El dulce sabor del amor (Charlotte Katakuri x OC)

La merienda

Advertencia: De nuevo lemon, si, de nuevo, lo siento de sobre manera (bueno no tanto), creo que podría acostumbrarme a esto, al menos en los fanfics, en mis historias originales no creo poder escribir lemon nunca, bueno retomando esto,  ¿Les gustaría uno de Smoker y Hina? Los shipeo desde Alabasta, todo depende de que en mi trabajo no me cambien de lugar jejejejeje me moriría si alguien ve que escribo fanfics en lugar de hacer mi trabajoo (necesito el dinero).

Bueno, sin más cháchara, les dejo el especial.

-------------------------------------------------------------------------------------------

Unos minutos de incómodo silencio.

Katakuri, sentado en la mesa, observaba las donas recién horneadas frente a él, la miel se derretía y caía sobre el plato, miraba de brazos cruzados mientras Brownie lo observaba atenta, estaba deseosa de saber si no había perdido el toque y a él aún le gustaban sus donas.

Un suspiro profundo, el hombre estaba decidido a mostrarse tal cual era, abrió su boca y dio el primer mordisco, una tras otra las donas entraban en su boca haciéndola cada vez más grande, su saliva se escapaba de su boca, cerró los ojos mientras seguía con su placentero momento, extasiado por el dulce, olvidando que estaba siendo visto, Brownie quedo estupefacta conforme el hombre seguía devorando cada vez más salvaje y voraz, recargó sus mejillas en sus manos y su codos en la mesa.

Mordisco tras mordisco, la cocina se inundó por el sonido del hombre masticando con enjundia y entonces, en un momento de lucidez, abrió sus ojos, la chica le miraba fijamente, completamente muda, sus ojos se llenaron de lágrimas y se cubrió la boca para acallar su llanto.

Katakuri sintió la dona que llevaba en la mano desmoronarse, sintió un nudo en la garganta, Sería que la chica estaba decepcionada del él? ¿Que haría si eso pasara?

El realmente deseaba en el fondo de su corazón que le aceptará tal cual era, no podía imaginar que le despreciar por su forma de comer y no quería cambiar esto, porque seria rechazar a si mismo.

-Nunca nadie....

Expreso finalmente la chica de cabello verde menta, secándose las lágrimas con fuerza con su brazo.

-... ¡Nadie había apreciado de esa forma lo que yo hago! ¡Está tan gustoso de comer las donas que yo hice, yo... estoy tan feliz!

El hombre desconcertado relajó sus hombros, luego dibujo una sonrisa tomando un respiro.

-¿No... te sientes decepcionada de mi?

-¡¿Que?!¿Por qué? ¿Se supone que lo esté?

-No lo sé...

Brownie entonces lo comprendió al mirar su rostro consternado y sus ojos tristes.

-Yo no lo veo con los ojos de los demás, ¿sabe? La verdad.... Es que yo me empecé a interesar por usted cuando vi su verdadero rostro, cuando supe que no era ese hombre que todo el mundo idolatraba.

La chica se acercó tomándole del rostro sentándose sobre la mesa y acarició su barbilla pasando sus dedos suavemente, hasta llegar a sus labios, acercó su rostro, Katakuri podía sentir la respiración de Brownie encima, ella lamió un pedazo de dona que tenía en la cara.

-Me parecía antipático y muy arrogante cuando lo vi, recién ingresé como soldado dulce, pero al ver su amabilidad, su falta de experiencia manejando mis cumplidos y la forma en que me ayudo desinteresadamente, no pude evitar caer ante usted... el saber que come como le place, que disfruta de ese modo algo que para muchos es tan simple... es un detalle que me hace amarlo aún más...