Nunca quise ser el villano: Los grimorios oscuros.

Descansar Después De La Batalla.

Nisha estaba cansada, ella había gastado algo de sus poderes mágico para poder invocar a Orfeo, por esa razón estuvo arrodillada hasta que el niño que habían descubierto en las ruinas de aquella casa, ayudó a la muchacha a levantarse, ofreciendo su mano para ser ir como un apoyo. La joven pelo blanco platinado, aceptó aquel ofrecimiento de parte del pequeño, y tomando su mano se levantó.

—Muchas gracias por tu ayuda—Sonrió la joven al chico, y luego se sacudió su rodilla y sus calcetas, y comentó pensativa —Ahora que lo pienso, aquel sujeto parecía estar al tanto de los problemas en esta ciudad, me pregunto…

—¿Si el sería la raíz de los problemas sufrido en esa ciudad?—El líder de aquel grupo de soldado, concluyó la pregunta de la joven Nisha, y luego contestó esa misma pregunta pensativo—Yo creo que es un sí y un no, o sea aquel sujeto fue tal vez aquella persona responsable de introducir los grimorios a la ciudad, aunque sigue la orden de alguien más, eso es lo que pienso.

«Espero que los héroes, puedan resolver este problema», pensó Nisha entonces una voz que parecía conocer de alguna parte le comento adentro de su cabeza, «Si ellos no puede resolver este problema, tendremos que volver para ayudar aquella persona»

Nisha al terminar de escuchar aquella voz en su cabeza, trató de encontrar al emisor de aquellas palabras, buscando con su vista y de manera disimulada, pero al no encontrar alguna pista de aquella persona, pensó que esa voz estaba en su mente, y también que era solo parte de su imaginación.

«Aunque…porque aquella voz me parecía tan conocida y nostálgica, incluso tenía cierto parecido a Orfeo», Nisha volvió a pensar y luego negó con la cabeza, «No debo darle vuelta a esa voz, solo es mi imaginación»

—Bueno, creo que ya hemos solucionado el problema por este sector—El líder dio por terminada la misión, y luego comentó viendo al niño—Por ahora te llevaremos, a la base que tenemos en la entrada de la ciudad.

El niño que había aprovechado para tomar la espada de su abuelo, aceptó la ayuda de los soldados y junto con Nisha, volvieron a la base en donde se encontraba el capitán Cornelio, el cual al ver al grupo de soldados que estaban acompañando a Nisha, se dirigió al líder y preguntó sobre la situación. El líder le explicó a su superior, que estaba todo controlado, y que se había enfrentado a la magia de un posible sospechoso, el capitán al escuchar lo que su subordinado le explicaba, hizo que el grupo tomará un descanso, ya que se estaba sie do de noche y felicito el actuar de todos.

—Señorita Nisha—El capitán se dirigió a la pelo blanco y agregó—Se está siendo de noche, así que tu y el niño, pueden dormir en unas de las piezas de una posada que hemos tomado temporalmente.

Nisha que había visto como se hacía de noche, aceptó la idea del capitán, y junto con él niño fueron a una pieza que el capitán había reservado para Nisha y el pequeño, una habitación grande, que estaba hecha de mármol, con dos cama separada, un baño privado e incluía un armario de madera. La habitación contaba con un gran ventanal, el cual conducía a una terraza que estaba debajo de un hermoso jardín trasero que tenía la posada.

—Esta habitación es fantástica—Nisha recorrió la habitación asombrada por lo que contemplaba sus ojos.

—Has decir verdad, esta posada es muy cotizada por este tipo de habitaciones—El niño le comentó y explicó a Nisha—Este lugar fue construido para personas pudientes, nunca me imagine que dormiría en unas de estas habitaciones.

El niño se sentó en unas de las camas y la encontró cómoda, dio unos pequeños saltos para probar la resistencia de la litera, la joven de pelo blanco platinado, entonces el niño observó a la joven Nisha, que observaba el jardín desde la terraza. El niño se acordó de la habilidades mágicas que había mostrado la joven pelo blanco, durante la batalla en contra de aquellas personas controladas, y de aquella criatura con tentáculos, y se dio cuenta de que la chica tenía un gran poder mágico, lo cual aumentó la admiración que sentía el niño por Nisha.