Brownie abrió los ojos, escuchó el sonido del mar y un suelo inestable, alzo la mirada, el cielo estaba sobre ella, intentó gritar, pero estaba amordazada, levantó más la vista, ahí estaba el hombre que había ayudado esa mañana.
Comenzó a maldecir balbuceando y el hombre se percató que había despertado.
-¡Oye, sí que tienes el sueño pesado!
La chica le miraba completamente molesta, el le sonrió-No me mires así, te estoy haciendo un favor ¿Sabes? escapar de esa isla es lo mejor para cualquiera, al paso que vas si te siguen cobrando tu esperanza de vida, no vivirás mucho tiempo.
Le quitó la mordaza de la boca y Brownie le mordió con fuerza, este le cestó un golpe en la cabeza tirándola al suelo.
-¡¡Trataba de convencerte de la mejor forma posible, pero parece que no quieres cooperar!!!
-¡¡¡Me niego a ser un pirata!!
-¡¡Nah!!! Como quieras, de todas formas mi capitán sabe como quitarte tu fruta del diablo.
Respondió sonriendo con malicia, la chica paso un trago de saliva temblando.
-¿Sa... sabe como quitarme mi fruta del diablo?
-¡Claro, aunque tendrás que morir en el proceso! ¡Oh! Es cierto no te lo he dicho, soy parte de la tripulación de barba negra.
La chica calló de espaldas completamente desconcertada.
-Tus habilidades nos vendrán bien en batalla, así que si no quieres morir lo mejor será que te unas de forma amable y cortés y hagas todo lo que te diga.
Brownie estaba aterrada, no quería ser pirata, mucho menos de la tripulación de barba negra.
Comenzó a deshacer sus brazos convirtiéndolos en miel, como estaba de espaldas el pirata no se dio cuenta.
-Y si me convierto en pirata de Barba negra... ¿Me dejarás con vida?
-Seguro... siempre y cuando el capitán considere que sabes usar bien tus habilidades, te dejarán vivir, es una excelente oportunidad ¿No crees? Podrás ser libre y surcar los mares con nosotros, la mejor tripulación del mundo.
Brownie logro zafarse, sonrió lanzándole un golpe en la cara, sin embargo su suerte duró poco, pues el sujeto cortó su brazo de miel al instante, la chica, callo de espaldas, con la respiración agitada.
/Cálmate Brownie.... recuerda como lo hacía el comandante para recuperar sus brazos con Mochi..../
Se repetía a si misma intentando recuperar la forma de su brazo, cuando lo logro levanto la mirada, el sujeto le estaba apuntando con la espada a la cara.
-No hagas esto más complicado, se nota que no sabes pelear, está espada esta envenenada si te cortó, morirás de una forma lenta y dolorosa.
La chica bajo la mirada, sabía que el tenía razón,no servía para pelear, no quería morir de esa forma pero mucho menos quería ser un pirata, miró al oeste, observando un punto lejano lo que parecía ser la dona gigante de la isla Komugui.
/Que raro, nos hemos alejado muy poco/
Pensó extrañada de ver el sol a medio cielo indicando el medio día, sin embargo al acercarse más el objeto, resultó se una tarta de batalla acercándose con velocidad.-¡¿Qué es eso?!.
Exclamó el hombre de inmediato.-¡¡Es una tarta, van a derribar el bote!! Expresó la chica consternada.
-¡¿QUE DICES?!
El le sujetó de los brazos haciéndole una llave y dejando inmóvil sin dejar de apuntarle con su espada
-¡¿Qué estas haciendo?!
Gritó la chica de forma inmediata.
-Si te tomo de rehén te dejarán ir
-No seas idiota, las tartas eliminan a cualquier barco que se atraviese en su camino ¡No les va a importar matar a un soldado como yo!
-¡¡¡¿Que?!!!
Ambos gritaron despavoridos cuando la tarta arribó tan cera de ellos que las olas sacudían con fuerza el pequeño bote, en la proa, la chica avisto una figura asomarse, con tridente en mano.
-¡¡¡¡¡Ahhhh es Charlotte Katakuri!!!!
Gritó el hombre asustado abrazando a Brownie, quien estaba pálida con una sonrisa trabada, pensando mil cosas en su cabeza.
/Todos los peores escenarios se han unido, lo que dije de su madre días antes.. mi desaparición y ahora estoy en medio del mar con un o de los piratas de barba negra.../.
Katakuri enfocó la mirada en ella, mientras el otro hombre se aferraba más lloriqueando y repitiendo que iban a morir, ella miró la expresión del hombre mochi, lucía endemoniadamente molesto.
Sus ojos parecían tornarse carmesí como los de un demonio, dio un salto de la tarta y giró con velocidad su brazo con la Mogura.
Con la velocidad de un rayo perforo con su tridente al pirata, la chica miraba sin poder hablar como el sujeto caía al mar dejando un rastro de sangre y un grito ahogado, el comandante se puso de pie en el inestable bote recargando su Mogura en su hombro y miró a Brownie, quien calló de rodillas con los ojos desorbitado.
El hombre miró el moretón de su hinchada mejilla, y observaba las marcas de la soga en sus muñecas, acercó su mano y limpio el rastro de sangre que le había salpicado en la cara, ella reaccionó enfocando la mirada en el, no la miraba con desprecio, Brownie se relajó de a poco, las lágrimas comenzaron a caer sin resistencia.
-¡Lo... Lo siento mucho! Expresó lloriqueando
-Ya te dije que los soldados dulces no deben llorar.
-¡¡Perdón!!
Expresó chillando y sin preverlo le dio un abrazo, lo estrecho fuertemente mientras sollozaba con fuerza, el sintió las lagrimas mojar su torso.
-¡No sabía que era un pirata de barba negra! ¡Solo quería ayudarle, sabía que si lo encontraban lo matarían y me sentiría responsable por ello!
El sintió una presión en el pecho, esta vez ella no lloriqueaba de forma dramática como la vez pasada, esta vez se notaba que la había pasado mal, temblaba asustada y estaba pálida.
Le acaricio la cabeza un par de veces para calmarla como lo hacía con sus hermanas menores.
-Muchas gracias...
Expresó Sollozando interrumpida por su inestable respiración debido al llanto Katakuri bajó su vista.
-...Vino hasta acá para salvarme.
El volteo de nuevo al mar, pensando en que decir para apaciguarla y que le soltara, sin embargo de momento la sintió desvanecerse, la sujetó antes de que tocara el suelo del bote, estaba respirando con más dificultad.
-¿Que te ocurre? Brownie acercó su mano a su cuello tenía un pequeño corte.
-El arma... estaba envenenada Katakuri cambió su expresión de inmediato, la tomó entre sus brazos y regresó a la tarta con velocidad.
/Cálmate...
Se decía a sí mismo mientras daba instrucciones a los homies del barco de guerra para regresar.
/...Debes calmarte, tú nunca bajas la guardia....
Se repetía sin parar, la chica respiraba cada vez más rápido, su frente ardía.
El no despegaba la mirada de ella, parecía sufrir, sufrir mucho, no debería ser tan angustiante para él, había estado en muchas guerras piratas, tenía experiencia perdiendo soldados, pero ella, era diferente.
No era un soldado excepcional, no era su hermana, ni siquiera un nakama, sin embargo sentía un gran vacío de pensar en no volver a verla.
Ese vacío que sintió cuando creyó creyó que le temía se hacía más grande y sujetó la pequeña mano de la chica contra las suyas, como si no quisiera que se escapara.
Tantas emociones, no eran propias de él.
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El dulce sabor del amor (Charlotte Katakuri x OC)
RomanceLuego de que todo Whole Cake se enterara de la derrota del hijo favorito de Big Mom a manos de sombrero de paja, las cosas comienzan a complicarse para Charlotte Katakuri pues esta decidido a no ocultar más su rostro, la gente de la isla Komugi le...