Invocación: Orfeo.

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Aquellas personas que se reunieron frente a la casa en ruina, estaban siendo guiadas por los grimorios, los habitantes controlados por aquellos libros, actuaban como si fuesen un organismo comandado por un ente parasitario, pues los pensamientos individuales fueron reemplazados por los deseos y órdenes de aquellos libros de magia oscura. Los soldados presentes al ver como se acercaban estas personas a ellos, formaron una barrera de escudos.



Los soldados sabían que no debían dañar aquellas personas ya que eran civiles, y su máxima prioridad era defenderlos, y por esa misma razón debían proteger a la única civil no influenciada por aquellos libros en aquel sitio la hechicera itinerante llamada Nisha. La joven cuidaba de un pequeño niño, el cual era el único habitante no controlado que habían encontrado en la ciudad.



Los soldados hechiceros estaban preparando sus hechizos, para encerrar a los controlados en cristales, entonces comenzó la primera estampida de aquellos parásita dos por los grimorios oscuros. Los controlados empezaron atacar con ferocidad desmedida a los soldados, los cuales se defendía tras su muralla de escudo, cuando los controlados se replegaron preparándose para otro ataque, los hechicero lanzaron su hechizo y encerraron a los atacantes en cristales.



Y aunque se pudieron defender del primer ataque, en su segundo ataque los controlados se volvieron más fuerte y mucho más agresivo, incluso estos comenzaron a lanzar hechizo de destrucción un poco más avanzado, convocado oleadas de llamaradas que calcinaban a algunos soldados, pero para suerte de los que estaban vivos los hechiceros pudieron crear una resistencia una muralla de hielo que resistía a la llamas, la cual los hechicero reforzaban cuando está se el debilitaba debido al calor.



Nisha abrazaba con fuerza al pequeño, y evitaba que el chico viese la muerte que sufrían los soldados a causa de aquellos controlados, el líder del grupo del soldado alentaba con sus palabras a los demás soldados a resistir tal ataque. Cuando los controlados estaban desgastado en su fuerza magia, los hechiceros solados pudieron realizar el hechizo para encerrar a aquellas personas en cristales.



Cuando ya estaban todo resuelto con la segunda oleada de controlado, y parecía que todo estaba en calma, vino otra oleada de atacantes que con vigorosa fuerza mágica comenzaron atacar al grupo, los soldado hicieron lo mismo que las veces anteriores y después d. Euna encarnizada lucha pudieron ganar. Y así siguieron apareciendo oleadas tras peladas de enemigos, que gracias a los cielos fueron repelidos por los soldados, los cuales ya estaban agotados.



Entonces llegó unos de esos momentos de una dudosa calma, y los soldados esperaron que apareciese otra oleada, pero esta no se hizo presente, entonces después de algunos minutos de espera, el líder decidió que los soldados rompiesen fila y que prosiguiesen el camino. Pero esa cal a fue rota por un extraño sujeto que se acercó al agrupó de militares, aquel recién aparecido no se parecía a uno de los controlados, era más bien un tipo encapuchado, que expulsaba malas vibraciones que fueron captadas por el líder de los soldados, el pequeño niño y Nisha.



-Así que ustedes son las personas que interfieren con los planes de maestro-El encapuchado observó a los presentes-Entonces ustedes no son necesario en los planes de mi señor, ustedes deben ser eliminado al ser un lastre el y nosotros.



El encapuchado levantó su mano e hizo surgir de esta un fuerte viento negro, que lanzó a todos los presentes hacia la pared más próxima, al ver que no podía detener tal magia, la joven Nisha sujeto al pequeño niño para que esté no sufriera el impacto de la pared. El impacto fue tan fuerte que hizo que los órganos internos de los soldados se rompiesen, esto se demostró cuando ellos vomitaron sangre al caer al suelo.



Nisha al tener un cuerpo resistente a los ataques mágicos, sólo resultó levemente dañada, pero no tanto como otros soldado, el grandulón del capitán al tener una complexión fuerte no resultó dañado, al igual que la hechicera proveniente de Akaam, se salvo ya que su armadura estaba encantada con un hechizo que prevenía por esos tipos de ataques. Los que no sufrieron daño pudieron seguir de pie.

Nunca quise ser el villano: Los grimorios oscuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora