Capítulo 22

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Yoandri

Solía pensar que las personas malas de este mundo que mi abuela me contaba, nunca llegarían a mi vida.

Cuando entré en la Universidad me encontraba demasiado feliz, una gran oportunidad para mí y una beca que realmente me costó mucho esfuerzo.

Recuerdo cuando vi los pasillos por primera vez, la emoción en mis ojos, la felicidad al ver el rostro de Erick, ya que, si bien muchas veces mi abuela me contaba historias de él y le miraba por la televisión, no era más que eso, algo reflejado en el televisor.

Pero... ahora que estoy aquí, corriendo, sintiendo la humillación más grande y replantéandome seriamente qué hacer, el recordatorio de que fui demasiado ingenuo aparece cada vez en mi mente.

Entro al baño y me observo en el espejo, notando lo ensuciado que se encuentra mi uniforme.

Mi cabello se encuentra también ensuciado con líquido de bebida, por lo cual no demoro en colocar el mismo en el lavamanos y comenzar a mojarlo.

Me observo en el espejo sintiendo las lágrimas caer, y no demoro en quitármelas, sintiendo ira.

Por alguna razón, creí que estas personas, viniendo a esta Universidad tan prestigiada y siendo de familias millonarias, tendrían más educación y valores que los de abajo.

Ahora, me doy cuenta que realmente fui un idiota.

Comienzo a mojar un poco mi uniforme, sacándome el saco.

Intento quitar lo máximo de suciedad, aunque realmente me cuesta.

El recordar lo caro que es este traje, y lo mucho que gasté en comprarlo me provoca nauseas de solo pensarlo.

Realmente no me puedo dar el lujo de comprar uno nuevo, se suponía que lo iba a cuidar y a penas lo pude usar.

Cuando termino, suelto un suspiro antes de dirigirme a dirección, con aquello entre manos.

Golpeo la puerta levemente, esperando a ser llamado.

Mis ojos se encuentran vidriosos aún, y el enfado sigue presente, pero trato de mantener un poco más la cabeza en alto.

—Pase —Escucho del otro lado.

Suelto un suspiro adentrándome en la oficina.

Noto como la directora no tarda en alzar el ceño al ver mi cabello mojado, y vestimenta entre manos.

—No sabía qué esto pasaría —Digo, ella parece sorprendida, antes de simplemente suspirar y mirar su computadora.

—Les dije que no lo hagan otra vez —Susurra, alzo el ceño.

—¿Eso quiere decir que ya pasó antes? —Expreso.

Hago una mueca.

Eso explica por qué la mayoría de los becados terminan dejando a corto plazo.

—Quiero presentar una queja —Hablo con seguridad.

Noto como su reacción parece cambiar, a una un tanto divertida, antes de simplemente hacer un simple "ja".

Vuelve a su asiento, y me pide que me coloque delante del escritorio.

Al sentarme, no tarda en hablar.

—No te combiene meterte en problemas —Asegura.

La directora Noemy sonríe sin más, tratando de mostrar su faceta más amable.

Sin embargo, hasta yo que en este preciso momento me considero una persona realmente ingenua, me doy cuenta de que está siendo alguien realmente falsa.

Infiltrado || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora