CHERYL POV
Miramos el amanecer acurrucadas en el sofá, ninguna de las dos emitimos palabra alguna, porque ese momento era de esos en donde las palabras sobraban, esos momentos donde una caricia decía miles de cosas, donde un beso robado decía miles de otras, en pocas palabras podíamos definir ese momento como algo completamente "perfecto" y al mirarla y poder sentirla a mi lado sabía que ese estupendo amanecer, ese estupendo momento sería el primero de muchos más.
T: Hey, Cheryl.
C: ¿Mmm?
T: Dijiste que querías mirar el amanecer pero te la pasaste durmiendo.
C: Sí lo vi – dije mientras me giraba para poder abrazarla mejor – solo que tenía sueño.
T: ¿Quieres ir a la cama? – negué con la cabeza – Tú y tu manía de dormir en lugares pequeños cuando tenemos una cama matrimonial arriba.
C: ¿Estas incomoda? – me incorpore de un salto y ella me sonrió –
T: No.
C: ¿Entonces? – se encogió de hombros - ¿Quieres ir a la cama? – asintió – ¿Y por qué no comenzaste por ahí?
Me levante del sofá y tome su mano para que me siguiera escaleras arriba. Me recosté en la cama estirando la sabana que tenía envuelta en mi cuerpo, Toni me miro sonriente antes de meterse debajo de las sabanas, me puse de costado y ella se pegó a mi espalda rodeando mi cintura con su brazo.
C: Yo noto algo de injusticia en el lugar. – me gire para poder mirarla –
T: ¿Injusticia? – asentí - ¿De qué hablas, Blossom? – rodé los ojos, prefería que me llamase por mi nombre que por mi apellido –
C: Mírame – dije levantando un poco la sabana
T: Te miro – dijo soltando una risita
C: Estoy completamente desnuda.
T: Si, lo noto. – su voz sonaba ronca
C: Contrólate – golpee su hombro – o me das mi camiseta o te sacas la tuya – me miro arqueando una ceja – igualdad de condiciones mi amor.
T: Está bien – se incorporó y se sacó la única prenda que tenía, volví a girarme así quedábamos en la misma posición que al principio – la próxima vez que me quieras ver sin ropa solo me lo dices – beso mi hombro y me abrazo con fuerza antes de acomodarse para dormir un poco más.
Esa tarde llevamos a Nimbus al veterinario para que lo revisara y les diera las vacunas necesarias, compramos una jaula para gatos así lo podíamos transportar más cómodamente, cabe decir que no le gustaba nada estar ahí dentro, prefería viajar en brazos, era un gato muy cariñoso y juguetón. El veterinario dijo que le faltaba algo de peso, que seguramente había estado por si solo prácticamente desde que nació así que nos dio unas vitaminas para que se las demos y calcio que se mezclaba con la leche.
Desde la mañana Toni parecía estar algo distante y solamente me hablo del gato y de lo lindo que estaba el día, la notaba algo extraña y no sabía el porqué, o bueno quizás si lo sabía pero no quería hacer hincapié en eso, prefería pensar que no tenía nada que ver con lo que había pasado la noche anterior. Y aunque le preguntaba una y mil veces que era lo que le pasaba no me decía nada, lo que menos quería era tener una pelea o discusión con ella cuando recién nos habíamos arreglado.
Obligue a Toni a hablar con Rosa, las cosas ya estaban bien, no necesitaba seguir escondiéndose de nadie, aunque su idea era pasar los días que nos quedaban en la casa del lago le hice entender que habíamos ido más que nada por pasar tiempo con mi madre y Rosa, las cuales estaban muy preocupadas por no saber su paradero y aparte le había prometido a Rosa llévala sana y salva y eso debía hacer. Así que después de pasar todo el día tiradas en el sofá mirando películas y jugando con Nimbus, cenamos, acomodamos las cosas que teníamos ahí y nos fuimos a dormir.
