Vaya mierda de semana, pensó al sentarse en la cafetería. La mesera traería su café y galletas en unos minutos; al fin, después de tanto ajetreo, tenía algo de tiempo para respirar. Comenzaba a hacer calor; el verano se asomaba amenazante, como todos los años. Por suerte, pensó, hacía poco que el gobierno exportó árboles y los plantaron por el norte, ayudando así a disminuir las altas temperaturas de Sandy.
La brisa fría de la costa le acarició el rostro. No odiaba el sur, en realidad siempre había pensado en que le gustaría pasar una temporada en la LSPD. Observó los edificios, las luces que comenzaban a iluminar la ciudad; no odiaba el sur, sino más bien a su gente. Soltó un profundo respiro en cuanto recordó el sinfín de situaciones que había vivido en la ciudad con los civiles.
La camarera llegó con la taza de café y el plato de galletas. Pese a su apariencia, Collins disfrutaba muchísimo de las golosinas y platos dulces. Un café amargo y unas galletas dulces, todo en perfecto equilibrio. El exquisito aroma de su comida le llegó de manera tan satisfactoria que, cuando dio el primer sorbo, supo que realmente disfrutaría ese pequeño momento de paz.
Recordó las salidas con Ford, con Yakiv, con Norbit... Joder, su café estaba buenísimo y las galletas estaban azucaradas y suaves como le gustaban, ¿por qué demonios tenía que pensar en asuntos tan tristes? El ruido de un grupo de amigos que pasaban por la acera del frente le distrajo. Volvió a dar un sorbo a su taza, mirando fijo al grupo que avanzaba lento y a carcajadas. No quería pensar en nada en particular, por lo que clavó su mirada en el chico más ruidoso del grupo.
Estaba solo en la terraza de la cafetería, disfrutando de unos largos minutos de paz, pero no por mucho tiempo. Un hombre alto y fornido tomó lugar dos mesas más allá. Iba vestido con chandal negro y una gabardina elegante en color hueso; un gorro deportivo de adidas le cubría el cabello y unas gafas negras disimulaban su rostro. En cuanto tomó asiento se quitó la gorra y pudo ver su cabello blanco peinado hacia el costado con los laterales rapados. Le oyó soltar un profundo, muy profundo suspiro. ¿Acaso el sujeto era demasiado ruidoso o era él quien no quería que nada ni nadie interrumpirse su tranquila taza de café?
Al quitarse las gafas pudo ver su rostro por completo. Joder... dijo para sí. Soltó una sonrisa incrédula, ¿estaba viendo un fantasma o qué mierdas? Se acarició la barbilla, sin poder creer lo que sus ojos veían.
—Hey, ¿que ya no saludas? —el hombre le dirigió una mirada feroz, como si estuviera dispuesto a pelearse con quien fuera. —Fiuuuu... vaya recibida. —apoyó su rostro sobre su mano derecha, esperando a que el sujeto le reconociera.
—¿Collins? —le oyó balbucear.
—¿Horacio? —le imitó, a lo cual el moreno soltó una sonrisa avergonzada.
—¿Qué tal, cómo has estado, macho? ¿Qué cuentas? Llevo una temporada sin verte la cola.
—Pues aquí. Llevo unos días durmiendo y soñando movidas muy raras... —se apoyó hacia adelante en la mesa, cargando su peso en los antebrazos.
—Vaya, pues me da hasta envidia oírte. —y se llevó una galleta a la boca.
Horacio se recogió de hombros, intentando quitarle importancia a la vez que deseando disimular la pequeña vergüenza que le causa la situación.
—¿Y qué, te gusta esta cafetería? Tiene galletas muy buenas. —volvió a dar una mascada, despreocupado. —Estás un poco callado, ¿no?
—Pues sí, tiene galletas muy buenas. Creo que ordené las mismas que las tuyas. —guardó silencio, esperando a que el cresta volviese a hablar. —¿Qué tal estuvo todo lo del otro día, con los verdes?
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Oneshots Volkacio
FanficMini oneshots o sketches volkacio. La mayoría son parte de mi head canon. Ninguna escena tiene directa relación entre sí. Habrán algunos que no sean directamente volkacio, pero que indirectamente estaré llorando por volkacio :'C (Los sketches +18 s...