CHERYL POV
Los rayos del sol atravesando mi ventana pegaron justo en mi rostro, por la claridad sabía que era demasiado temprano, me estire desperezándome y me quede un rato más en la cama con la mirada perdida en el techo. Busque mi celular entremedio de las sabanas, recordé que me había quedado dormida mientras hablaba con Toni lo que no recordaba es si alguna de las dos llego a despedirse, cuando me fije tenía unos mensajes de ella sin leer.
Me quede mirando la pantalla del celular con una sonrisa bobalicona en la cara. ¿Quién iba a pensar que Toni Topaz terminara siendo una persona tan cariñosa? Definitivamente yo no lo pensaba y comprobarlo por mí misma es lo mejor. Si solo se hubiese abierto a mi antes de estar rechazándome quizás las cosas serían de manera diferente pero da igual no tendría que pensar en esas cosas, estoy feliz por cómo estamos ahora y por como nuestra relación avanza día a día. Estuve meditando un rato en la cama en si me levantaba o intentaba dormirme de nuevo, recién iban a ser las 8 de la mañana y para ser sincera no tenía nada que hacer, hasta la tarde no podía ver a Toni porque si bien sus visitas se iban esta misma mañana ya tenía planes con Sweet Pea y Josie, me olvide de preguntarle si también iba a estar presente Peaches pero creo que no tengo ganas de saber esa respuesta, sé que si me dice que si me voy a poner paranoica y no quiero terminar peleando por mis celos incontrolables. Antes de seguir pensando en la posibilidad de que Peaches se junte con Toni preferí levantarme y hacer el desayuno para mi madre y para mí.
Así que después de cambiarme, lavarme la cara y los dientes baje a la cocina, puse a hacer café y pan a tostar.
P: ¿Eso es café? – escuche a mi madre gritar desde el piso de arriba
C: ¡Sí mamá!, ¡ahora apúrate así desayunamos antes de que te vayas!
P: Ya estoy aquí, cielo. – me dio un beso en la frente antes de servir el café en las tazas – Que raro levantada tan temprano ¿Viene Toni?
C: No, hoy sale con sus amigos – me encogí de hombros – la veo a la tarde. ¿A qué hora vuelves?
P: No lo sé hija, Marcus me invitó a cenar afuera esta noche.
C: Ah, muy bien. Así me gusta, que disfrutes. Te lo mereces – le sonreí – ¿Te viene a buscar?
P: Sí –miró su reloj de pulsera – en un rato ya estará llegando.
C: Entonces ¿Puedo usar tu auto? – me miro entrecerrando los ojos
P: ¿Qué tienes pensado? ¿Dónde irás?
C: Aún no lo sé. Prometo cuidarlo y no salir del país – bromee
P: Está bien, los papeles y las llaves están en la mesita. Cuídalo – me dijo mientras me señalaba con el dedo y yo asentí - ¿Por qué tengo el presentimiento de que me vas a pedir algo más?
C: Quizás sea porque soy tu hija y me conoces – me reí – necesito algo de dinero
P: En el mismo lugar donde están las llaves –comenzó a reírse - ¿Por qué no me terminas de pedir las cosas, Cheryl? ¿Es necesario que vayas por parte?
C: Es para tantear el terreno, madre. No entiendes nada. – me mordí el labio inferior, porque sabía lo poco que le gustaba que alguien ajeno a la casa se quede a dormir mucho menos cuando ella no estaba presente - ¿Toni se puede quedar a dormir? – puse mi mejor cara de niña buena haciéndola reír
P: Sí, Cheryl. Me parece absurdo no permitir que se quede a dormir aquí cuando viven juntas desde hace casi un año – puso los ojos en blanco – aparte confió en que no van a hacer nada en mi casa