Capítulo 49

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Erick

Cuando despierto durante la mañana, la extraña sensación de soledad no demora en atraparme.

Tal vez es el recuerdo de Joel la noche anterior durmiendo en mi cama lo que me llama la atención, o el simple hecho de saber que durante un tiempo seguramente no tengamos contacto.

Lo supe perfectamente en su mirada, algo anda mal, aunque aún no sé con exactitud qué es.

Es decir, hace ya unos cuantos meses que hay tensión, lo noto en los pasillos cuando les veo, pero... ¿aún siguen desconfiando de él? ¿a qué punto?

Mi cabeza no para de dar vueltas.

Realmente, ¿en algún momento sentiré que todo regresar a la normalidad?

Antes vivía realmente despreocupado, creyendo ser mejor que los demás y, si las cosas no salían a mi manera, entonces podía pagar para que así fuera.

Ahora... no quiero tener esa vida, pero sí el estar despreocupado.

Constantemente mi mente no para de pensar escenas tristes o trágicas, y tengo miedo, mucho por Joel.

Debo averiguar qué sucede en su vida.

Miro a mi madre y hermana desayunar en silencio, y me dispongo a forzar una sonrisa cada vez que me observan.

Por dentro, los nervios parecen controlarme.

Miro mi teléfono, y vuelvo a enviarle un mensaje al chico, notando que mi madre me observa con el ceño alzado.

—¿Tu amigo se fue durante la noche? —Se atreve a preguntar.

Mi hermana me mira curiosa.

—Sí, tenía cosas que hacer —Sentencio.

Noto al instante que la tensión entre nosotros mismos se crea.

Ellas no saben nada de Joel, pero noto la desconfianza en la mirada de mamá.

—Bien, debo irme —Asegura Yanelis, levantándose, alzo el ceño.

—¿A dónde irás? —Cuestiono, suspira.

—Iré a visitar a papá al trabajo —Asegura.

Asiento con la cabeza, sintiéndome algo incómodo.

Todos ellos parecen seguir con sus vidas, aunque por dentro les noto sufrir.

Es triste.

Le noto despedirse con la cabeza, agarrar su pequeña cartera donde lleva el teléfono y algo de maquillaje e comenzar a alejarse de nosotros.

Cuando ya está afuera y quedamos solos, no tardo en hablar.

—También tengo cosas que hacer —Aseguro, levantándome.

Noto como mamá bufa, rodeando los ojos y sonrío de lado.

Mediante me voy alejando de ella, la sonrisa comienza a apagarse.

Me giro antes de irme, para mirarle, y noto como mantiene su mirada en el gran ventanal que da hacia afuera, con una taza de té en su mano.

Permanezco estático, mientras noto como su mano tiembla y deja la taza, soltando un suspiro frustrado.

Espero que algún día, todo lo pasado antes lo pueda olvidar por completo.

Salgo del penthouse, y me encamino hacia el ascensor.

Cuando por fin el mismo se abre, me adentro en este y comienzo a descender, directamente hacia el salón principal.

Debo hablar con alguien por un poco de información, y solamente hay una persona que puede saberla.

Infiltrado || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora