro, que podría referir a una élite de agentes encargados de velar la seguridad de ellos, o bueno, velar el secreto de lo que son.

Son representaciones de su subconsciente — intervino la voz de Tiana —. La mayor parte del tiempo están bajo la inhibición de los chips, lo que prolonga las horas de sueño.

— Y ahí está de nuevo la perra — rodó los ojos Dinah —. Nadie pidió tu opinión — renegó.

— ¿Te das cuenta de que peleas con una máquina? — le recordé, apilando los dibujos para guardarlos.

— No me da confianza.

— Cómo sea — desvíe el tema antes de que se le ocurriera volver a profundizar —. Debemos bañarla antes de retirarnos.

— Bien, yo me encargo. Tú termina eso.

— ¿Segura que puedes hacerte cargo?

— Sí — bufó con una risilla —. ¿Qué tan complicado puede ser meterla en la ducha?

— No, la ducha le asusta. Así que no intentes forzarla a entrar a la cabina porque la pondrás nerviosa. Usa la bañera, y prefiere el agua tibia, asegúrate de que no esté tan caliente.

Dinah se me quedó mirando fijamente, con los labios formando una línea recta, inexpresiva, pero entonces, con aquella mirada bastó para que yo comprendiera lo comprometedor que sonaron mis propias palabras.

RESILIENCIA (Parte 1 Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora