Kara perdió a sus padres cuando era pequeña y vive con sus tíos y su primo Clark en Smallville.
Lena Luthor es una empresaria de éxito fría como el hielo que decide invertir en la granja de los Kent. Y así es como se cruzan sus caminos.
La ternura d...
Estaba sentada, sobre la hierba, sumergida en mis pensamientos, sin dejar de pensar en Lena.
Habían pasado dos meses desde que me marché de su apartamento, dejándole aquella carta de despedida y no conseguía olvidarla. Pero ya era tarde.
Las primeras semanas fueron las más difíciles, me sentía sola y completamente perdida y un día, después de haber llorado hasta quedarme sin lágrimas, acabé aquí.
Supongo que lo necesitaba y al final cedí. Desde entonces, cada vez que puedo me escapo un par de horas para desahogarme donde las almas descansan.
Dos meses después no conseguía superar la pérdida de Lena y, contra todo pronóstico, encontré consuelo en el único sitio donde nunca me esperé encontrarlo, en el cementerio.
Solía quedarme aquí, con la mirada perdida, imaginándome como podría haber sido nuestra vida si no me hubiera marchado, rompiendo su corazón en mil pedazos.
Quizás Lena y yo habríamos tenido una oportunidad de ser felices. Pero ahora ya nada de eso importaba.
Tenía que enfrentarme a las consecuencias de mis decisiones y aguantar, refugiándome en los recuerdos felices para sentir un poco de alivio.
Me tranquilizaba pensar en voz alta y revivir todos aquellos momentos felices que vivimos juntas. De algún modo me ayudaba a sentirla más cerca y, con el tiempo, también me ayudó a calmar un poco el dolor de no poder estar con ella.
Y, aunque al principio fue duro, los recuerdos eran lo único que me quedaban de Lena, así que los utilicé para evadirme de la difícil realidad.
Me gustaba cerrar los ojos y recordar nuestro primer abrazo, con el que sentí todo. O el momento qué fui valiente y me arriesgué, besándola.
Ese fue, sin duda, uno de los momentos más felices de mi vida, pues, aunque tenía muchas dudas, al final Lena me correspondió, haciendo que mereciera la pena.
Nunca podré olvidar nuestra primera vez, en la que Lena me hizo sentir tan especial con sus besos y sus caricias. Con ella aprendí lo que significaba amar y ser correspondido.
Tampoco olvidaré todo lo que hizo por mí, en mis peores momentos, cuando supo estar a mi lado, dándome todo el apoyo y cariño que necesitaba.
A veces solía pensar en lo que podría haber sido y no fue, mientras acariciaba mi vientre.
En la familia que podría haber formado con Lena si no hubiera sido tan egoísta de escaparme a aquella clínica para ponerle fin a mi pesadilla. Pero estaba tan confundida... y, por desgracia, no supe valorarlo.
Todos los momentos felices quedaron enturbiados por el drama y, al final, nada de eso me pareció suficiente para quedarme a su lado.
Y ojalá hubiese sido suficiente, pero ya era tarde para arrepentimientos. Lena ya no estaba en mi vida y tenía que hacerme a la idea.
Me levanté del suelo, mirando la tumba frente a mí y no me podía creer lo frágil que era la vida y lo rápido que podías perder a alguien muy querido. Nunca podré olvidar el momento en el que lo supe, un accidente de coche, dijeron.
-Winn:¿Estás lista...?
-Kara: Sí...
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