Sintió un mareo por la sorpresa, así que tuvo que sentarse de nuevo mientras sudaba frio, por fuera permanecía frugal, con las manos entrelazadas sobre la mesa y una sombra cubriendo su mirada estoica, observaba al pequeño bebé de Brownie, chocar sus manos con el chico de Makino, jugando en el suelo.
Esos ojos rojizos con pestañas largas, ese mechón de cabello granate que se asomaba bajo su gorro y sobre todo esos dientes....
Había imaginado que la chica se había casado con alguien de la isla y ese bebé era de ese desconocido, que ella vivía feliz como ama de casa con su propia familia, sin embargo, nunca se imaginó ese escenario.
Ahora se sentía como un miserable, a la chica le habían borrado la memoria y había llegado a una isla desconocida esperando un bebé de alguien que no recordaba, seguro había sufrido bastante por no saber lo que había sucedido, por pensar que tal vez habían abusado de ella o algo parecido.
Katakuri se oprimió la cabeza con fuerza, lleno de frustración, ¿Cómo podía asimilar la salvajada que había cometido?, ¿Qué debía hacer ahora? ¿Pedirle a Pudding que le devolviera sus recuerdos?, pero ella parecía feliz en esa isla y seguro lo odiaría por haberla hecho pasar por tantas dificultades sola.
- ¿Por qué pone esa cara?
Pregunto ella ale verlo tan ensimismado en sus pensamientos.
- ¡Yo me hare cargo de ti y de ese niño!
Respondió exaltado y de forma rápida, cuando la chica le miró confundida, se puso tan rojo que sintió que sus orejas emitían vapor por la vergüenza, Brownie primero se quedó en silencio pensativa y luego soltó una carcajada sonora.
-No me diga que se ha enamorado de mi....
-Ahhh....
Mascullo con las palabras atoradas, reflexionando en la imprudencia de su intervención, ¿Qué debería hacer?, la chica sonrió más aún, dándole una palmada en la espalda.
-Estaba bromeando, no ponga esa cara, es muy amable de su parte pero no tiene por qué hacer eso solo por lástima.
Katakuri dejó caer sus hombros con desmotivación, se había apresurado a hablar sin pensar, ahora no sabía que debía hacer, tenía que responsabilizarse, pero ¿Qué tal si ella no podía amarlo de nuevo?
No quería imponerse solo por ser el padre del niño pero no podía simplemente irse y olvidarse de ella, no podía, a pesar de que se había jurado que si la veía bien se marcharía sin dudas.
-Puedo.... ¿Cargarlo?...
Pregunto finalmente, titubeante y avergonzado a la mujer de cabello menta, la cual accedió a penas luego de pensarlo unos minutos.
Makino al ver la atención de la situación tomó a su hijo de la mano informando a Brownie que regresaría en un rato.
Cuando Katakuri levantó al bebé entre sus manos y sus miradas se cruzaron sintió la necesidad de no soltarle, nunca lo dijo, siempre que le hacían aquella pregunta, la evitaba, pues parecía un deseo mundano y negarlo sería mentir, pero uno de sus más grandes anhelos era tener sus propios hijos, fue por eso que cuando Brownie lo pregunto la primera vez si quería tener un hijo con ella, cayo rendido sin darse cuenta, pues la había propuesto algo que él deseaba mucho, ahora por fin tenía un hijo, que llegó de forma inesperada y casi accidental.
Resopló pensativo rascándose la mejilla con frustración, tratando de encontrar una respuesta a sus problemas, tomó el vaso de sake de la mesa para refrescarse, sin embargo, su mano se quedó pegada de forma inesperada, tenía miel embarrada en ella, regreso su vista a Brownie y se fijó de nuevo en su forma de sonreír, su mueca parecía algo incómoda, entonces reflexiono sobre el asunto con la cabeza más fría, ¿A caso ella no se daba cuenta del evidente parecido entre él y el bebé?, era torpe pero no ciega ni ninguna estúpida.
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El dulce sabor del amor (Charlotte Katakuri x OC)
RomanceLuego de que todo Whole Cake se enterara de la derrota del hijo favorito de Big Mom a manos de sombrero de paja, las cosas comienzan a complicarse para Charlotte Katakuri pues esta decidido a no ocultar más su rostro, la gente de la isla Komugi le...