Advertencia: Solo espero no herir la sensibilidad de algún lector, si es asi pido disculpas. Ya con la advertencia puesta, me despido.. nos leemos más abajo.
TONI POV
T: Lo siento, lo siento – dije apenas cruce la puerta de entrada encontrándome con una Rosa cruzada de brazos y con el ceño fruncido.
R: Se puede saber ¿Dónde demonios estabas? – se acercó a mi dando zancadas intentando arrebatarme el celular de las manos – deja ese telefonito y préstame atención.
T: Espera, espera. – le conteste mientras corría por la sala para evitar que me lo quite
R: Todo el día estas tiki tiki tiki tiki con ese aparato
T: Ya, ya. – tire el celular sobre el sillón – lo siento Ros, me quede dormida.
R: Podrías haberme avisado que no ibas a venir
T: Iba a volver, solo que me dormí.
R: ¿Dónde estabas?
T: Ya te dije anoche, fui a cenar con Cheryl.
R: ¿Y su madre permitió que te quedaras a dormir en su casa?
T: Su madre no estaba, pero no sé cuál es la diferencia, vivimos juntas en la residencia – protesté
R: Bueno, en eso tienes razón. Solo debiste avisarme. – suspiro - ¿Desayunaste? – negué con la cabeza – bueno, voy a preparar algo. – se dio vuelta para entrar a la cocina
T: Lo siento – le dije mientras la abrazaba por la espalda
R: Ton – se giró y me agarro las mejillas – solo estaba preocupada, lo sabes – asentí – prometí a tus padres que siempre cuidaría de ti. Y no pienso romper esa promesa.
T: Lo sé – dije con la voz entrecortada – voy a ponerme algo mas cómodo. – le sonreí
Una vez sola en mi habitación me dirigí al baño para lavarme la cara, cuando me mire al espejo me veía distinta, me sentía de una forma extraña, como nunca me sentí antes y en ese momento en lo único que mi cerebro pensó fue en Cheryl y automáticamente una sonrisa se dibujó en mi rostro, recordando la noche que pasamos, las cosa que nos dijimos, en como sinceramos lo que ambas sentíamos. Debía admitir que estar cerca de ella me hacía sentir millones de cosas, tanto físicas como sentimentales.
T: Estas irreconocible, Toni Topaz
Me puse mi pijama de dos piezas, hoy iba a ser uno de esos días de no hacer nada. Baje a la cocina y Rosa ya había terminado de servir el desayuno.
R: ¿Pijamas?
T: Hoy es día de no hacer nada. – le sonreí
R: Me parece perfecto. – dijo tomando un sorbo de té – estas en vacaciones, disfruta como quieras.
T: ¿A qué hora vuelves hoy?
R: A las 8 – me miro con los ojos entrecerrados - ¿Por qué?
T: Para tener la cena lista – me encogí de hombros
R: Toni...
T: Rosa... - me reí –
R: Quiero conocerla.
T: ¡¿Qué?! ¡¿A quién?!
R: A Cheryl, quiero conocerla. ¿Por qué no le dices que venga a cenar?
T: Rosa, no.
R: ¿Por qué? – me miro divertida - ¿A caso no puedo conocer a tu amiga?
T: Decirte que no, no servirá de nada ¿Verdad?
