Nunca quise ser el villano: Los grimorios oscuros.

Despedida Temporal.

Un intrigante rumor se esparció por la boca de los habitante del reino, el cual contaba sobre la muerte de todos los habitantes de una aldea, y como estas se conectaba con la aparición de una extraña persona que vestía con túnicas negras, llevaba la mitad de su rostro superior oculto tras una máscara roja, traía guantes blancos, y como calzado llevaba unas botas negras. La destrucción de la aldea, fue registrada en un diario de una niña que murió junto con los aldeanos.

El diario de la niña registra, eventos sucedidos después de la llegada de aquel encapuchado, entre los hecho contando en el diario se relatan, peleas y asesinatos entre todos los adultos de la aldea, en el diario también se relata el desconcierto que tenía la pequeña, al ver el cambio de los aldeanos. Los aldeanos que antes eran amables, se había vuelto hostiles y desagradables, al final del diario la niña escribe como los aldeanos se empezaban a matar, y esa es la última página del diario de la pequeñas.

Estas noticias llegaron a los oídos de los héroes, que decidieron investigar aquella localidad en busca de posibles pistas, que pudiese relacionar los sucedido con la aparición de los libros, y de la columna negra. Pero antes de irse la sacerdotisa decidió ir a comprar algunas pociones en caso que tenga que regenerar magia, así que fue al único lugar de la aldea en donde se podía conseguir productos relacionados con la magia.

La heroína sacerdotisa al entrar a la tienda de magia, se encontró con Nisha, la cual estaba sobre una escalera ordenado los estantes de los productos, la joven al ver a la sacerdotisa le sonrió, y le dijo que la atendería enseguida. La joven sacerdotisa miró a Nisha, a pesar de que el grupo de héroes habían conocido a aquella joven viajera, hace algunas semanas atrás, el tiempo que habían pasado en la aldea, sirvió para que los héroes considerase a Nisha como una hermana pequeña.

Había pasado semanas desde que la vendedora de la tienda de magia, tomará a la joven viajera como su estudiante, además también le dio un trabajo de medio tiempo como ayudante de la tienda. Al principio la hechicera vigilaba a la joven Nisha, cuando la chica trabajaba en la tienda, pero pasado los días, la hechicera tomó confianza y dejó de vigilar a la chica, tanto así que había veces que la hechicera dejaba que la chica trabajaste sola en la tienda, como aquel día en que la hechicera debía viajar para comprar productos que vendería en la tienda.

«Me pregunto…», pensó la sacerdotisa que ingresó al menú de observación, y se fijo en el menú de la joven Nisha.

La sacerdotisa heroína, se dio cuenta que algo había cambiado en el menú de Nisha, aunque aún tenía el nivel tapado con signos de preguntas, se podía notar que tenía un menú amplio de hechizo, los cuales la joven viajera había aprendido de la hechicera, también se noto que tenía el título principal de aprendiz de maga y este si tenía un nivel visible, se dio cuenta que Nisha era nivel siete, la joven heroína quería indagar más en el menú, pero la voz de Nisha, hizo que la sacerdotisa dejase de ver las estadística de

—Disculpe la espera, es que me encontraba ordenando los productos—Nisha se acercó la heroína y le pregunto—¿Qué es lo que necesita?

—Tranquila, bueno necesito comprar unas veinte pociones de magia—Le contesto la heroína sacerdotisa a la joven Nisha.

—Veinte, vaya son muchas—Nisha le comento a la heroína, mientras buscaba las pociones de magia, y le pregunto—¿Van de viaje a alguna parte?

—Hay rumores que un evento negativo, sucedió en una de la aldea, así que vamos a investigar aquel lugar—La pregunta de Nisha fue contestada por la heroína.

Nisha que ya tenía las pociones en la mesa de venta, observó a la heroína con algo de tristeza en su rostro, ella había pasado mucho tiempo conversando con los héroes y especial con la sacerdotisa heroína, que consideraba muy cercana a pesar de haberla conocido hace muy pocas semanas, incluso la joven sacerdotisa le había enseñado algunos cuantos hechizos sacros que eran considerados secretos para las sacerdotisas, y eso demostraba la confianza que la heroína había demostrado.

La heroína tomó las pociones y pagó con una bolsa de dinero, aquellos objetos de apoyo mágico. La chica observó por unos instante a Nisha, abrió su menú para guardar las pociones y luego saco de este mismo un bastó de madera, el cual parecía estar hecho de un árbol de gran edad, y tenía un encima una perla plateada.

—Toma, un regalo de despedida—La sacerdotisa le pasó a la chica aquel hermoso bastón, y agrego—Este fue mi primer bastón, me fue entregado el mismo día en que llegué a este mundo, es un bastó que sirve para amplificar toda clase de magia, y es mucho más poderoso que los bastones básicos o de principiantes.

—Pero… es tuyo, no puedo aceptar tan hermoso regalo—La joven Nisha, estaba sorprendía por el gesto de la heroína.

—Ahora no me sirve mucho, y creo o que a ti te servirá más que a mi—Sonrió la joven heroína y agrego—Por obvia razones, primeros debes aprender a utilizar los bastones básicos, antes de utilizar este bastón.

Nisha tomó el bastón e hizo una reverencia, estaba agradecida por el regalo que le había dado la heroína. La sacerdotisa le sonrió y luego le palmo la cabeza.

—Escucha, si alguna vez nos encontramos y veo que eres fuerte, te invitaré a alguna aventura—La heroína le digo a la chica, y se despidió de ella.

Nisha observó como la heroína, se retiraba del local.

—Le deseo suerte, y también a los demás—Exclamo Nisha.

Ya era de noche y hace rato que la joven había cerrado la tienda, la joven estaba terminando su itinerario de magia, el cual fue escrito por su maestra, la chica estaba practicando el hechizo [lanzallamas] lanzando un llamara de fuego a unos maniquíes que estaba hecho para soportar las magias de carácter destructivo. Cuando la chica terminó su entrenamiento, comenzó a limpiar el lugar de práctica, mientras hacía esto escucho un aullido de lobo.

«Ese aullido es de él», pensó la joven chica, que preocupada dejó la escoba guardada, y salió de la casa para ir hacia el bosque que rodeaba la aldea.

Después de caminar unos minutos por el interior del bosque, encontró a Hotah, el gran lobo blanco, el cual estaba tirado en el suelo, con varios cortes recientes y sangrantes, la condición de su amigo, hizo que Nisha se preocupara más y se acercó al gran animal. La joven se arrodilló delante del lobo y observó como la sangre brotaba de las cortadas que tenía el gran lobo, entonces cerró sus ojos y una elevó sus manos arriba de las heridas.

—[Mano sanadora]—Dijo la joven Nisha, y una luz brillante de color dorado iluminaron las manos, la chica agregó mientras pasaba sus manos por las heridas del gran animal—Tranquilo, te curare.

—Se nota que eres una buena cachorra—Le comento el lobo y agrego—Pero estas heridas no se pueden curar.

—¿Qué quieres decir? —Pregunto Nisha a su amigo lobuno y agrego—Es difícil que mueras, tu eres fuerte.

El gran lobo blanco le sonrió a su amiga, y le contó a la chica que había pasado, le comento que estaba tomando agua, entonces observó a alguien encapuchado que se estaba acercando a él, el lobo le comento que lo que le impresionaba de esa persona, era su falta de pies y que flotaba sobre el agua. El encapuchado al estar frente a Hotah, lo observó durante unos segundo, y empezó atacar al lobo, el cual esquivo los primeros ataque y trató de atacar a su enemigo, pero el tipo podía esquivar con facilidad los ataques rápidos del lobo blanco, entonces ya en el décimo ataque del encapuchado, el lobo recibió un corte con una afilada espada de color roja.

El gran lobo cayó al suelo al recibir el ataque del encapuchado, entonces recibió una variedad de ataque del encapuchado, al final el lobo tuvo que escapar arrojándose a una catarata al lado del lugar donde estaba tomando agua, y así pudo escapar del ataque de aquel extraño enemigo. El lobo terminó de contar la razón de sus heridas.

—La espada que utilizó aquel hombre, estaba imbuida con  magia arcana—El lobo le comento a la chica y agrego—La heridas causadas por estas clases de magia, no se pueden curar, ni con magia curativa.

—¿Pero hay alguna clase de magia para poder curarte las heridas?—Pregunto Nisha al lobo.

—Como dije eres buena chica, pero ya no puedes curar estar heridas, son profundas y se que acabarán conmigo—El lobo le contesto a su amiga y agrego—En vez de curarme, puedes acompañarme a mirar mi último amanecer.

Nisha dejó de trata de curar a su amigo, miró al gran canino salvaje, y afirmó con su cabeza.