LENA
Había pasado una semana más y seguía sin tener noticia de Kara.
Tenía la esperanza de que aparecería después del fin de semana. Un fin de semana que se me hizo muy largo sin ella.
Además, Astra había empezado a lloriquear por las noches y yo no era capaz de calmarla. Me pasaba las noches sin poder dormir.
Estábamos a viernes, otra vez. Y yo ya no podía más. ¿Dónde diablos estaba Kara? No quería ponerme en lo peor, pero está situación se estaba volviendo insoportable.
Habían pasado dos semanas desde que Kara se marchó, dando un portazo qué aún resuena en mi cabeza, y empecé a temer que no volvería a verla.
Estos últimos días habían sido muy difíciles para mí, y mi situación personal estaba empezando a afectar a mi desempeño en la compañía.
Al no poder descansar por las noches no podía concentrarme en el trabajo y me había perdido muchas reuniones.
Afortunadamente Eve siempre me cubría, y tenía personal lo suficientemente cualificado a mi cargo como para poder salvar la situación cuando era preciso.
La falta de sueño me volvió un tanto irritable. Me había pasado todos estos días deseando que volviera, pero los días cada vez me pesaban más.
La esperé, cada noche, deseando que cruzase la puerta principal de mi apartamento, pero no ocurrió.
También solía imaginármela cruzando la puerta de mi despacho, arrepentida de su decisión y pidiéndome volver a casa. Pero eso tampoco ocurrió.
Ni siquiera me había devuelto las llamadas, ni me había dejado un mensaje. Cuando Kara se fue nunca imaginé que desaparecería de mi vida, literalmente.
Me negaba a rendirme tan pronto con ella, pero no podía evitar pensar que si a estas alturas no había sabido nada de Kara quizás era porque ella realmente no quería saber nada de mí.
Estaba sentada en mi despacho, revisando unos papeles que había sobre la mesa. Unos papeles que había estado leyendo durante algunos minutos, incapaz de concentrarme en lo que había escrito en ellos.
Cuando de pronto exploté. ¡Maldita sea, Kara! - exclamé a viva voz, mientras despejaba la mesa con furia, arrastrando los papeles y dejándolos caer al suelo.
Últimamente no podía evitar reaccionar con impulsos violentos, me sentía abatida y expresar mi rabia era la única vía de escape para desahogarme.
Después de eso solía llorar desconsoladamente por la impotencia, hasta que conseguía tranquilizarme.
En ese momento entró Eve, que me escuchó gritar.
-Eve: ¿Señorita Luthor? ¿Está usted bien? - preguntó, acercándose a mí - Espere ¿Está llorando? - preguntó, y yo me sequé las lágrimas con el puño.
-Lena: No te preocupes, Eve - dije, intentando mantener la compostura - No debí... - dije, mientras mi secretaria se agachaba a recoger los papeles que había tirado al suelo
-Eve: Tome - dijo, dejando los papeles sobre la mesa - ¿De verdad que está bien?
-Lena: Sí, puede retirarse - dije, en tono serio
-Eve: Esta bien, lo siento. No quería excederme en mis confianzas. Pero es que está tan diferente que... Lo siento, no la molestaré más - dijo, dirigiéndose a la puerta
-Lena: Espera, Eve - dije y ella se frenó - Discúlpame, no estoy pasando por un buen momento personal. No era mi intención hablarte así. Hace un par de semanas que no sé nada de Kara y... estoy preocupada
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Cambio de aires (AU)
FanfictionKara perdió a sus padres cuando era pequeña y vive con sus tíos y su primo Clark en Smallville. Lena Luthor es una empresaria de éxito fría como el hielo que decide invertir en la granja de los Kent. Y así es como se cruzan sus caminos. La ternura d...