TONI POVCuando quise irme apenas salí de su habitación Veronica me detuvo, Finn todavía estaba en su casa y tanto ella como yo sabíamos que si me lo cruzaba de nuevo las cosas iban a terminar peor. En el momento que se fueron no espere más, necesitaba salir corriendo de esa casa, no podía aguantar ni un minuto más el trato que Cheryl me estaba dando, lo había aguantado desde el día anterior cuando sucedió lo de Peaches pero esa situación ya me había desbordado, recuerdo vagamente que Rosa intento frenarme y hablar conmigo, la ignore y salí lo más rápido que pude. Corrí, si, corrí hasta la casa de Rosa y como no tenía la llave de entrada tuve que entrar por la ventana de mi habitación, por suerte no la había cerrado antes de salir. Guarde algunas mudas de ropa en mi mochila, tomé las llaves de mi moto y las de la casa de mis padres y emprendí el corto camino hacia mí no tan amada soledad.
"¿Por qué lo hiciste?
¿Por qué Toni?
¡No tenías derecho!
¿Crees que todo lo solucionas con un "Lo siento", Toni?"
En lo único que podía pensar era en la expresión de Cheryl cuando me hablaba y me echaba la culpa de todo. Pero no me arrepentía de nada, haber visto a Finn intentando abusar de ella fue algo que me dejo sin criterio, me cegó completamente, hace meses que venimos intentando superar eso y que él aparezca solo para empeorar las cosas me enfureció completamente. Las cosas que dije las dije sin pensar, sabía perfectamente que Cheryl pretendía guardar ese "secreto", que no quería que nadie más se enterase de esa parte de su vida, de su pasado. Pero yo en estos momentos soy su presente e iba a hacer todo por ella, cualquier cosa porque no resultase lastimada, pero al final termine haciendo todas las cosas mal al parecer.
La noche estaba más que hermosa, no hacía mucho frio y el cielo estaba lleno de estrellas, no me gusta mucho manejar de noche, prefiero disfrutarla contemplando su belleza, aparte que yo puedo ser muy cuidadosa pero no los otros que vienen manejando, por eso siempre prefiero manejar de día, más si es la moto. Solo existieron cuatro ocasiones en las que maneje durante la noche, la primera fue cuando me entere de la muerte de mis padres, necesitaba despejarme y lo único que se me ocurrió hacer fue salir con la moto en el medio de la noche, las otras tres fueron por Cheryl, cuando vinimos por Penelope, cuando la fui a buscar a la estación de micro y cuando vinimos para navidad. Sentí una enorme angustia a recordar cómo habían cambiado para bien las cosas con Cheryl, como nos fuimos acercando poco a poco, como pude vencer mis estúpidos miedos de querer entregarme a alguien por completo y como todo había cambiado completamente en un par de días.
Por suerte ya estaba llegando a la casa de mis padres, bueno en algún momento voy a tener que acostumbrarle a llamarlo "mi casa", aunque lo dudo, siempre va a ser de ellos. Cuando estaba por entrar algo se me cruza por delante, tuve que esquivarlo y perdí el equilibro.
T: ¡Demonios! – exclame cuando caí de la moto, me levante y al levantar la moto note que se había roto el espejo – Grandioso, ahora tengo que gastar plata en esto. – suspire y lleve la moto hasta el garaje, prendí las luces de la entrada y pude visualizar que fue lo que se me cruzo.
Me acerque lentamente y esa pequeña bola de pelo se hacía más chiquitito en el rincón de la entrada
T: Ven aquí pequeño, te tengo. Aaauu, no me claves las uñas – era un pequeño gatito color gris al parecer atigrado. - ¿Estas tan solito como yo? – ronroneo cuando lo acaricie.
Entre a la casa y prendí las luces, deje al gatito en el suelo quien no tardo en comenzar a inspeccionar toda la casa, seguramente debe estar hambriento y son pasadas las tres de la mañana y en esa casa no había nada de comida, más que algunos enlatados, quizás con suerte encuentre atún. Comencé a inspeccionar las alacenas buscando algo de comida y encontré para suerte del gato una lata de atún, la serví en un plato y en un pequeño jarrito puse agua. Apenas había abierto la lata ya lo tenía maullando a mis pies.