Seokjin había quedado de ir a la casa del peliblanco aquella tarde. Era sábado y daban las 5 pm con algunos pocos minutos cuándo tocó la puerta nervioso.
—Mmh, oh Jinnie!– exclamó el moreno, y repentinamente se le acercó y tomó por las mejillas para plantar un rápido beso sobre sus labios, dejando atontado al chico.
—Hola Joonie, ¿cómo estás?
—Pues ahora que te veo, mejor que nunca.– sonrió, aún acunando su rostro entre sus grandes manos– Um, pasa.– se apartó de la puerta y dejó entrar al pelimorado quién pasó algo tímido, Namjoon sonrió por eso.
El mayor se quedó parado en la entrada, mirando cada rincón de la casa que le era posible, claro que no era gigantesca pero el espacio gritaba Namjoon por todos lados, era muy él con todos esos cuadros de pinturas y color turquesa oscuro raro tintando y adornando las paredes, mientras que varios muebles de madera barnizados estaban casi llenos de libros y otros con cuadros de fotos que ya vería mejor.
Por ahora, se concentró en el cuerpo que se posaba detrás suyo y dejaba su barbilla en su hombro pasando sus brazos por su cintura lentamente como si le pidiera permiso. Amaba cómo aún seguía siendo tímido aún que se soltara cada vez más; porque a pesar de a veces de repente tomarlo por las caderas y plantarle besos rápidos, seguía siendo una bolita de azúcar adorable y lo amaba, lo hacía.—Mmh hueles bien.– sintió cómo la nariz del alto rozaba su cabello y sus fosas nasales hacían ruido al aspirar. Sonrió y puso sus brazos sobre los de éste.
—Digamos que me arreglé para tí.– contestó con cierto tono coqueto y se imaginó que el otro se había sonrojado enseguida. En un rápido movimiento fué volteado y tomado por las mejillas, miró a los ojos y rostro de Namjoon; sus orbes brillaban, su cabello estaba desordenado y con algunas ondulaciones en tanto sus mejillas estaban cómo dos rubíes tiernamente. Era un regalo del cielo.
Sin darse cuenta, suspiró sobre su boca y al cerrar sus ojos unió sus labios dulcemente. Kim suspiró entre medio y su cuerpo se relajó al hacerlo, movió sus labios, sintiendo lo esponjosos de los contrarios y dulces, suspiró de nuevo porque supo que Seokjin había aplicado ése bálsamo labial de frambruesa que tanto le gustaba a él que usara.Namjoon se despegó levemente de sus labios pero no apartó sus caras, lo miró y se deleitó con la imagen de su rostro rojo, labios hinchados y sus ojitos brillantes al igual que los suyos. Ambos eran un deleite para la vista del otro.
—Umh sabes bien. ¿Es el de frambuesa verdad?– susurró en contra suyo haciendo su aliento chocar nuevamente con los labios apetecibles de su chico.
—Sip.– susurró también, no sabiendo bien porqué.– Pero... no puedo decir lo mismo de tu aliento, ¿así me besas eh?
Namjoon abrió los ojos luego de haberlos cerrado sintiendo el roce de sus labios, se sonrojó leve y bajó la mirada mientras Jin reía cálido.
—No te preocupes, así me gustas.– lo tomó y besó una vez más, aún que ahora el beso tomó otro rumbo, no supieron en qué momento pero de un segundo a otro Seokjin estaba sentado en uno de los muebles mientras Namjoon se ubicaba entre sus piernas acariciando sus muslos sin despegar sus labios aún mordiendose y jugueteando con sus lenguas atrevidos.
—¿Crees... mmh que debamos... huh subir?– habló el mayor entre el beso fogoso que se daban.
Namjoon se despegó por completo, lo miró y sonrió frívolo.—Tal vez.– volvió a besarlo, ésta vez con más intensidad agarrándolo con sus palmas por los muslos, bajando un poco éstas recorriendo sus extensiones plácidamente hasta volver a subirlas para tomarlo firme e irlo levantando, Seokjin enredó sus piernas al rededor de las caderas de éste y de un segundo a otro al subir las escaleras, ya estaban en la habitación, él bajo Namjoon y ambos acariciándose por todos lados con paciencia y cariño pero cierto toque de atrevimiento.
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¿beauty? © namjin
FanfictionSeokjin se prometió ser duro y no volver a confiar en el amor luego de haber sido tan lastimado, sin embargo, aquél tierno y peliblanco chico inteligente, voltearía su mundo e ideas de un día para otro. Namjoon amaba el cielo, y Seokjin lo amaba a...