Un brujo malvado, esta harto de seguir el destino, que impuso un ascendiente, esta harto de vivir como fue educado, durante toda su vida. El odia a toda su sangre, y sólo quiere una vida algo normal.
El brujo, tiene una idea, crea y encantar un cuer...
Cuando se había descubierto que la joven Nisha podía tocar los grimorios, sin perder la cordura en aquel proceso, se decidió que era mejor que ella se encargarse de quemar los grimorios, esto para evitar más perdida de soldados, la joven aceptó esta responsabilidad después de ver como uno de esto afecto aquel soldado de Akaam. Así que los soldado comenzaron su recorrido por la ciudad.
Nisha observó la ciudad y por las hermosa arquitectura, pensó que la ciudad tuvo sus mejores momentos, pero ahora era una ciudad que albergaba a personas que parecían ser muertos vivientes, los cuales se dedicaban asesinar o destruía a todo lo que alcanzaba. El grupo de soldado y la joven Nisha, bloqueaba los ataques de los controlados por los gremios, y los sellaban en cristales, los soldados no mágicos se interponían para ser de escudo, y cuando ya tenían sellado a los usuarios de aquellos grimorios, la viajera quemaba aquellos libros oscuros.
-Uf... estoy algo agotada-La joven Nisha le comento a los soldados del pelotón y le pidió-Estoy algo cansada, podemos descansar, quemar aquellos grimorios cansa y agota el poder espiritual.
El soldado jefe de aquel pelotón, observó a los soldado y todos decidieron que sería bueno descansar, así que para no tener que lidiar con aquellas personas controladas en esas horas de relajación, decidieron que sería mejor entrar a un sitio que no hubiese enemigos. Eligieron un sitio, una tienda en donde vendían muñecas, pero primero entraron algunos soldados para revisar si había peligro en aquella tienda, al ver que no había nadie, pudieron entrar y descansar.
Al entrar a la tienda de muñeca, Nisha observó el lugar, el sitio como la ciudad mostraba que tuvo tiempos mejores, el piso era de madera, se podía oír el chocar del péndulo del reloj, la iluminación consistía en un candelabro colgante con velas, en las repisas se podía ver una variedad de porcelana al igual que en el escaparate. La joven al ver a la muñecas sintio una extraña sensación, no esa de miedo que uno tiene al ver por las noches a esas muñecas, sino de familiaridad.
Nisha se acercó a una de las muñecas de porcelana de escaparate y la tomó, la estuvo o observando durante unos momento, parecía tan real y tan familiar, como si este tipo de muñecas estuviese involucradas en su pasado más olvidado y oculto. La joven Nisha suspiro hondo y dejó en su lugar ese juguete infantil, esa tienda le había traído a su mente extraña sensaciones que experimentar.
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Los solado aprovecharon de limpiar sus armas y escudos, mientras que los usuarios mágicos aprovecharon para recargar sus magias, Nisha se sentó en el suelo y cerró sus ojos para poder descansar un rato, debía recargar magia, además quería visitar aquel mundo que se encontraba después del estado de sueño, para visitarlos y hablar con ellos y así lo hizo. Nisha al cerrar los ojos entró al mundo donde se encontraba aquel sujeto que se llamaba Orfeo y su amigo el lobo blanco Hotah, los cuales estaban alrededor de una fogata y al ver a la chica, la saludaron.
-Te saludo, Nisha-Orfeo dio la bienvenida a la chica.
-Gracias por el recibimiento Orfeo y Hotah-Nisha se sentó frente a la fogata y saludo a aquellas personas que le daban la bienvenida, para luego hacer la siguiente pregunta-Ustedes como seres no corpóreos, ¿saben la naturaleza de los grimorios?
