CHERYL POVMe quede parada en la puerta de mi casa sin entender muy bien que fue exactamente lo que paso, mi cerebro intentaba procesar las miles de sensaciones que estaba sintiendo en ese mismo instante, todavía sentía mi respiración agitada y aunque hiciera frio podía sentir como mis mejillas seguían ardiendo. Por un simple instinto me lleve la mano hasta mis labios, los acaricie con la yema de mis dedos, cerré los ojos y pude sentir claramente la sensación de sus labios sobre los míos, la suavidad con la que me besaba, el nerviosismo que se sentía cuando su cuerpo temblaba, su cálido aliento golpeando mis labios, su suave y húmeda lengua que exploro cada rincón de mi boca. A pesar de los nervios que sentía, la incertidumbre, la emoción, el miedo, a pesar de todas esas cosas, sentí una verdadera paz y también la certeza de que nunca más en mi vida quisiera sepárame de sus labios.
Abrí los ojos y mire hacia donde Toni había desaparecido con su moto, suspire y una sonrisa bobalicona se instaló en mi rostro, sabía qué hace minutos ella se había ido, pero mis extremidades no querían reaccionar. Hice le mayor esfuerzo por romper la burbuja en la que estaba y volví a entrar a la casa, cerré la puerta y me quede sonriéndole hasta que un carraspeo volvió a traerme a la realidad, me di vuelta y mi madre estaba sentada en uno de los bancos en la isla de la cocina, tenía una taza con café y me miraba con una sonrisa y las cejar arqueadas, dio unos golpecitos al banco que tenía a su lado para que fuera a sentarme con ella.
P: ¿Y bien? – me pregunto cuando me tuvo a su lado
C: ¿Y bien qué?
P: ¿No hay nada que quieras contarme?
C: No – dije sin poder evitar sonreír y me tape la cara con las manos porque sentí como la temperatura en mis mejillas iba subiendo
P: Cheryl, sabes que soy tu madre y me podes contar cualquier cosa. ¿No?
C: Si, mamá. Pero no hay nada que contar – le dije todavía cubriéndome la cara con las manos – aunque...
P: ¿Aunque?
C: ¿Qué pasaría si te dijera que me gusta una chica? – pregunte con voz temblorosa
T: Toni me cae bien – se encogió de hombros, pestañee un par de veces después de escuchar su simple pero justa respuesta
C: No es solo Toni, mamá – suspire – creo que siempre me gustaron pero nunca me anime a admitirlo.
P: No me importa si es Toni o cualquier otra chica Cheryl, yo quiero saber que eres feliz. – me rodeo con sus brazos dejando que apoyara mi cabeza en su pecho
C: Tengo miedo mamá. Tengo miedo de todo lo que estoy sintiendo, son sentimientos tan nuevos tan completamente indescriptibles, que me hacen tener miedo de dejarme llevar y terminar lastimada.
P: ¿Entonces, Toni realmente te había lastimado con anterioridad?
C: No, ella no mamá. Y si lo hizo dudo que haya sido intencional. Pero – suspire deshaciendo el abrazo – no quiero hablar de eso – le sonreí
P: Está bien. Si alguna vez necesitas hablarlo. Ya sabes que voy a estar aquí.
C: Lo sé, te quiero. – bese su mejilla
P: Y yo a ti princesa. Ahora ¿Qué tal si me ayudas a hacer galletas?
C: Claro. ¿con chips de chocolate?
P: Con chips de chocolate – acaricio mi pelo
Nos pusimos a hacer las galletitas, bueno en realidad mi mamá hacia todo, yo solo le alcanzaba los ingredientes. Esto hacíamos todas las navidades, preparar galletas con diferentes tipos de formas y decorados, también le ayudaba a hacer la cena, todo era tan perfecto, ver a mi madre sonreír es una de las pocas cosas que me hacen sentir feliz, mucho más después de que mi padre falleciera.
